“¿Cuáles son las leyes que vinculan un dibujo con la música resultante o la música con las rayas y choques y cruces que ella requiere? ¿Qué tipo de estética visual originará determinada estética sonora?” se preguntaba León Ferrari, en su texto Berimbau (1983).
Estas son algunas de las indagaciones que propone la original muestra Otra música, que se desarrolla en la Fundación San Cristóbal de Rosario, a partir de una serie de instrumentos que el gran artista argentino realizó en los ‘80 y otra serie que se construyeron en base a sus diseños, que hasta esta exhibición nunca habían sido realizados, y que también incluye obra gráfica y anotaciones de sus cuadernos.
La exhibición, realizada en colaboración con la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo (FALFAA), se pensó para 2020, con motivo del centenario del artista, pero pandemia mediante, se terminó posponiendo, y se suma a una serie de homenajes que se le realizaron en espacios como el Centro Georges Pompidou de París, el Reina Sofía de Madrid, el Van Abbemuseum de los Países Bajos y el Nacional Bellas Artes de Argentina.
“Nos interesó hacer este recorte para puntualmente poder indagar toda esta parte más participativa y lúdica de la obra de León, ya que se puede ir y tocarlos y no solamente ser un espectador de las obras”, explica a Infobae Cultura Natalia Revale, co curadora junto a Javier del Olmo.
En ese sentido, la propuesta pone en escena cinco instrumentos originales realizados durante los ‘80, y cinco nuevos gracias al aporte de San Cristóbal -Cajas acústicas, Caja con una sola barra, Cascabeles y Gong-, junto a todo un conjunto de piezas gráficas, con los grafismos como eje, que unen los ‘60 con sus últimos trabajos que marcan “una unidad” en su desarrollo, como también dos esculturas que son parte de la serie de los músicos que hizo para la Bienal de Venecia de 2007, cuando ganó el León de Oro, a partir de poliuretano expandido.
“La propuesta tiene que ver con trazar un eje dentro de lo que fue la producción de León desde los ‘60, tanto desde la gráfica como desde la pintura, en vinculación con la música y cómo él siempre dialogó desde esa estructura”, dice Revale. Y agrega: “León era ingeniero, trabajaba mucho con grafismos. Sus primeras obras son esculturas y estructuras hechas con alambres, con hierros, y mucho de ese tipo de bosquejos y de esquemas los trabajaba también desde la gráfica y el dibujo, pero sus dibujos eran más grafismos vinculados a la escritura y desde la escritura también relacionados a la música como otra forma de escritura, casi como de partituras. Hay, por ejemplo, una serie de dibujos que se llaman Cantata, Música Primera, Partitura”.
Ferrari realizó toda una serie de “dibujos sonoros” que comenzaron en los ‘60 y llegaron hasta este siglo, que también se exponen como muestra de esta propuesta “lúdica que invitaba con estas ‘instrucciones’ a una música más experimental”. Así, se presentan “unas pinturas que están hechas en el 2008-2009, en donde él sigue sosteniendo la misma estructura de pentagrama, pero con una pintura gutta que son líneas de chorreados que nunca se mostraron”.
La vinculación de Ferrari con los instrumentos se inició a finales de los ‘70, durante su exilio en San Pablo, Brasil, cuando en vínculo con diversos artistas experimentó nuevas técnicas como la heliografía, los collages con letraset, las fotocopias, el grabado y el arte correo, además de retomar las prácticas del dibujo y las esculturas en acero inoxidable. Allí comienza su producción de “arte lúdico”, que tuvo una presentación en el Museo de Arte de San Pablo (MASP) en el ‘79, donde presenta una escultura de más de 4 metros de altura con 100 barras verticales de diferentes diámetros a la que denomina Berimbau.
“Durante el exilio produce una obra que es muy libre, con un trasfondo político. El primer Berimbau fue bautizado como Monumento a los Derechos Humanos en San Pablo, entonces hoy también están vinculados a ese tipo de espacios”, comenta la curadora. En total existen 7 Berimbaus, el original se encuentra en la Pinacoteca de San Pablo; otro de proporciones monumentales se aloja en el Parque de la Memoria; el que se presenta en la muestra es un comodato del Museo de la Memoria de la ciudad, y hay, entre otros espacios, uno en Neuquén, y otro en la Universidad de San Martín.
Durante los ‘80, desarrolló un grupo de instrumentos musicales con los que realizó varios conciertos-performances de “música no figurativa”, como la llamó, en el SESC de San Pablo, en una Iglesia en Belo Horizonte, por ejemplo, y cuando regresó a Argentina recreó estos instrumentos.
Es en el nuevo milenio cuando retomó esa construcción optimizando los elementos para su mejor sonido, “junto a Nicolás Salonia, que si bien no era luthier, sí trabajaba con el acero” y los presentó en el Centro de Experimentación Sonora del Teatro Colón. Allí contó con la participación de la bailarina y coreógrafa Gabriela Prado, la música Carmen Baliero, la soprano Adriana Martínez, Maitén Zamorano Ferrari (yoga), Ezequiel Finger, el violoncello de Martín Devoto y el clarinete de Martín Moore.
“León concibió esta idea de obra múltiple, de autorizar a que se puedan hacer cantidades de obras. Por ejemplo, serializaba un grabado y ponía Serie X/infinito, no las numeraba, jugaba un poco con esta solemnidad de lo implica la obra única. Entonces, en ese sentido, encontrarnos bocetos que no se habían realizado, y haber tenido un poco ese guiño de que él podía haber habilitado a que se reprodujeran, nos hizo, junto al apoyo de la Fundación, avanzar en la realización de instrumentos”, explica Revale.
Y agrega: “Durante la investigación, en el galpón en Tigre en el que Léon realizó los instrumentos con Nicolás Salonia, nos dijo que tenía algunos materiales que habían comprado y que le habían sobrado en ese entonces, como varillas de diferentes grosores, que se utilizaron en las piezas nuevas”.
Para los nuevos instrumentos se siguieron las instrucciones que el propio Ferrari había realizado en sus cuadernos. “León era muy metódico y registraba en cuadernitos desde las ventas, las producciones, los regalos, sus ideas, todo, y en esos años, en los cuadernos que van del 79 al 83, tiene muchos de los bocetos de estos instrumentos que hizo en San Pablo, como el Berimbau, los cajones, el que hoy se llama Medusa, que es un instrumento colgante muy hermoso. Tenía un montón de otros bocetos con anotaciones que ponía ‘este no lo hice’, esto se puede probar’, ‘estaría bueno hacerlo de esta forma’”.
*León Ferrari. Otra música, en la Fundación San Cristóbal de Rosario, Italia 646, Rosario, Santa Fe. Hasta el 1 de diciembre, con entrada libre y gratuita. Durante la Quincena del Arte de Rosario (5QAR2022), del 16 al 29 de octubre, se realizarán una serie de activaciones en la muestra, en especial durante la Noche de los Museos, el viernes 28 de octubre, cuando los espacios estarán abiertos desde las 18 hasta las 00 horas. Ese día se realizará una visita guiada para personas con capacidad visual disminuida, organizada junto con el Museo Castagnino+Macro.
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