Sarah Rivera: la diva catalana que inventó la mítica “revista porteña” en los años 40 (parte 2)

Una historia con condimentos policiales y políticos, una vida paradójicamente olvidada, de quien creó sin saberlo el género del teatro de revista en Argentina

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La diva catalana Sarah Rivera
La diva catalana Sarah Rivera

Una nueva vida y las navidades sin frío

A su llegada a la capital argentina, Sarah Rivera alquila un piso en la calle San José del centro de Buenos Aires a pocos metros de la Avenida de Mayo, como no podía ser de otra manera. La zona que concentraba la multitud de españoles que buscaban una vida mejor. En aquellos días, la Argentina era el granero del mundo y se vivía con opulencia y lejos de las dificultades europeas.

Sarah Rivera consigue su primer contrato en el cabaret Chantecler, a metros de la avenida Corrientes
Sarah Rivera consigue su primer contrato en el cabaret Chantecler, a metros de la avenida Corrientes

Casi un año después tiene su primer contrato de trabajo en el cabaret Chantecler, uno de los más conocidos de Buenos Aires a pasos de la avenida Corrientes, la Broadway porteña. La ciudad se había transformado en un centro de recepción de ambos bandos, conferencias de unos y otros, debates, peleas en las calles, exilios, dolor y más exilios con todas las consecuencias de esto.

Seguramente pensando en lo que pasaba en aquellos días y en lo que podría pasar, Sarah, con un pragmatismo muy opinable, en primer lugar se inscribe a la Central Nacional Sindicalista donde miente con la edad, puesto que en realidad tenía 28 y no 22 años, y apelando a su país de nacimiento, gestiona un pasaporte alemán en el consulado de ese país en Buenos Aires. Poco más tarde, se presentará en el Teatro Comedia con espectáculos de “picaresca”, los cuales renovaba cada semana.

Carnet del Sindicato de Espectáculos perteneciente a Sarah Rivera
Carnet del Sindicato de Espectáculos perteneciente a Sarah Rivera

Así participó de “elaborados” títulos como Se rifa una mujer, Mujeres Pasionales, Curvas Peligrosas, Amor y Lujuria y Hasta la Raya no paro. Viaja además al interior de Argentina y a Montevideo, capital de Uruguay, formando la Compañía frívola de espectáculos de music hall.

Pasaporte alemán de Sarah Rivera
Pasaporte alemán de Sarah Rivera

Mientras se acelera la represión franquista y el flujo continuo de exiliados no para, el 10 de abril de 1938 los nazis hacen el acto más grande fuera de Alemania en el Luna Park de Buenos Aires. El ejército argentino se dividirá pronto en dos bandos, los que apoyarían a los aliados y los que simpatizaban con los nazis: el grupo GOU (Grupo de oficiales unidos), una sociedad secreta nacionalista creada por el Coronel Perón después de su viaje a Italia y Alemania en 1938, donde conoció y quedo deslumbrado por Benito Mussolini y con el fin de dar un golpe de Estado, según ellos, en 24 horas.

Sarah Rivera en el teatro de revista
Sarah Rivera en el teatro de revista

La madre de Sarah hace un intento de viajar a Argentina aprovechando su nacionalidad, pero le es imposible tanto conseguir un lugar en avión como llegar a Marsella para tomar un barco con destino a Buenos Aires con el consiguiente riesgo de ser bombardeados por barcos de guerra.

Anuncio de los espectáculos en los que participaba Sarah Rivera
Anuncio de los espectáculos en los que participaba Sarah Rivera

El año 1940 comienza para Sarah con un espectáculo de revista en el Teatro Casino de la calle Maipú casi esquina con la avenida Corrientes, su zona de actuación. Un pequeño teatro cerca de los grandes escenarios de la ciudad. Más tarde, y ya en shows donde también había orquestas de tango como la de Miguel Caló en el Singapur, se va haciendo más y más conocida por la noche de Buenos Aires. Este tipo de espectáculos nocturnos y de varietés que evolucionaron hasta el teatro de revista fueron con el paso de los años objeto de muchos análisis sociológicos y morales por el rol de la mujer en los mismos.

Anuncio de los espectáculos en los que participaba Sarah Rivera
Anuncio de los espectáculos en los que participaba Sarah Rivera

Varios escritores hablaban de cómo había evolucionado lo que sucedía en los escenarios de la ciudad como Osvaldo Sosa Cordero, que decía: “El género artístico varieté se fue mezclando con las casas de tolerancia (prostíbulos), donde se ofrecían espectáculos picarescos sin título de la obra, ni autores ni intérpretes, a pesar de que muchos famosos se iniciaron en estos espacios”.

