El Festival de Cine de San Sebastián está en marcha con importante presencia latinoamericana

Desde San Sebastian, España. Con la presentación de El suplente, la nueva película de Diego Lerman, dio comienzo el sábado la participación argentina y latinoamericana en la competencia oficial del Festival de San Sebastián, que arrancó en la noche del viernes con el thriller español Modelo 77, de Alberto Rodríguez. Si bien el festival donostiarra no se suspendió durante los dos años más intensos de la pandemia –en los que cientos de eventos de este tipo pasaron a hacerse de modo virtual–, este 2022 funciona a modo de verdadero reencuentro con el público y la industria, ya que los años anteriores se hicieron con la mitad del aforo, casi sin eventos sociales ni fiestas y con una serie de cuidados que ya han sido prácticamente olvidados en esta bella ciudad del País Vasco.

La emoción se notaba en las caras de la gente, en los reencuentros de viejos conocidos que estuvieron mucho tiempo sin verse y hasta en los organizadores del festival, que han tenido que volver a lidiar con la intensidad de antaño. La vuelta del turismo, la inflación –que no tendrá las características argentinas pero que a los europeos asusta– y los problemas generados por el cambio climático son otros de los temas que rodearon una noche de apertura festivalera en el que la ciudad estaba más pendiente en realidad de los resultados de España frente a Alemania en el torneo Eurobasket 2022 (ganó España, 96-91). El cine tendrá su llegada masiva, pero es difícil competir con el deporte, aquí y en casi todas partes.

El suplente, la película del realizador de La mirada invisible”, tiene como protagonista a Juan Minujín en el rol de Lucio, un escritor que atraviesa una crisis creativa y personal (se acaba de separar y su hija está particularmente conflictiva) y que consigue trabajo como docente de Literatura en una escuela secundaria del Dock Sud, en las afueras de Buenos Aires. A lo largo del film, en el que trabajan también el actor chileno Alfredo Castro, la actriz hispano-argentina Bárbara Lennie, Agustín Rittano y María Merlino, entre otros, Lucio se verá involucrado en los conflictos en los que se meten algunos alumnos suyos con un narcotraficante de la zona que opera en el colegio. Un poco a la manera del cine de Laurent Cantet (Entre los muros), la película de Lerman podría verse como la tercera parte de una trilogía que incluye a Refugiado” y a Una especie de familia, cuyos protagonistas son personajes de clase media que se ven envueltos en problemas y asuntos por fuera de sus ámbitos habituales de circulación y en los que intentan involucrarse pese a que su presencia no es particularmente bienvenida.

“Me interesaba mostrar cómo la idea del policial pasaba de la clase de Literatura a la realidad –explica Lerman–. Y la historia de este profesor en crisis y lo que le pasa cuando entra a trabajar en la escuela servía para eso y para hablar también de los maestros que se implican en lo que pasa con sus alumnos por fuera del aula. La historia tenía además una metáfora futbolera que me parecía simpática: cómo alguien pasa de ser suplente a titular en su propia vida.”

Minujin, protagonista casi excluyente de la historia, dice que lo que más le interesó del proyecto, además de “las capas que tenía el personaje, era mostrar la importancia del trabajo de los docentes en ese contexto complicado, como contenedores y apoyo de los alumnos”. A Alfredo Castro, quien encarna al padre de Minujin en la película, le impresionó “la cantidad de relatos que tiene la película. La idea de volver a la solidaridad y dejar de lado la cultura de la selfie, del individualismo. Mi personaje lo dice en la película: ‘nadie se salva solo’ Y creo que El suplente habla fundamentalmente de eso”.

La participación latinoamericana en San Sebastián es históricamente muy amplia y tan solo el viernes se exhibieron Mi país imaginario, el documental del chileno Patricio Guzmán que pasó por Cannes; Diarios, un compilado de piezas breves y personales del documentalista argentino Andrés DiTella y la tragicomedia brasileño-argentina Carbón, de Carolina Marcowicz. El sábado, además de El suplente, fue el turno del premiado drama mexicano Dos estaciones, de Juan Pablo González que trata sobre la crisis de la industria del tequila; de 1976, de Manuela Martelli, drama chileno que pasó por Cannes sobre una mujer de clase alta que se involucra en la resistencia al gobierno de Augusto Pinochet y de la primera función (el estreno oficial será el domingo) de otro de los títulos más esperados aquí: Argentina, 1985, de Santiago Mitre, la película sobre el Juicio a las Juntas que protagonizan Ricardo Darín y Peter Lanzani, muy celebrada tras su paso por el Festival de Venecia. El film se estrenará en salas de cine el 29 de septiembre y un mes después estará disponible en Amazon Prime Video.

La película del director de El estudiante y La cordillera tiene como protagonistas centrales a los fiscales Julio Strassera (Darín) y Luis Moreno Ocampo (Lanzani), los encargados de la acusación civil a los nueve miembros de las tres primeras juntas de la dictadura que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983. El film se inicia mostrando el complicado proceso de investigación que los fiscales fueron desarrollando con la ayuda de un equipo jovencísimo de colaboradores, ya que en esos años no muchos abogados reconocidos se atrevían a meterse con una fuerza militar todavía muy poderosa y, de hecho, hasta el gobierno de Raúl Alfonsín tenía sus dudas al respecto (algo que quedó en evidencia con las leyes posteriores de Punto Final y Obediencia Debida). De ahí la película pasará a poner el eje en lo que sucedió en Tribunales durante el juicio, con sus duros testimonios y sus momentos de nerviosismo, tensiones y amenazas.

Con inusual humor (teniendo en cuenta el tema que trata) pero también con momentos muy duros, emotivos y excelentes actuaciones de un elenco que incluye a Alejandra Flechner, Norman Briski, Héctor Díaz, Claudio Da Passano, Laura Paredes, Agustín Rittano y Alejo García Pintos, entre muchos otros, Argentina, 1985 no solo es un aporte fundamental a la memoria histórica –al recordar el juicio a los principales responsables de la desaparición de personas durante la dictadura– sino también una película entretenida, inteligente y bien narrada que logra contar un evento clave de la democracia desde un punto de vista muy particular.

Entre otros títulos valiosos que se vieron acá en los dos primeros días estuvo también Un año, una noche, film del realizador catalán Isaki Lacuesta que tiene como protagonista al actor argentino Nahuel Pérez Biscayart. La película se basa en la historia real de un sobreviviente español al atentado terrorista que tuvo lugar en el Bataclán, en París, teatro en el que tocaba la banda Eagles of the Death Metal, en noviembre de 2015. Y en ella se cuentan sus vivencias –y las de su novia– antes, durante y después del hecho de una manera muy inmersiva y por momentos conmocionante.

La otra llegada importante del sábado es la de Juliette Binoche, cuyo rostro puede verse en toda la ciudad ya que es la imagen de esta 70° edición del festival. La actriz recibirá un Premio Donostia a su carrera en una gala que tendrá lugar el domingo por la noche y en la que se exhibirá Fuego, la película de Claire Denis que protagoniza junto a Vincent Lindon y Gregoire Colin. Un más que merecido homenaje a una de las grandes actrices de la historia, sin distinción de nacionalidad. El miércoles 21 será David Cronenberg el encargado de recibir el otro Premio Donostia de esta edición, que concluirá con la entrega de los galardones oficiales el próximo sábado 24.

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