(Desde Biarritz, Francia.) Un pueblo de pescadores del país vasco francés que fuera “descubierto” y transformado en ciudad balnearia y polo turístico a mediados del siglo XIX por célebres visitantes como el escritor Víctor Hugo y la emperatriz Eugenia, que mandó, en 1855, a construir el imponente Hotel du Palais, Biarritz es una ciudad que inspiró a muchas otras de similar estilo, desde la elegante San Sebastián, ubicada a tan solo 40 kilómetros pero del lado de España, hasta la argentina Mar del Plata, armada para la aristocracia local de aquel entonces siguiendo modelos inspirados en esta ciudad que da al mar Cantábrico. Es difícil pasear por el centro de esta ciudad y no ver las similitudes arquitectónicas que tiene con la ciudad balnearia argentina.
El casino, construido en 1901, sigue siendo uno de los polos de la ciudad y el centro de las actividades del Festival de Cine Latinoamericano que comenzó el lunes, evento que ofrece una amplia representación de películas nuevas y clásicos de cine del continente y que se extenderá hasta el domingo 2 de octubre en esta bella ciudad de la costa francesa, cuyo pasado aristocrático se siente en buena parte de sus calles. Se trata de un evento que excede lo cinematográfico, ya que también habrá aquí conciertos, encuentros literarios, exposiciones y debates, con presencia de cineastas, escritores y músicos de toda América Latina.
El foco temático de este año es el Bicentenario de la Independencia de Brasil, por lo que se le ha dado “carta blanca” al cineasta Kleber Mendonça Filho (Aquarius, Bacurau) para programar un ciclo con películas clásicas y recientes de su país, incluyendo obras maestras históricas como Cabra marcado para morrer, de Eduardo Coutinho (1984); Dios y el diablo en la Tierra del Sol, de Glauber Rocha (1964) y Pixote, de Héctor Babenco (1981) junto con otros notables títulos recientes, como Mato seco en chamas, de Adirley Queirós y Joana Pimenta; Arabia, de Affonso Uchôa y Joâo Dumans, y Azougue Nazaré, de Tiago Melo, entre otras.
La película de apertura fue la argentina El suplente, de Diego Lerman, que viene de ganar el premio a la mejor actuación de reparto en el Festival de San Sebastián para Renata Lerman, hija del realizador. Se trata de un sólido drama acerca de un escritor, interpretado por Juan Minujín, que empieza a trabajar como profesor de literatura en una escuela de un barrio carenciado rodeado de problemas con el narcotráfico.
El festival de Biarritz propone tres secciones competitivas. Una de largometrajes de ficción, otra de cortometrajes y una tercera, dedicada a documentales. En la primera se verán, entre otras, la película chilena 1976, de Manuela Martelli; las argentinas Sublime, de Mariano Biasin y Punto rojo, de Nicanor Loretti; la reciente ganadora de la Concha de Oro de San Sebastián Los reyes del mundo, de Laura Mora; el drama costarricense Tengo sueños eléctricos, de Valentina Maurel (ganadora, también en San Sebastián, de la sección Horizontes Latinos); el film de horror mexicano Huesera, de Michelle Garza Cervera, y Vicenta B., de Carlos Lechuga (Cuba).
La competencia de documentales incluirá a la colombiana Alis, de Clare Weiskopf y Nicolas Van Hemelryck; la chilena El veterano, de Jerónimo Rodríguez; las argentinas Las delicias, de Eduardo Crespo y Luminum, de Maximiliano Schonfeld, y la mexicana Teorema de tiempo, de Andrés Kaiser, entre otras.
Otros films importantes se verán fuera de competencia. Argentina, 1985, de Santiago Mitre, será la película de clausura, mientras que se verá también el documental chileno Mi país imaginario, de Patricio Guzmán. Otras tres películas latinoamericanas que pasaron por el reciente Festival de Cannes se verán también fuera de concurso. Ellas son las colombianas Un varón, de Fabián Hernández, y La jauría, de Andrés Ramírez Pulido, junto con Domingo y la niebla, de Ariel Escalante Meza, de Costa Rica.
Entre las actividades extracinematográficas se destaca un encuentro con el célebre escritor cubano Leonardo Padura (el autor de El hombre que amaba a los perros y La novela de mi vida, entre muchas otras) y con la novelista y guionista brasileña Patrícia Melo, quienes participarán además de un encuentro sobre la novela negra en América Latina, que tendrá lugar el viernes 30. No solo hay cine en Biarritz.
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