“Come from away” nos devuelve la fe en los seres humanos

En un nuevo aniversario de los atentados del 9/11, el musical cuenta una pequeña gran historia. De cómo los habitantes de un pequeño pueblo canadiense (Gander, isla de Terranova) recibieron y contuvieron a miles de pasajeros, cuyos vuelos fueron desviados a ese remoto destino

Tráiler del musical "Come from away", con dirección de Carla Calabrese y producción de The Stage Company.

Basada en hechos reales, Come from away cuenta la historia de un pueblo canadiense que en un lapso de nueve horas recibió 32 aviones de distintas partes del mundo cuando se cerró el paso aéreo de Estados Unidos, tras los atentados a las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001. Hoy hace 21 años.

El 11/9, cuando dos aviones se estrellaban contra las Torres Gemelas en Nueva York, otro explotaba contra el Pentágono en Washington, D.C. y otro más, presuntamente dirigido a la Casa Blanca, se estrellaba en Pennsylvania, el espacio aéreo estadounidense se cerró. Todos los aviones que volaban, debieron aterrizar inmediatamente en el aeropuerto más cercano y todos aquellos que venían de afuera debieron desviar sus rutas a otros aeropuertos fuera del país. Canadá y México fueron los receptores de la mayor cantidad de vuelos internacionales que ya no podían volver a sus lugares de origen.

Entre tantos aeropuertos de Canadá se encuentra el de Gander, un pueblo situado en la isla Terranova, al noroeste del continente. Cuenta hoy con algo mas de 11.000 habitantes. El aeropuerto de Gander supo ser el más grande del mundo cuando se creó en 1938 y fue el lugar de paso de los aviones que venían desde Europa que aterrizaban allí por paradas técnicas. A medida que los vuelos lograron más autonomía, el enorme aeropuerto que también había sido la base militar de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial entró en desuso. Para septiembre de 2001 apenas recibía diez vuelos diarios y no todos los días. En el pueblo discutían si era necesario preservar semejante lugar o convertirlo en un club o simplemente en un parque.

Se ve que el aeropuerto estaba esperando su gran oportunidad de volver a ser magnifico. Ese 11 de septiembre, en nueve horas, descendieron 32 aviones. Con ellos, llegaron casi 6.700 personas de 97 países diferentes. Muchos de ellos pasaron las primeras veinte horas encerrados en los aviones sin saber qué había pasado, hasta que las condiciones estuvieron dadas para su desembarco. Allí todos los pasajeros se encontraron con micros y colectivos escolares que los esperaban para llevarlos a lo que fue su hogar durante los siguientes cinco días.

"Come from away" se presenta en el Teatro Maipo

La gente del pueblo inició en ese momento una cruzada para atender las necesidades de los visitantes desprevenidos, angustiados y muy desorientados. Se oían muchos idiomas que nadie hablaba, culturas diferentes con horarios, costumbres, religiones que no siempre eran fáciles de congeniar. Hubo el ocasional miedo a pasajeros provenientes de países árabes, cuando se supo más en detalle la noticia, y más miedo y angustia. Pasajeros con necesidades específicas de medicina o dieta especial. En los aviones había mascotas y hasta unos chimpancés que viajaban al zoológico de Nueva York. Los habitantes del pueblo prepararon las escuelas, gimnasios, salones comunitarios e iglesias para recibir a quienes no habían podido bajar sus valijas de los aviones por cuestiones de seguridad. 32 aviones, más de seis mil personas, un pueblo amable.

Hubo que administrar comida y la ayuda que llegaba de otros pueblos. Se habilitó la cancha de hockey sobre hielo como un gran freezer para conservar los alimentos y, de a poco, los locales fueron invitando a los pasajeros a sus casas, donde podían estar más cómodos. Así se forjaron amistades que perduran hasta el día de hoy. No fue fácil, hubo miedos, peleas, discusiones, acuerdos necesarios para convivir en paz. Los niños necesitaban juguetes y los muchos bebés, pañales, todo lo necesario para el aseo y la vestimenta de mas de 6ooo personas con necesidades particulares. Los supermercados y negocios abrieron sus puertas y cada quien se pudo servir de lo que necesitaba, gratis.

