La porteña galería Barro se expande y sumará una nueva sede en la ciudad de Nueva York, que inaugura hoy con la presentación de la muestra Futurity, que incluye obras de los artistas Gabriel Chaile, Matías Duville, Marcelo Pombo, Alejandra Seeber, Amalia Ulman y Agustina Woodgate.
En la calle 25 Peck Slip, de la ciudad de Nueva York, abrirá sus puertas la flamante sede que se suma así a la que la galería ya posee en Caboto 531, en el barrio de La Boca, con una exposición inaugural que se podrá visitar hasta el 16 de diciembre.
La muestra explora diferentes ángulos sobre la vida en un planeta críticamente dañado, en torno a las nociones de lo social (Gabriel Chaile y Agustina Woodgate), la naturaleza (Matías Duville), el lenguaje (Alejandra Seeber) y la sexualidad (Amalia Ulman y Marcelo Pombo), explicaron desde la galería.
“Las estrategias de los artistas son heterogéneas: humor, crítica, ironía, alegría o alusión. La articulación entre los medios, los materiales, el procedimiento y el tema son singulares, ninguno supone una relación directa entre lo representativo y lo político”, aseguraron en un comunicado.
En ese sentido, la muestra se presenta como la posibilidad del arte de diseñar los modos del futuro y, como tal, proporciona nuevas formas de ser, de ver, de interpretar la realidad, de innovar los procedimientos artísticos y de pensar la humanidad desde una perspectiva crítica y creativa.
“Los artistas pueden aportar luz porque el arte es el ejercicio de pensar en diferentes modos de ser y experimentar el futuro. El arte nos da el espacio para hablar del tiempo, exista o no”, añaden en el texto.
Mientras que Gabriel Chaile crea una singularidad poética que conecta metodología, objetos, lenguajes y subjetividad en la intersección de lo sagrado y lo profano expresado a través de la imaginería de las comunidades precolombinas, Matías Duville tiene una visión onírica de un explorador que mira al cielo en una visión retrospectiva del universo: los rastros de la memoria de la luz de las estrellas en la inmensa oscuridad.
Por su parte, los cuadros de Alejandra Seeber exploran la noción de un espacio-tiempo fluido apoyándose en su práctica de meditación pictórica, y Agustina Woodgate presenta una serie de relojes analógicos “esclavos” operados y sincronizados por un reloj digital “maestro”.
Los dibujos de Marcelo Pombo, de 1983, conjugan la contracultura de los años 70 y los albores de la cultura gay en la opinión pública de Buenos Aires durante la apertura democrática tras la última dictadura cívico-militar entre 1976 y 1983 y, en su obra, Amalia Ulman reflexiona sobre las relaciones humanas, los imaginarios sociales, el poder y la jerarquía frente a temas particulares como el género, la sexualidad, la seducción, la autenticidad y la adolescencia.
La nueva sede neoyorquina, de la galería que dirige Nahuel Ortiz Vidal, llega luego de un posicionamiento global que incluye haber participado en la Bienal del Whitney, la Trienal del New Museum, la Bienal de Sídney, La Biennale di Venezia, Art Basel (Suiza), Art Basel Miami Beach, Frieze New York, Frieze London, Fiac (París), Art Dubai, Contemporary Istanbul, The Armory Show (Nueva York), ARCO (Madrid), artBO (Bogotá), Proyectos LA (Los Ángeles) y arteBA (Buenos Aires).
Fuente: Télam S. E.
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