Cada cuatro años se reedita ese fenómeno que cataliza el fervor masivo en torno a la principal competencia mundial de fútbol. El torneo de la FIFA, que este año se desarrollará en Qatar, cuenta con una rica historia que el podcast Cada cuatro, la primera producción de Mantel –una productora de podcasts “panamericana, que contempla al continente con sus diversidades, sus desigualdades y sus riquezas”–, aborda a partir del análisis de archivos históricos y testimonios, con un relato ameno que nos introduce en los aspectos menos evidentes de los mundiales.
Con Andreína Himy y Federico Novick a cargo de la producción, Cada cuatro no habla solamente de fútbol, sino que además presenta, con una narración ágil y entretenida, el contexto sociopolítico y cultural de cada mundial, historias de vida de los protagonistas, los entretelones poco transparentes de la organización de los torneos, anécdotas de la construcción de los estadios y más detalles que la historia oficial deja de lado. El equipo está integrado también por Manuel Sebastian Smith a cargo de la dirección visual, ya que Mantel pone un especial foco en complementar los podcasts con contenido audiovisual para redes sociales para llegar a una mayor cantidad de públicos.
“Qatar 2022 es un evento emblemático de los tiempos que transitamos. Esta era, creemos, está atravesada por el crecimiento de las derechas extremas y los discursos de odio a nivel global, la disminución en el interés por la Historia, el poder de las redes sociales que aplanan el pensamiento crítico. Además de la inacción sobre la crisis climática, las migraciones masivas a nivel global y las ganancias obscenas de los jugadores estrella. Todo esto culmina en Qatar”, dice Andreína Himy.
—¿Cuándo empezaron con la producción, la búsqueda de información y testimonios? ¿Cuánto tiempo llevó tener armados todos los episodios?
—El trabajo de producción llevó un año de intensa investigación. A Mantel le interesa, sobre todo, el desarrollo de documentales basados en las prácticas de la historia oral. Una de esas prácticas es la inclusión de voces diversas y dejar bien en claro que quien habla está narrando, no está siendo entrevistado. Fue importante tomarnos el tiempo necesario para lograr ese estándar. Cada Cuatro también se puso como objetivo encontrar historias diversas, inusuales e interesantes: personajes sobre los que se sabía poco o nada dentro del universo casi infinito de las copas del mundo. Por ejemplo, la de Florencio Amarilla, goleador paraguayo en el Mundial 58 que terminó en Hollywood, o Manuel “El Nolo” Ferreira, el crack argentino del mundial del 30 que se perdió un partido para dar un examen en Buenos Aires y después volvió a Montevideo para seguir jugando. Aira Bonfim, que es historiadora del fútbol brasileño, brindó una perspectiva social. También dicen presente los campeones Julio “El Vasco” Olarticoechea y Omar Larrosa, y el “Chonto” Herrera, héroe de la selección dorada de Colombia.
—¿Cómo surgió la idea de relatar en podcast la historia de los mundiales?
—El mundial incorpora muchas de las temáticas que movilizan nuestros proyectos: los cruces culturales, la migración como problema nodal en nuestras sociedades hoy, el deporte y su relación con la cultura popular, y el poder aparentemente infinito que ejerce la FIFA en este caso particular. Ante un año mundialista en el horizonte, creímos que era valioso ofrecer al mundo de habla hispana un producto completamente independiente y alternativo sobre un tema que muchas veces se narra desde puntos de vista complacientes con los poderes de turno.
Cada Cuatro es tanto un viaje sonoro entretenido, como una herramienta para reflexionar y un documento de referencia para futuros investigadores en esta temática. Pensamos tanto en una audiencia que va desde oyentes fanáticos absolutos del fútbol, como en interesados ocasionales en partidos de la selección y también en quienes no les interesa para nada el deporte pero se acercan al fútbol como temática sociocultural.
Pero Cada Cuatro también destaca que el mundial es un evento único e irrepetible, sin comparación. Celebramos la pasión que genera el fútbol, y una manera importante de lograr eso fue a través del diseño sonoro: himnos, relatos emocionantes, jugadores recordando meter un gol. ¿Quién no quiere gritar un gol para su país en el mayor escenario deportivo del mundo? Hay pocas cosas que se comparan. Partiendo desde una dicotomía imposible que es “mundial sí o mundial no”, creamos un podcast que te permite reflexionar.
—¿Hay algún podcast anterior que gire sobre el mismo tema? La historia de los mundiales ha sido relatada previamente en libros, textos periodísticos o documentales, ¿qué material los inspiró para armar el podcast, ya sea como modelo o como algo que quisieron cuestionar o modificar?
—Al comenzar la producción hicimos una búsqueda exhaustiva y no encontramos ningún podcast que contara ni siquiera algo parecido. Hay mucho material sobre mundiales en diversos formatos, sobre todo el audiovisual. Pero advertimos que faltaba un podcast que diera cuenta de una historia compleja que lleva ya casi un siglo, a través de múltiples voces, un archivo cuidadosamente seleccionado y una edición dinámica y atrapante. Además de la conducción de Lola del Carril, ¡por supuesto!
