Justo antes de subirse al avión que la dejará en Alemania, Trini Vergara habla por teléfono con Infobae Cultura y le dice: “Ir a Frankfurt siempre significa varias cosas. Yo que he ido casi sin interrupción desde 1985, soy muy veterana en esta feria, tengo la oportunidad de ver qué pasa con la industria en el mundo, más allá de que uno va a hacer cosas por la editorial propia: citas, negocios, en fin, un montón de cosas. Tiene esa doble mirada y esa doble utilidad”. Tiene 36 citas en persona en 4 días. “Verse las caras permite otro diálogo, otra complicidad, otro tráfico de rumores, de noticias por abajo de la mesa, de novedades. Eso es muy rico y no sucede en el Zoom. Eso es una bienvenida que le hemos dado todos”, sostiene.
Trini Vergara Ediciones es el nuevo proyecto de esta histórica editora que se nutre de derechos de traducción y que ahora, con esta nota ya publicada, se encuentra en la Feria del Libro de Frankfurt, la más grande del sector editorial del mundo. Sí, es la más importante del planeta, pero el foco está en el mercado editorial. Allí se negocia el 80% de los derechos de autor a nivel mundial. Este año la feria gira alrededor de la guerra en Ucrania y la situación en Irán y Afganistán. El presidente ucraniano Volodimir Zelenski participo de forma virtual durante una conferencia; también su esposa, Olena Zelenska. El presidente federal alemán Frank-Walter Steinmeier habló en la inauguración, citó “La biblioteca de Babel”, de Jorge Luis Borges y pidió solidaridad con la industria del libro de Ucrania.
España es el país invitado de este año, que fue con el lema “Creatividad desbordante”. Irene Vallejo y Antonio Muñoz Molina fueron los encargados del discurso de inauguración. Además, hubo una comitiva de autores españoles enorme: Marta Sanz, Javier Cercas, Najat el Hachmi, Lara Moreno, José Ovejero, Elvira Lindo, Juan Luis Arsuaga, Juan José Millás, Berna González Harbour, Lorenzo Silva, Enrique Vila-Matas, el argentino Patricio Pron, Fernando Aramburu, Vicente Molina Foix, Arturo Pérez Reverte, Rosa Montero, María Dueñas y Julia Navarro. Asistieron también el rey Felipe VI y su esposa, la reina Letizia.
“La verdad es que estamos muy felices de haber recuperado una presencia importante de Argentina en la Feria de Frankfurt”, dice Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, a Infobae Cultura. “Tenemos un stand de más de 100 metros cuadrados que muestra muy bien la propuesta del Plan Libro Argentino y las distintas herramientas que tiene Cancillería para el sector. Por primera vez contamos con una curaduría de 300 títulos de más de 100 editoriales, muchas de ellas que por primera vez tienen presencia en la Feria, con la que buscamos mostrar la diversidad de nuestro sector editorial.
No hay dudas: la participación argentina siempre da que hablar. Este año, la cancillería convocó editoriales para seleccionar 300 títulos y formar “Argentina Bibliodiversa”. En el stand hay obras de Mariana Sandez, Hugo Salas, Susana Thénon, Pedro B. Rey, Mario Mactas, Inés Ulanovsky, Eugenia Almeida, Martín Prieto, Edgardo Scott, Dolores Reyes, Ana Ojeda, Jorge Consiglio, Juan Forn, Gonzalo Unamuno, Tamara Tenembaum, Silvia Molloy, Noé Jitrik, Luisa Valenzuela y Elsa Drucaroff, entre otros. También hay clásicos: las obras completas de Borges, Rayuela de Cortázar y Dailan Kifki de María Elena Walsh.
Argentina Bibliodiversa es un catálogo que reúne libros de más de 100 editoriales. Fue realizado especialmente para Frankfurt y Guadalajara. Está disponible de manera física en el stand y en su versión digital en la página web de Cancillería o acá. Los ejes son Literatura y diversidad, Géneros múltiples, Ediciones universitarias y Traducciones argentinas. En el stand está también la selección del Programa Sur, una iniciativa de apoyo económico a la traducción; el catálogo Argentina Key Titles, una selección de 28 títulos para la venta de derechos; y una vitrina dedicada autores premiados.
Viajaron Frankfurt Luis Gusman y Laura Wittner: el sábado 22 de octubre representarán a Argentina en las mesas “Desafíos culturales en América Latina (Chile, Brasil y Argentina)” y “Lost and found in translation: panhispanismo y traducción”, respectivamente. También están en Frankfurt los editores de Corregidor, Calibroscopio, Lecturita, Iamiqué, Didot, Colisión Libros, Edhasa, Journal, Eudeba y Libros del Zorzal. Además se realizarán presentaciones en la Universidad de Colonia, donde hay una cátedra enfocada especialmente en la literatura argentina.
La Feria de Frankfurt viene con algunas cambios. “La superficie de expositores de la Feria se ha achicado. Es menor que la del 2018 y 2019. Creo que vamos hacia un formato híbrido”, dice Vergara. “Por otro parte, el estado de la industria nos deja claro que el idioma español, en comparación a otros idiomas occidentales más allá del inglés, queda atrás en cuanto a la revolución digital. Si bien todo avanza y casi todos los editores convertimos nuestros libros a ebook, la proporción del mercado de ebook en el resto del mundo occidental está arriba del 20%, 25% de todas las ventas. En el idioma español está entre el 5 y el 7%. Hubo un pico de 10 durante los primeros meses de la pandemia, pero volvió a caer. Falta que las tabletas de lectura sean baratas. Ya no es un tema de contenido. Es una cuestión de hábitos. Y en el ecomerce, la venta digital de libros, también vamos atrás: España igual que Argentina”, agrega.
“Estos temas son muy importantes —continúa— porque es el camino hacia donde vamos. Hay que estar conscientes, informados, comparando. El negocio del editor va por ese lado también, pero no tan rápido, por lo tanto muchas de nuestras estrategias siguen siendo las de siempre: venta de libros físicos en librerías físicas. Eso es costoso, ineficiente, sobran libros, se imprimen de más, es para discutirlo mucho, pero es la realidad. Con los audiolibros pasa lo mismo: en el idioma español siguen estando abajo del 2%, mientras que en otras idiomas esto va más arriba. Pero el ritmo de crecimiento, aunque sea muy chiquito, siempre va subiendo año a año. O falta un empujón o es que nunca va a funcionar, porque va demasiado lento; en Brasil va mucho más rápido, por ejemplo”.
Por su parte, Vázquez agrega que “todos los días en el stand hay reuniones de negocios, nos visitan agentes, editoriales e instituciones de otros países, es un ámbito en el que Argentina tiene mucho para dar y para seguir creciendo”. La Feria de Frankfurt es un lugar para mostrar nuestra literatura, para fomentar el negocio editorial argentino, pero también para pensar el mercado, para observar de cerca las tendencias mundiales y ver qué de todo eso se puede aplicar acá, con las particularidades específicas. Es un momento, sobre todo, para celebrar la vigencia indestructible del libro, la imaginación, la lectura.
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