Anuncio del Teatro Singapur
Anuncio del Teatro Singapur

El sociólogo y escritor contemporáneo argentino Juan José Sebrelli enriquece esto: “Más cerca del centro, se había enquistado una franja intermedia entre el puerto y la ciudad, en la zona de la avenida Alem, las calles 25 de Mayo y Reconquista, donde se amontonaban caóticamente hoteles de mala muerte, teatros chinos, librerías viejas, las cuales exhibían postales y libros pornográficos, casas de remates, salones de diversión, cafés conciertos desde donde las camareras gritaban a los clientes, teatros de revistas picarescos, todo esto mezclado con orquestas de calle, marineros achispados, vendedores ambulantes, trotamundos durmiendo en la calle... Esta algarabía y escenario se fue transformando lentamente hasta aproximadamente 1946″.

Sarah Rivera en el teatro de revista
Sarah Rivera en el teatro de revista

Sarah sube un poco de nivel una vez que ya está más arraigada en Buenos Aires y llega al mítico Tabaris, un verdadero templo de la noche de aquel momento. En el primer piso estaba el salón Alcazar, un complejo de entretenimiento y rincón de España en pleno centro de la ciudad. El lugar disponía de una cocina abierta desde las 24 a las 6 de la mañana. Así era la noche porteña.

Sarah Rivera en la cama de su chalet en Olivos
Sarah Rivera en la cama de su chalet en Olivos

Argentina no era ajena a los cambios que había en el mundo, puesto que el peronismo entraba en escena. En junio del 43, mediante un golpe de Estado el General Rawson toma el poder. Se disuelven los partidos políticos y el Coronel Perón es designado secretario de Trabajo con el asesoramiento de José M. Figueroa, un ex colaborador del español falangista Primo de Rivera. Sarah se compra un piso en el barrio norte de la capital de 165 metros cuadrados y un lujoso chalet en el barrio de Olivos, a metros de la quinta presidencial. Todo esto después de que solo hubieran pasado siete años de su llegada al país. También se compra un coche y logra que su madre finalmente visite Buenos Aires.

El nivel del lujo ostentado por Sarah Rivera levantó sospechas sobre el modo en que ganaba el dinero
El nivel del lujo ostentado por Sarah Rivera levantó sospechas sobre el modo en que ganaba el dinero

Este cóctel de gastos, sumado a las compras de joyas y regalos, ponen en observación al sistema de vida e ingresos de Sarah, puesto que parecía imposible que una bailarina pudiera ahorrar tanto en tan poco tiempo, pues también enviaba mucho dinero a su madre en España. Sobre este chalet se comentó mucho, no tan solo sobre los personajes que lo frecuentaban, sino también sobre su decoración. Famosa fue su cama con una cabecera en forma de ostra.

Juan Duarte
Juan Duarte

Como ejemplo además del despilfarro de dinero, organizaba costosas fiestas con champagne Pommery, a las cuales asistían muchos invitados de la política de la época. Entre ellos, Juan Duarte, playboy del momento y hermano de Eva Perón. Sarah continuaba actuando en el Tabaris, el lugar de moda donde Aristóteles Onassis, el millonario griego, lo cerraba frecuentemente para celebrar fiestas privadas con su amigo Alberto Dodero, otro millonario y amante de las mujeres bellas. Una de estas celebraciones contó con la presencia de Fritz Mandl, rey del armamento austríaco y dueño de la fábrica de municiones Hirtemberg de Viena, así como de diplomáticos alemanes y militares pro nazis argentinos, como los generales Pertiné y Molina.

Sarah Rivera fue un personaje central en la noche porteña de los años 40
Sarah Rivera fue un personaje central en la noche porteña de los años 40

Los servicios secretos ingleses y norteamericanos se interesaban por las listas de invitados de estos encuentros. Fritz Mandl, huido del nazismo puesto que era judío, había adquirido una gran casa en las afueras de la ciudad y había depositado 700 kilogramos de oro en barras en el Banco Central de Argentina.

Anuncios del espectáculo de Sarah Rivero junto a la Compañía Frívola
Anuncios del espectáculo de Sarah Rivero junto a la Compañía Frívola

Eran noches de cocó (cocaína) y morfina, y de abundante champagne, con costosas cenas con trufas del Perigord de Francia, importadas expresamente por avión, un estilo de vida muy lejano al de la joven que estudió en el centro de Barcelona y que no tantos años atrás cenaba pan con tomate. Sobre el Tabaris y la noche de Buenos Aires de aquel momento se habló y opinó mucho, puesto que sin duda fue el centro de un movimiento artístico-político, refugio de espías, servicios secretos, malvivientes, millonarios y artistas como Josefine Baker e, incluso, el lugar que le daría a Sarah los contactos necesarios para llegar a las grandes carteleras de los principales teatros. Su opulencia, sus vestuarios, sus joyas y la forma de expresarse, puesto que hablaba además del catalán nativo, alemán, francés, español e inglés, le daban un aire de mujer irresistible para los hombres y también para las mujeres.

La opulencia de Sarah Rivera y su forma de expresarse le daban un aire irresistible
La opulencia de Sarah Rivera y su forma de expresarse le daban un aire irresistible

*Basado en el libro inédito Sarah Rivera, la gallega en el país de los sudacas de Germinal Nogués (2003). Archivo Fotográfico: Sarah Rivera. Fotos de Juan Duarte y Eva Perón en España: Archivo General de la Nación de Argentina.

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