—¿Por qué la elección de Lola como voz del podcast?
—Le dedicamos mucho tiempo a esta búsqueda, a encontrar a la persona correcta para conducir este viaje. Nunca hubo duda: la voz de este podcast no podía ser otro varón con saco y corbata hablando de fútbol. Apenas descubrimos a Lola supimos que ella era la voz perfecta para el podcast que imaginamos. No solo es una joven promesa, sino que está abriendo la puerta a nuevas generaciones de profesionales en muchos sentidos. Lola es joven, intuitiva, muy inteligente, y tiene muchísimas facetas. Las audiencias se conectan con ella. Fue creciendo en su carrera de manera vertiginosa al mismo tiempo que grabamos Cada Cuatro. Fuimos testigos de su pasión y compromiso inagotable con su profesión. Eso fue, para la productora, a la vez un orgullo y un aprendizaje.
“Me gustó mucho la oportunidad, sobre todo también para aprender –cuenta Lola del Carril a Infobae Cultura–. Aprendí un montón de cosas que desconocía. Si bien a mí me gusta mucho el fútbol, hay un montón de rincones que uno desconoce porque no le da la vida para estudiar todo”. El fútbol siempre estuvo en su vida: “Siempre jugué, siempre estuve rodeada de fanatismo. Mi mamá es muy hincha, me llevaba a la cancha. Mi papá también, y además era productor de transmisiones. Me llevaba a la cancha, me hablaba todo el tiempo de fútbol”. “Con el correr del tiempo me di cuenta de que quería trabajar en algo de eso, pero no sabía bien qué. Empecé a estudiar Comunicación y empezaron a aparecer más mujeres en el deporte. Y me encontré con la posibilidad de relatar, que fue sorpresivo, para mí fue un cambio de vida, no es algo que yo soñara. Algo que apareció y que aproveché con la oportunidad que me dio Relatoras argentinas”, agrega Lola sobre sus comienzos en el relato deportivo.
— ¿Tuviste algún obstáculo o alguna dificultad para ejercer de manera profesional como relatora o comentarista deportiva por el hecho de ser mujer?
— Creo que a diferencia de muchas colegas que padecieron al ingresar a este ámbito deportivo tan masculinizado, a mí me ha tocado aparecer en una época y una coyuntura donde las mujeres ya tienen otro rol a raíz de las batallas que hemos ganado, a raíz de las luchas feministas, hemos conseguido muchos puestos de trabajo con muchísimo esfuerzo y mucho profesionalismo. Me ha tocado aparecer en un momento donde las mujeres y el fútbol ya tienen una relación, pero lo que no había era una relación entre el relato y las mujeres. Entonces, en algún punto sigo apareciendo como una figura disruptiva, y lo padezco quizás con la crítica social, de la gente, los televidentes. No tanto por parte del medio, que hoy ya en algún punto tiene la obligación de tener mujeres en sus filas, y también les gusta la pluralidad de voces.
En los medios me sentí muy bien recibida, muy querida por mis compañeros, siento que me respetan. Pero la resistencia todavía se da desde el otro lado, de quienes no ven el esfuerzo que hacemos, lo que significa relatar. La gente todavía tiene desacostumbrado el oído y cuando escucha una voz femenina enseguida critica, sin escuchar un poco más, sin hacer una valoración técnica o intelectual de lo que escuchan. Es un fiel reflejo de lo que es la sociedad argentina. Todavía queda mucho por corromper en el fútbol argentino.
— Vas a viajar a Qatar, ¿qué rol específico vas a tener en los partidos?
— Voy a viajar a Qatar con la TV Pública y con DeporTV, voy a relatar algunos partidos de la fase de grupos que no son los de Argentina sino más bien los de otras selecciones, y a su vez estaré con DeporTV en el programa Mundo Leo, con otros colegas llevando un poco de lo que pasa afuera de los estadios, un poco de color, de hinchas, siempre desde el ojo de Messi, teniendo en cuenta que probablemente sea el último mundial de él. Un programa lleno de emoción y mucha actualidad en un mundial que a los argentinos nos tiene ilusionados.
—¿Qué es lo que más te ilusiona a vos de tu experiencia en el Mundial?
— A mí me ilusiona poder ser parte, poder ser un canal en un evento que siempre admiré, que siempre me conmovió, en un evento en el que siempre fui espectadora, poder trabajar ahí, aportar mi granito de arena y crecer como profesional en el evento deportivo más importante del mundo. Me llena de orgullo, de nervios, de felicidad, me eleva la pasión estar cerca de los protagonistas, de lo que pasa, ver cómo las distintas culturas confluyen en un mismo punto. Tener esta oportunidad siendo tan chica me llena el corazón.
* El podcast Cada cuatro está disponible en las plataformas de streaming, con cuatro capítulos ya publicados: “Cemento Fresco - El Tiempo de Uruguay”; “Golpe a Golpe - El Tiempo de Brasil”; “Fantasmas - El tiempo de Argentina” y “Alrededor de Diego - Postales de una Época”. Los próximos capítulos serán “Nuevo Milenio” (14/11) y “Camino a Catar” (21/11).
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