Desde Mar del Plata. En tan sólo unas semanas, comenzará el evento que paralizará al planeta. El Mundial de Qatar 2022 se llevará la atención de todos y revivirá la ilusión de millones de personas que sueñan con que su selección llegue a lo más alto y levante esa copa tan preciada. Sin embargo, para los argentinos, Qatar no es una novedad. Allí, hace 27 años, se jugó un mundial Sub 20 en donde la selección argentina fue campeón y además, marcó el inicio de una época victoriosa de los juveniles de la mano de José Pekerman, un técnico casi desconocido hasta entonces.
A mediados de la década del noventa, una parte del mundo futbolístico occidental tuvo que aprender una nueva palabra: Qatar, En esa zona, en medio de un desierto mitológico, un puñado de chicos de diferentes países y orígenes fueron a jugar un mundial juvenil. Este suceso clave, marcó un antes y un después en sus vidas. El 28 de abril de 1995 la Selección Argentina Sub 20 logró el segundo título mundial de la categoría en su historia y marcó el inicio de una era dorada.
Para recordar esa hazaña, Juan Pablo Sorín produjo un documental que expone material de archivo y entrevistas con sus protagonistas, no sólo los argentinos, sino también con figuras de otras selecciones, periodistas que cubrieron esa época y gran parte del cuerpo técnico del equipo campeón. Bajo el nombre “Érase una vez en Qatar” y con la dirección de Federico Rotstein e Ignacio Ceroi. Además, tiene como una joya textos del escritor Fabián Casas interpretados por Santiago Motorizado, cantante de la banda El mató a un policía motorizado.
Entre las figuras que aparecen se destacan el mismo Sorín, muchos de sus compañeros (Joaquín Irigoytía, Sebastián Pena, Gustavo Lombardi, Mariano Juan y Francisco Guerrero entre otros), los entrenadores José Pekerman y Hugo Tocalli; los periodistas Walter Nelson y AlejandroFabbri además de los jugadores brasileños Caio Ribeiro, Zé Elias y Luizão; los españoles Raúl, Javi López Vallejo, Joseba Etxeberría y el portugués Dani Carvalho.
Infobae Cultura dialogó con Juan Pablo Sorín y Walter Gastón Coyette, dos de los protagonistas del episodio narrado en el documental.
—¿Cómo surgió la idea de realizar el documental?
Sorín: - Siempre tuvimos la ilusión de armar algo con aquella hermosa historia que vivimos y nos cambió la vida. Mostrar todo el proceso de crecimiento de aquella primera selección de José Pékerman y todo su cuerpo técnico. Esa idea se reavivó después de una primera juntada al cumplirse 20 años de ser campeones del mundo y reencontrarnos. Todo nació a través de un grupo de Whatsapp. De hecho, esa fue la última vez que vimos a Raúl Lamas, histórico kinesiólogo y fue su familia la que nos brindó las imágenes inéditas, el registro que él y el “Profe” Salorio tenían en VHS. Esta idea resurgió este año y la desarrollamos contra reloj, queriendo contarlo desde un lugar muy cálido: desde la adolescencia, la amistad, la sensibilidad, la emoción de esa primera vez de ir a una preselección hasta llegar a culminarlo de una manera increíble como fue en levantar la copa en Qatar 95.
Nos pareció que era una historia más poderosa si incluíamos a las selecciones de Brasil y España que eran los grandes candidatos para ese mundial y que fueron protagonistas también, de hecho los brasileños nos ganaron la final del Sudamericano. Sumamos la presencia de Vicente del Bosque que fue veedor del Real Madrid en ese mundial, de Raúl González y Joseba Etxeberria, que fue el goleador de aquel torneo. España tenía un gran equipo y la prensa los ponía allá arriba como los los grandes candidatos. Pero sobre todas las cosas, queríamos mostrar la la complicidad entre los jugadores, la amistad que se va armando a esa edad, cuando son muchas más preguntas que respuestas. No queríamos que sea un documental periodístico de una selección campeona.
—¿Cómo te sentís en tu rol de productor?
Sorín: - Con Sol Alac, mi compañera y socia en nuestra productora Elis, venimos trabajando hace años en programas para televisión, videoclips y podcast. Este es nuestro primer documental. Me encanta el rol de productor, poder estar atrás de cámara y mucho más si es algo que hacemos en familia ya que nuestra hija Elisabetta nos ayuda a pensar ideas y nos da su mirada súper fresca y diferente e increíble.
—¿Qué sensaciones te resurgen saber que en días arranca un mundial en el mismo lugar donde se consagraron ustedes?
