El Festival de Cine de las Alturas cierra su octava edición: la peruana “Manco Cápac” se llevó el premio a mejor ficción

El encuentro regional con sede en Jujuy tuvo este año una gran respuesta del público a lo largo de diez días. “Érase una vez en Venezuela” fue la ganadora como mejor documental

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Los ganadores de la octava
Los ganadores de la octava edición del Festival Internacional de Cine de las Alturas (Télam)

En el regreso a su formato original tras dos años de pandemia, el Festival Internacional de Cine de las Alturas vivió una edición que recuperó el lustre previo, con una importante participación del público tanto en las salas jujeñas como en las diferentes actividades que ofreció el evento, entre charlas, talleres y clases magistrales con varios representantes de la industria. La cita anual, que llega a su fin este domingo, sumó 120 películas en los cines y dispuso parte de su programación online para todo el país, con la posibilidad de ver durante el día de hoy las películas destacadas por el jurado. Hubo invitados especiales como Celeste Cid, Andrea Frigerio, Luciano Cáceres, Luis Machín y Diego Lerman, además de la presencia de muchos de los directores de las películas que se exhibieron. “El festival instaló que esta región sea un punto de convergencia del cine latinoamericano, y ello tiene un horizonte impredecible”, dijo su director artístico, Daniel Desaloms, en la ceremonia de premiación que se realizó el viernes por la noche en una de las salas del Annuar Shopping, en el centro de la ciudad.

Los maravillosos paisajes y atractivos turísticos que rodean a San Salvador de Jujuy le confieren una atmósfera particular al Cine de las Alturas, que cada año se va afianzando como una de las principales ventanas en la región para las producciones andinas, desde la Patagonia hasta el extremo norte de América del Sur. “Las ventajas de este festival es que vemos películas que no se ven en ningún lado; es una oportunidad de conocer la cultura y saber cómo viven nuestros hermanos latinoamericanos”, agregó Desaloms en el discurso de cierre de un encuentro que desde sus comienzos se caracteriza por la cálida atención a sus invitados, además de promover el intercambio entre todos los participantes y la articulación de otras miradas del cine vinculadas a las distintas realidades del continente. La edición de este año tuvo como invitado de honor a Brasil, que fue representado en su bicentenario con algunas producciones recientes.

Las salas tuvieron varias funciones
Las salas tuvieron varias funciones llenas a lo largo del festival

Manco Cápac, de Henry Vallejo, fue la ganadora de esta octava edición en la competencia internacional de ficción. La película del realizador peruano, que agradeció al festival en la entrega del premio, sigue austeramente los pasos de un joven que llega a la ciudad de Puno con una promesa de trabajo que nunca se cumple y debe sobrevivir entre penurias en el nuevo destino. En la categoría de documental el galardón máximo fue para Érase una vez en Venezuela, de Anabel Rodríguez Ríos, un retrato contemporáneo del país caribeño a través de la mirada de dos mujeres de una aldea pesquera enfrentadas ideológicamente por la experiencia del chavismo. Los tucumanos Pedro Uda y Lucas Melo, directores de Ahí vienen, recibieron un Andes de plata al mejor cortometraje.

La competencia oficial de ficción también distinguió al entrerriano Maximiliano Schonfeld como mejor director por Jesús López y a los colombianos Joan Gómez Endara e Iván Sierra por el guion de El árbol rojo. El filme Siete perros, de Rodrigo Guerrero, que emocionó al público en las salas, se llevó el reconocimiento especial de la gente. Dentro de la sección de documentales hubo una mención especial para Esquirlas, el documental de Natalia Garayalde sobre la voladura de la fábrica militar de Río Tercero, y también para la colombiana Toro, de Adriana Bernal-Mor y Ginna Ortega. Por su parte, los espectadores eligieron a la jujeña Mujer perseverante, de Soledad San Julián (Argentina), que homenajea la labor en plena puna de las tejedoras de la agrupación Warmi Sayajsunqo.

