Una edición histórica, la primera pospandémica pura fue la 18° Noche de los Museos. “Al mal tiempo, buena cara”, luego de un sábado gris y ventoso, parece ser la propuesta de una nueva cita anual con la cultura que comenzó a las seis de la tarde con una inauguración formal en la Usina del Arte, nodo del sur de la Ciudad de Buenos Aires.
Las colchonetas negras frente a la Usina convivieron con un sinfín de números musicales, antes de ingresar al moderno centro cultura de La Boca. Sobre la avenida Pedro de Mendoza se desplegó una feria orgánica y sustentable con una variada oferta, desde quesos artesanales, alfajores veganos, kits con bálsamos, cremas y óleos corporales, jugo de arándanos, aceite de coco. Todas propuestas veganas y libres de crueldad animal.
La impronta ecológica de esta Noche de los Museos estuvo en concordancia con la Cumbre Global de Alcaldes de C40, para enfrentar el cambio climático. Esta primera noche de los museos temática tuvo su huella. “Por primera vez LNM es por fuera de Capital y con la cumbre del C-40 con una temática muy específica que tiene que ver con el medio ambiente y el cambio climático, la concientización con lo que podemos hacer. No recuerdo si hicimos alguna otra convocatoria así”, explicó a Infobae Cultura, el ministro de Cultura Enrique Avogadro.
Desde temprano, hubo gran afluencia de gente a pesar del frío. Oferta de brownies y budines de naranja con chocolate y banana sirvieron para alimentar una noche cultural que duró hasta las dos de la mañana, con 270 sedes que durante un sábado porteño que parecía de otoño, en plena primavera, abrieron sus puertas a un público ávido y bien dispuesto. “Nosotros no paramos nunca y buscamos mantener la cultura en marcha y que vuelva a ponerse de pie. La cultura conecta y esta es una fiesta con la Usina repleta de gente”, afirmó Avogadro, quien estimó que, durante la noche, se superaron las 500 mil personas de la última Noche de los Museos. La cifra oficial estimada para esta edición 2022 es de 900 mil personas, todo un récord.
Según el ministro, “los museos piensan el vínculo entre la naturaleza y el arte, las problemáticas ambientales y la sustentabilidad de las ciudades”. “La Noche de los Museos es un gran instrumento de ampliación de acceso a la cultura, de un nuevo público que aparece que no sale a los museos habitualmente y lo hace con la familia. Es una fiesta que la gente vive muy intensamente”, expresó el ministro.
En la vorágine de su actividad y con largas filas de público esperando para ingresar a los centros culturales, instituciones públicas y privadas que participaron de este magnífico encuentro, el ministro Avogadro tuvo tiempo para pensar su posible recorrido. “En una noche como la de hoy no iría al Museo Nacional de Bellas Artes, el Malba, el Sìvori, el Museo de Arte Moderno, el de la Ciudad. Son mis favoritos y voy muy seguido”. ¿Hacia cuál iría entonces? El funcionario sorprendió con su respuesta. “A mí me divierte más ir a museos insólitos como el museo de las balanzas que está en Barracas. El objeto no me conmueve pero si la historia que hay detrás, cómo la gente fue midiendo las cosas a lo largo de los siglos”.
La recepción familiar de la Usina del Arte tuvo epicentro en Humana, la primera muestra de la dupla Jessica Trosman y Martín Churba, los icónicos diseñadores de los años ´90 que produjeron, en conjunto con la Usina del Arte, una instalación de sitio específico en el Foyer. “Impresionante, la verdad. La gente, todo...”, le dijo Horacio Rodríguez Larreta a Infobae Cultura luego de sacarse fotos con varias personas que lo pararon mientras salía raudamente del espacio que contiene a Humana.
“Esta muestra es un lujo, son dos personas súper talentosas. Tengo la suerte de conocerlos hace muchos años, desde de mi época al frente del Centro Metropolitano de Diseño. Ellos siempre estuvieron expandiendo las fronteras de la moda hacia las artes visuales pero en este caso vinculado a la solidaridad, desarrollado con material de descarte y tomando una escala monumental”, dijo el funcionario.