Sorín: - La sensación de tener un nuevo mundial en Qatar es increíble y medio rara ya que nosotros conocimos un lugar completamente distinto. La idea del documental es mostrar aquel Qatar de hace 27 años que muchos desconocen junto a los recuerdos de cada uno de nosotros, jugadores de todas las nacionalidades que participaron y del cuerpo técnico. Tengo mucha ilusión con el mundial de este año ya que tenemos una Argentina que llega muy bien en el funcionamiento y en la convivencia. Siempre de a poco ya que hay que construir esa candidatura aunque tengamos como capitan al mejor jugador del mundo.
Coyette: - Saber que se va a jugar el mundial en el mismo lugar que nosotros salimos campeones del mundo nos trae muchos recuerdos. Uno ve las imágenes de ahora y es una ciudad impresionante con mucha población, con muchas cosas nuevas. Cuando nosotros fuimos había pocos estadios y era todo desierto y ahora ha evolucionado un montón.
—¿Cuáles son los recuerdos que más atesoran de esa experiencia?
Sorín: - Varios de los recuerdos que tengo están plasmados en el documental: como lo que tuvimos que sufrir con altura en Bolivia, la adaptación, como como se fueron construyendo los cimientos de ese grupo desde aquella primera preselección. Era increíble entrenar al lado de esos jugadores que eran adversarios y, de repente, pasaron a ser compañeros. El entrar al predio de Ezeiza y sentir que quería vivir ahí para toda mi vida, no quería irme nunca más. Era cumplir un sueño. Recuerdo mucho a mis compañeros. Soy muy agradecido a cada uno de ellos como al cuerpo técnico, los utileros, los fisioterapeutas, los médicos, los cocineros y las chicas de limpieza que trabajaban allí en Ezeiza. Cada etapa de ese mundial fue muy especial y supimos también enfrentar las dificultades y los dramas que nos tocó vivir principalmente por tener un compañero y amigo lesionado y jugarnos todo para para poder dar vuelta esa situación. Haber sido campeón del mundo con la Argentina fue lo más grande que me pasó en la vida.
Coyette: - Fue muy emotivo reencontrarnos todos y más volver a revivir esas imágenes que se verán en el documental. Fue un hecho que a mí me cambió tanto en lo personal como en lo profesional. Nos abrió muchas puertas como jugador de fútbol. Después del mundial comenzamos a competir ya de otra manera. En mi caso fue en Lanús que, si bien ya me había iniciado en la primera división, volví más afianzado y un año después pudimos conseguir la Copa Conmebol con el club ya con participación frecuente en el plantel profesional. Nos ha abierto la carrera futbolística a todos. Este documental nos hace volver un poquito atrás y ver cómo arrancamos. Ahora tenemos contacto con los chicos en un grupo de whatsApp y hablamos y nos acordamos de anécdotas. Como experiencia fue algo maravilloso: poder ganar una final del mundo y contra Brasil. Además de ser nuestro clásico rival. con ellos habíamos perdido la final del Sudamericano entonces era como una especie de de revancha.
—¿Que le dirías si tuvieras en frente a ese chico que estaba arrancando?
Sorín: - Si me encontrara con ese Sorín de hace 27 años, le diría que disfrute todo como lo disfrutó y más aún, que se acuerde de más cosas, porque tal vez mi memoria no es tan buena como la de varias de los chicos. Además, le diría que lleve una cámara ya que me encantaría tener un propio registro de algunas momentos, pero no como productor, sino para atesorarlos para siempre. Yo ni siquiera llevaba cámara de fotos.
—Ahora siendo entrenador, ¿cómo creés que cambiaron las maneras de ver el fútbol desde aquellos años?
Coyette: - Viéndolo a la distancia y más siendo entrenador, veo que ha cambiado todo en muchos aspectos. Hay muchas cosas han evolucionado para bien y otras no tanto. Por ejemplo, el tema comunicación y las redes sociales. Nosotros teníamos solamente una llamada por día y a veces esas distancias con los seres queridos pesaban. Pero para otras cosas no ha mejorados: los entrenadores ahora tenemos otro tipo de presiones donde los hinchas y cualquier persona puede decir lo que sea y ocultarse en el anonimato de internet. Ahora hay poca tolerancia y paciencia a los proyectos. Son los tiempos que estamos viviendo todos, no solamente en esta profesión, sino también en la vida en general. Creo que tendríamos que poner un poco más atención y ayudarnos un poco más los unos a los otros. Tendremos que adaptarnos un poco a lo que a lo que se está viviendo sin dejar de creer en los valores que uno tiene desde desde chico: de ser buen profesional y sobre todo buena persona.
* Erase una vez en Qatar se proyectará este domingo 6 a las 19.30 en el Cine del Paseo (Diagonal Pueyrredón 3058, Mar del Plata). La función tiene entrada libre y gratuita hasta agotar capacidad de la sala. Las localidades podrán retirarse en la boletería el mismo domingo a partir de las 10 de la mañana. Más información en la web del festival.
Seguir leyendo