Este sábado, las salas de la Fundación Proa, ubicada en el barrio de La Boca, fueron el escenario perfecto para el desfile de moda organizado junto a la Cátedra Saltzman de la carrera de Diseño de Indumentaria de la Universidad de Buenos Aires. Con trajes innovadores, tejidos, telas de colores, recortes, texturas exuberantes y la inclusión de elementos de descarte como vasos plásticos, cápsulas de café y radiografías usadas, el desfile se desplegó como un gran acto performático de vanguardia, inspirado en la exhibición actual.
Los estudiantes realizaron un trabajo de investigación previo, junto al equipo de educación del museo, acerca de la muestra Laberintos, abierta hasta el mes de noviembre y curada por Mayra Zolezzi y Cecilia Jaime. En diálogo con Infobae Cultura, Andrea Saltzman, titular de la cátedra organizadora, afirmó: “Tomamos referentes del campo del arte, en este caso de la muestra Laberintos, que es un concepto muy amplio y muy fuerte hoy, muy contemporáneo que nos daba mucha amplitud. A partir de ahí, lo que hicimos fue sumar ese referente en función de ejercicios. Por ejemplo, trabajar el tejido como una trama laberíntica, tomar la figura del minotauro o realizar estampas a modo de tatuajes entendiendo el cuerpo como un gran laberinto en sí mismo”.
El desfile además contó con la presencia de coreógrafos como Agustina Sario y bailarines, que desplegaron un show artístico innovador y lucieron los diseños al ritmo de la música en vivo. “Realizar un evento como un desfile es una oportunidad para seguir explorando los temas que se trabajan en la exhibición de un modo performático y desde un lugar educativo”, afirma Cecilia Jaime, curadora de la exhibición.
Sobre la muestra
La muestra Laberintos es una propuesta expositiva que rastrea ejemplos de uso de esta forma-símbolo en las artes visuales, la literatura y el cine. Cuenta con artistas nacionales e internacionales, obras interactivas, grabados, dibujos, pinturas, fotografía, e instalaciones. Es una muestra completa, compleja, que hace pensar. “Es una propuesta que hace hincapié en el arte contemporáneo porque la línea de Fundación Proa es esa, principalmente presentar proyectos del siglo XX y XXI, pero como es un tema que atraviesa la historia de la humanidad, hicimos una especie de anclaje histórico con algunos manuscritos medievales y del Renacimiento que ya empiezan a problematizar la cuestión del laberinto”, afirma Mayra Zolezzi, curadora de la exhibición.
El espacio se organiza en distintos núcleos temáticos e inicia con la video instalación “LABIRINTI. Storia di un segno” en una sala inmersiva 360°, con textos de Umberto Eco, que introduce la historia del laberinto a través de la historia. Luego, aborda el eje de las ciudades como laberintos a través de una destacada selección de obras de Xul Solar, Pablo Siquier, Jorge Miño, Edgardo Giménez, León Ferrari, Regina Silveira y la instalación de Dan Grahan, realizada especialmente para la Fundación y emplazada en el centro de la sala. Párrafo aparte requiere la inclusión de cuatro aguafuertes, pertenecientes a la Serie Prisiones, del artista italiano Giovanni Battista Piranesi (1720 - 1778), quien realizó más de 2000 grabados y fue un referente de ese campo en la historia del arte.
En la tercer sala, se aborda el cruce entre los laberintos y la literatura, a partir de una aguda selección de fotografías, documentos y frases de escritores como Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Láinez, Umberto Eco y Julio Cortázar; y se pone en diálogo la figura del Minotauro a través de la exposición de 13 tapas intervenidas por grandes artistas de la revista “Minotaure”, fundada en 1932 por Albert Skira y editada por André Breton, Pierre Mabille y E. Tériade. Un ejemplo que da cuenta de la importancia de esta figura en las vanguardias artísticas y cómo ellas supieron reinterpretar el concepto del mito de Teseo y el Minotauro. Por su parte, en el auditorio, se rinde homenaje al cine con una pieza audiovisual realizada en Proa que recorre fragmentos de películas inspiradas en el laberinto, con imágenes que van desde Orson Wells hasta David Bowie, desde 1920 hasta nuestros días.
Por último, la fase final del recorrido plantea una reflexión sobre el laberinto como estado interior, a partir de las obras de Michelangelo Pistoletto, Horacio Zabala y Javier Bilatz, y la recreación de la obra de Yoan Capote sobre los lóbulos cerebrales y los dibujos anatómicos del laberinto auditivo. “Empezamos con manuscritos medievales, el primero data del 800 DC y llegamos al último laberinto que es el de Javier Biliatz, que incorpora la tecnología para dar cuenta de la permanencia de este tema a través de la historia”, afirma Mayra Zolezzi.
Si bien la muestra recorre la historia del arte, su propósito final se ancla en el presente, en la relación de esta temática con el contexto en el que vivimos para buscar reflexionar y abrir nuevos campos de sentido a los espectadores. “Es interesante pensar que tanto a nivel mundial, contextual y personal uno se puede sentir dentro de un laberinto, y si pensamos que los laberintos son estructuras en las que hay una salida, la idea es que la muestra tenga una sensación esperanzadora. Venimos de una situación pandémica, venimos de una crisis pero no obstante desde el arte podemos reflexionar y encontrar caminos posibles para llegar a otro lugar. Dejar un mensaje en ese sentido”, afirma Cecilia Jaime.
*La muestra permanecerá abierta hasta el 27 de noviembre en la Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929, CABA). Para más información, www.proa.org.
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