"Manco Cápac", de Henry Vallejo,
"Manco Cápac", de Henry Vallejo, fue elegida como la mejor película de ficción

El público también le otorgó su voto a la producción local Una pausa para la Madre Tierra, de Aldana Loiseau, en la sección de cortos NOA. Entre los galardonados en el espacio denominado WIP (work in progress) de las Alturas, que nuclea a las películas en desarrollo, se valoró con un incentivo el trabajo del rionegrino Juan Flores, quien presentó un adelanto de su obra Las fieras. Durante la gala de premiación se hizo además una pausa para homenajear a Julio Lencina, director de fotografía y coproductor jujeño fallecido recientemente, a quien se lo recuerda por sus trabajos en algunas películas significativas del cine nacional como La deuda interna y Los traidores.

La pantalla andina, una película filmada en Yaquispampa, la comunidad más aislada de Jujuy, fue la elegida para abrir el festival el viernes de la semana anterior. El documental realizado por la española Carmina Balaguer, una muestra de lo que puede el cine cuando se trata de llevar su experiencia más primordial a lugares recónditos, está en sintonía con una de las líneas fundamentales que rigen este evento, el cual no solamente tiene funciones en la capital jujeña, sino que busca hacer llegar las películas a otros puntos de la provincia. Hubo proyecciones móviles en las localidades de San Francisco, Tumbaya y Aguas Calientes, además de funciones diarias en Palpalá y en Tilcara. Con la impresionante vista de los cerros en el atardecer, la sala Capec tilcareña proyectó –entre otras– El perro que no calla, de Ana Katz, Erdosain, la más reciente película de Fernando Spiner y Ana Piterbarg, y El ruido del tiempo, de Rubén Guzmán, un híbrido de documental y ficción filmado en los alrededores de la Quebrada.

Andrea Frigerio y Luis Machín
Andrea Frigerio y Luis Machín estuvieron como invitados en la función de apertura. Facundo Morales y Diana Frey, organizadores del festival, los acompañan en la foto

Los proyectos jujeños y del noroeste argentino ganan cada vez un espacio mayor en el festival, como lo demostraron en esta octava edición Mujer perseverante, de Soledad San Julián, la primera película de la provincia en participar de la competencia oficial, la salteña Husek, de Daniela Seggiaro, un drama social con tintes de documental que reúne actores profesionales y miembros de la comunidad wichi en el Gran Chaco, o Wacay, mujeres del Tabacal, de Belén Revollo, que compitió en la sección WIP y se llevó una distinción institucional. Se puede ver el resultado del desarrollo audiovisual en la provincia, que ha crecido en los últimos años gracias al impulso de producciones locales y extranjeras a través de la film commission local, la escuela regional de cine de la Enerc y otros recursos que en adelante van a converger en la creación del nuevo instituto de artes audiovisuales que dispone la flamante ley provincial para el sector, promulgada el miércoles pasado mientras transcurría el festival.

"Wacay, mujeres del Tabacal", de
"Wacay, mujeres del Tabacal", de Belén Revollo, un proyecto en desarrollo que fue presentado en la sección WIP

“El Instituto, que funcionará como un ente autárquico, va a destinar al menos el 25% por ciento de su presupuesto a un plan de fomento anual para la actividad y los realizadores de la provincia, con líneas específicas de beneficios para las producciones locales y para coproducciones con otras provincias y países, además de capacitaciones y becas que permitan participar de los proyectos que se desarrollen en Jujuy”, le dijo Facundo Morales, uno de los impulsores de la ley y productor del Festival de Cine de las Alturas, a Infobae Cultura. La nueva ley también creará el Archivo Fotográfico y Audiovisual de Jujuy, con el fin de preservar y conservar tanto el patrimonio y el acervo de estas dos disciplinas como también las producciones audiovisuales que se generen de acá en adelante.

La nueva ley audiovisual invita a soñar con un crecimiento a futuro tanto del festival como de las producciones jujeñas. “Antes no había donde presentar un trabajo. El festival contribuyó a que aparezcan vocaciones cinematográficas o audiovisuales y con la creación del instituto seguramente tendremos más material con origen productivo en las provincias”, le dijo a Infobae Cultura la productora ejecutiva del Festival Internacional de Cine de las Alturas, Diana Frey. “Estamos muy conformes con lo que fue la programación de este año y la organización del evento. Nuestro nombre tiene que ver con los Andes pero también es una metáfora de calidad”, apuntó luego de la premiación.

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