Un recorrido interno por esta obra laberíntica, con objetos reciclados suspendidos, fue la estrella de la noche en la sede apertura de La Noche de los Museos. “Nos estamos proponiendo como creadores de materiales, dijo Martìn Churba. “En algún momento nos denominamos como creadores o materiallstas”, indicó.
“Esta obra son 20 volúmenes de reciclados plásticos y textiles que te invita a ver nuestra transformación y replantearte que vamos a hacer con la basura”, comentó Jessica Trosman. “Trabajamos con una comunidad del norte que se llama Asociaciòn Civil Diego Duarte y eso fue una investigación de seis meses. Los últimos dos, nos alojamos en la usina con un taller propio y el contacto con los recuperadores urbanos de algunos centros verdes”, completó Churba.
Para ellos Humana es su tesoro como las botellas, envases y bidones que llegaban a sus manos. “Era como la piedra preciosa”, explicó Jessica sobre la obra hecha a base de clasificación, lavado, estampado y fusionado. La dupla resumió que cada uno de estos volúmenes tiene una suerte de estructura, que son como los huesos. “Tienen tensores que serían los tendones, y tiene el textil que hace de musculo o de piel para que luego toda la basura vaya a conformarse con escamas y sostener todo”, completaron.
Un laberinto de juegos para descubrir en la oscuridad es otro de los espacios que llamó la atención del público. Se trata de la instalación En un principio era la luz/Antes de Oscuminar, que reflexiona sobre la luz y su oscuridad a lo largo de un recorrido guiado por un faro.
Oscuminar es un verdadero laberinto, con pasillos muy angostos, todo de negro como si fuese una laberíntica biblioteca plagada de oscuridad en donde hay varios dibujos para mirar a través de ellos y observar miniaturas de colores, las pocas fugas de luz. No apto para claustrofóbicos, para salir (o huir) de la instalación una pista es mirar el techo de la Usina y así salir por la entrada o la salida. Todo vale en esta opresiva experiencia.
El público estuvo expectante, una larga fila de persona se desplazó frente al auditorio, lo que refleja el interés por una de las primeras charlas de la velada titulada ¿Por qué no te habré hecho caso? Luego que los presentes se acomodaron en sus butacas, Santiago Siri, el fundador de la ONG Democracy Earth (dedicada al desarrollo de democracias resistentes a la censura) tomó la palabra, cual rockstar tecnológico.
El fundador del Partido de la Red, primer partido político digital en presentarse a elecciones, fue socio de Bitex.la (servicios financieros basados en Bitcoin) y autor del libro Hackitvismo. Pero él no estuvo solo en esta innovadora charla, compartió recinto con el corresponsal de guerra, escritor, cineasta y productor ítalo-argentino, Hernán Zin. Su charla se extendió acerca de los conceptos de la cadena de datos Blockchain para la sostenibilidad.
La gente se impacientó y aplaudió para la charla que se retrasó. Pusieron la música fuerte para paliar la espera. Y entraron como rockstars, Zin con un skate en la mano. Luego de nombrar a cada sponsor, en donde se cuela la geopolítica, recorrieron la historia de lo que está emergiendo en Argentina: la industria cripto. “Buenos Aires es una utopía cyber punk y es una de la capitales cripto a nivel mundial”, dijo Siri mientras la gente escuchaba atenta.
El patio de la Usina desafió la inclemencia climática y se batió a duelo con los sonidos característicos del hip hop, afrobeat, post-punk, ragga jungle, experimental, con Ch4rl4 DJ y Fenna Fre. Para los más chicos, también se ofrecieron tours guiados por el recinto y alternativas curiosas y entretenidas como Gaia, la tierra en peligro por Plan V. También las actividades recreativas como Guardianes del océano por Kinéticos - Impulso Lúdico. Y se dieron lugar a la presentación de los libros Argentina Natural por Octavio Pintos y Cuentos para cuidar el planeta por Tiny Makers.
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