La fuerte carga simbolista Edvard Munch, más allá de “El grito”, se revela en París

El Museo de Orsay presenta la muestra “Un poema de vida, amor y muerte”, con las principales obras del artista noruego. En todas ellas se pueden apreciar sus obsesiones: melancolía, angustia, celos y por supuesto, la muerte

Guardar
Un visitante fotografia el cuadro 'Ánimo enfermo al atardecer. Desesperación' por el artista noruego Edvard Munch (1863-1944) en exhibición en el Museo de Orsay en París
Un visitante fotografia el cuadro 'Ánimo enfermo al atardecer. Desesperación' por el artista noruego Edvard Munch (1863-1944) en exhibición en el Museo de Orsay en París

En Noruega es una figura nacional, pero fuera de sus fronteras, el pintor Edvard Munch es a menudo reconocido simplemente por ser el autor del icono expresionista El grito. Por ello, el Museo de Orsay de París se ha empeñado en recuperar una amplia representación de su obra, “un poema de vida, amor y muerte”.

En su intento por restablecer y acercar al público a las grandes figuras que marcaron el camino de la modernidad, francesa e internacional, el Orsay ensalza la fuerte carga simbolista de la obra de Munch, que anclado en los principios del siglo XIX supone un nexo elemental con las vanguardias.

“La exhibición da una visión muy representativa del trabajo de Munch. Fue un artista muy productivo y aquí se puede ver que trabajó temáticas diversas así como su evolución”, dijo en la presentación a la prensa el director del Museo Munch de Oslo, Stein Olav Henrichsen.

Una visitante toma una fotografía de la pintura 'Los bañistas' del artista noruego Edvard Munch (1863-1944)
Una visitante toma una fotografía de la pintura 'Los bañistas' del artista noruego Edvard Munch (1863-1944)

Henrichsen aplaudió la elección de los comisarios de la muestra, abierta del 20 de septiembre al 22 de enero de 2023, de no hacer una muestra cronológica sino temática, que permite ver cómo Munch volvía a retomar símbolos e imágenes a menudo veinte años después de la primera representación.

Un regreso a París importante para el recuerdo del artista, que vivió allí en su juventud una estancia que marcó su formación, sus vínculos amistosos y su particular sentido de la perspectiva y de la estética.

“En las composiciones de Munch vemos siempre estos planos largos, con un personaje en primer plano y una perspectiva de fuga que es muy sorprendente, muy vanguardista, y que firma una gran parte de sus cuadros”, comentó la curadora de la exhibición, la directora del Museo de l’Orangerie Claire Bernardi.

Detalle de la pintura 'La noche en la calle Karl Johan', que forma parte de "Un poema de vida, amor y muerte"
Detalle de la pintura 'La noche en la calle Karl Johan', que forma parte de "Un poema de vida, amor y muerte"

El título de la exposición, Un poema de vida, amor y muerte, refleja los intereses del artista que explora de forma obsesiva en su obra la melancolía, la angustia, los celos o el sufrimiento en las relaciones amorosas y la muerte.

A menudo hay varias versiones de una misma obra, o una postura que se repite de forma incesante en grabados, dibujos y lienzos.

El grito, del que también hay varias representaciones, no está en la muestra, pero sí un grabado de la obra y una interesante precuela en la que se ve el mismo escenario, la composición y el cielo rojo que anuncia la agonía que se verá más tarde en el rostro descompuesto de una figura fantasmagórica.

Una litografía de 'El Grito' estará expuesta hasta el 22 de enero de 2023
Una litografía de 'El Grito' estará expuesta hasta el 22 de enero de 2023

“Sentí un grito que atravesaba la naturaleza”, escribió sobre esta representación en sus diarios, donde dejó reflexiones que ayudan a comprender una obra introspectiva, que explora los fantasmas propios, como muestran las sombras que a menudo persiguen a sus personajes: “No morimos, es el mundo quien nos abandona”, anotó.

“En sus obras a menudo tenemos un personaje que nos mira o nos da la espalda desde un primerísimo plano, y después un segundo plano con siluetas que se van hacia el fondo. Nos recuerda al cine, a una narración que va de una obra a otra”, comenta Bernardi, que destaca la modernidad del noruego.

La curadora señala también sus estrechos vínculos con dramaturgos de la época, para los que creó escenarios, y que recrea en algunos cuadros de interior con composiciones y encuadres muy potentes y vanguardistas.

El Museo de Orsay en París presenta una muestra con las obras de Munch, pero excluye a "El grito"
El Museo de Orsay en París presenta una muestra con las obras de Munch, pero excluye a "El grito"

“Estos personajes de primer plano son una forma de interactuar con el espectador, de llamarnos a sumergirnos en el lienzo. A veces podríamos pensar que es también un repelente, algo que nos impide entrar en su mundo, un tanto fantasmagórico, de traumas y angustia”, explica Bernardi.

La exposición, la gran apuesta del Orsay para esta temporada junto a la retrospectiva de la artista Rosa Bonheur por el bicentenario de su nacimiento, estará acompañada de un gran número de actividades paralelas, como la emisión de un documental sobre el artista en France Télévisions, pero también conferencias, debates y lecturas en el propio museo y en centros asociados.

Fuente: EFE

SEGUIR LEYENDO

Guardar