Los shows de Pat Metheny en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires previstos para el 13 y 14 de marzo de 2020 no se concretaron por obvias razones. Cuesta pensar que eso sucedió hace 2 años y 8 meses, pero fue así. Entonces, 2 años y 8 meses después, es tiempo de revancha.
En verdad, de placer para los oídos y emoción en los corazones de sus fans, que los hay y muchos desde que “Pat” (así se lo conoce, al menos en ese micromundo) irrumpió como notable guitarrista acompañante de Gary Burton primero y Jaco Pastorius después.
En diálogo con Infobae Cultura en aquel lejano-cercano marzo de 2020 a través del correo electrónico -así había solicitado que fuera la entrevista, para tomarse tiempo en responder extensamente por escrito-, Pat Metheny dio a conocer algunos elaborados puntos de vista sobre la evolución del sonido de sus grabaciones, los distintos soportes de audio que atravesó durante cinco décadas, y el impacto que ejercieron en su formación como músico Los Beatles y Miles Davis.Todo expresado en un depurado lenguaje y un exquisito estilo de redacción que no difieren en nada con su estilo para tocar la guitarra. Este es un resumen de aquella conversacion cercana a lo epistolar, con plena vigencia en la primavera 2022 que lo recibe en la capital argentina.
—Las versiones de “And I love her” (Beatles) y “I don’t know why” (Norah Jones) son tus canciones más escuchadas en Spotify ¿Te gusta que así sea? ¿Estás interesado, utilizas estas nuevas plataformas?
—Realmente no sigo nada de eso. Desde que estoy dando vueltas por ahí con esto de la música, ha pasado de LPs a cinta de 8 pistas, de casetes a los CDs de 44.1 Mhz, luego a mp3 y ahora lo que sea... Solo mantengo mi enfoque al 100% en la música en sí misma; todo lo demás está tan lejos de mi zona de interés así que simplemente no le presto mucha atención.
—Sobre las diferentes etapas de formatos de audio que mencionas, hay diferentes opiniones sobre la calidad de audio de cada uno. ¿Crees que la calidad se deterioró, como dicen algunos “puristas”? Más allá de eso ¿ves algún aspecto positivo en el sistema de streaming?
—Honestamente, la forma en que grabé todos los discos que hice durante casi 28 años (desde Secret Story) está en una resolución más alta (20 bits, luego 24 bits, ahora con 96k y mucho más) que el 99% de cualquiera que haya escuchado esos discos pudo apreciarlos. Nunca hubo un sistema de transmisión viable para audio de alta resolución, aunque finalmente parece estar llegando. Dicho esto... Si escribís una gran melodía, hacés un gran disco, tocás algo que nadie escuchó antes, inventas notas realmente geniales que aspiran y coinciden con los estándares de música que establecieron los maestros de los últimos cientos de años, no importa. Se comunicará y trascenderá a cualquier formato.
—Dijiste sobre tu álbum “From this place” que “es uno de los discos que estuve esperando hacer toda mi vida”. ¿Por qué?
—Creo que con esa declaración quise decir algo así como… Que quizás las habilidades que podría sentir que necesitaba para alcanzar un cierto nivel de maestría musical requerida para hacer un disco como éste, todavía no estaban completamente en su lugar hasta ahora.
—En varias entrevistas contaste que Los Beatles primero y Miles Davis después potenciaron tu interés en hacer música. ¿Podrías explicar cómo, cuándo y por qué sucedió así?
—En mi familia todos eran trompetistas. Yo también, comencé a tocar cuando tenía ocho años. Pero encajo cronológicamente en ese grupo demográfico de personas que vieron a los Beatles a principios de los años 60 en el programa de Ed Sullivan. De repente, la guitarra ganó un lugar en la cultura que la llevó de ser simplemente un instrumento musical a un emblema casi icónico de todo lo que estaba por suceder. Donde mi historia difiere de los otras millones de personas que se interesaron por el instrumento en ese momento fue que también escuché a Miles Davis, poco después de comprar una guitarra. Entonces me dediqué a querer entender de qué se trataba esa música. Quiero decir, lo que amo es la creatividad. Realmente no me importa mucho el estilo. De hecho, ni siquiera sé en qué estilo están las cosas hasta que lo pienso. Solo escucho buenas notas, alma, espíritu, ideas, sonido, etc. Tanto Los Beatles como Miles Davis representan, en mi opinión, el nivel más alto de creatividad alguna vez alcanzado en la historia de la música popular del siglo XX.
—En tu disco From This Place hay una canción titulada “America Undefined”. En ambos casos, ¿tuvo que ver con la presidencia de Donald Trump? Fuiste muy crítico con su gobierno. ¿Podrías decirnos por qué?
—Creo que lo que representa la buena música a menudo trasciende a la cultura en la que está hecha, incluso cuando está profundamente condicionada por el tiempo en que ocurre. En este momento hay grandes desafíos culturales y políticos que todos tenemos que enfrentar. El lenguaje de la música puede servir como un ideal para muchos de los objetivos a los que parece que aspiramos colectivamente. Como músico, es importante intentar representar cosas a las que nos sentimos fieles. Puede que a veces no parezca mucho, pero realmente creo que al final, hace la diferencia.
La música se revela continuamente como algo superador y extrañamente impermeable a los altibajos en los detalles transitorios que incluso pudieron haber influido al momento de su concepción. La música conserva su naturaleza y espíritu incluso cuando la cultura que la contiene parece desvanecerse, al igual que la suciedad alrededor de un diamante es olvidada a medida que el diamante brilla. Creo que la palabra “suciedad” es apropiada para nuestra condición actual, aquí en Estados Unidos. Igualmente debo decir que las personas que dentro de 100 años escuchen esta música, no recordarán (ni les importará) quién estaba en el poder político en el momento en que fue creada.
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