David Hein e Irene Sankoff, los autores de Come from away (actualmente en cartelera del Teatro Maipo de Buenos Aires, con la producción de The Stage Company) entendieron que en este hecho tan puntual y absolutamente espontaneo había una gran historia para contar. Viajaron a Gander, se entrevistaron con todos los protagonistas y convirtieron la anécdota en un musical que abarca los claroscuros de esa semana en la que mas de 15 mil personas convivieron en una situación de angustia extrema, y que supieron llevar adelante la tragedia de manera comunitaria y solidaria.

"Come from away" se presenta en el Teatro Maipo

Come from away cuenta con una escenografía más que sencilla, una banda de siete músicos en escena y doce actores y actrices que nunca dejan la escena y hacen las veces de todos los personajes de la comedia. Las coreografías y un puñado de sillas junto con la iluminación arman el conjunto que se ve a lo largo de la obra y el armado es tan preciso que las sillas, los personajes y la música crean sin estridencias y con precisión, el espacio dentro de un avión, un micro, un bar o un gimnasio. El reparto en su conjunto interpreta cada uno a una variedad de personajes con solo cambiarse una camisa o ponerse un gorro.

La historia no deja afuera las verdades más duras. Una pareja de homosexuales que teme mostrarse por miedo a la reacción del pueblo; o los pasajeros africanos que creen que el Ejército de Salvación son soldados, las peleas por usar el teléfono y, sobre todo, el personaje de un chef árabe que sufre el rechazo de mucha gente que lo culpa por el atentado.

Come from away puede traducirse como “venidos de lejos” y es una invitación a pensar que siempre los humanos hemos sido capaces de hacer cosas maravillosas cuando se trata de los demás. De rescatar a alguien en problemas sin importar nuestro tiempo o nuestras propias preocupaciones. La historia cuenta las vidas y circunstancias de un grupo de personas que vieron su vida puesta patas para arriba de la noche a la mañana. Y es la historia de cómo supieron entender que si sus vidas se habían complicado, las vidas de todos aquellos que bajaron de los mas de 30 aviones sin saber qué pasaba realmente y luego la angustia de no saber qué era de las vidas de sus familiares especialmente en Nueva York, necesitaba su atención, su tiempo y amor incondicionales. Come from away es una magnífica comedia musical inspirada en una magnífica historia de resiliencia y comunidad que nos devuelve la fe en nosotros mismos.

* Come from Away se presenta los viernes y sábados a las 20.30, y domingos a las 19.30 en el Teatro Maipo (Esmeralda 443, CABA).

SEGUIR LEYENDO

Más Noticias

Percival Everett y Jason De León, ganadores del National Book Award 2024

El autor afroamericano por la novela “James” y el antropólogo filipino-mexicano por su estudio del tráfico de personas en la frontera con México, triunfaron en las categorías “ficción” y “no ficción”

“Las niñas del naranjel” de Gabriela Cabezón Cámara es la novela ganadora del Premio Fundación Medifé Filba

El jurado, compuesto por María Sonia Cristoff, Juan Mattio y María Moreno, eligió esta singular obra por su “potencial desestabilizador” y la forma en que “hace torsiones sobre el lenguaje para obligarlo a decir su verdad”

La conmovedora historia de Le Repos, una obra robada durante la ocupación nazi que impresiona en el Museo Van Gogh

La invasión del régimen alemán llevó a cabo uno de los mayores saqueos de arte de la historia; miles de obras pertenecientes a coleccionistas judíos fueron confiscadas o vendidas forzosamente. La pintura de Camille Pissarro que finalmente vio la luz

¿Descubrieron en un museo de Nueva York un vals escrito por Frederic Chopin?

En la Morgan Library & Museum en Manhattan encontraron una partitura manuscrita, que podría ser la primera nueva obra asociada con el compositor de la era romántica en casi un siglo

La cifra millonaria en la que se subastó la polémica banana de Cattelan

“Comediante”, la pieza de un plátano pegado a una pared con cinta, rompió todas las estimaciones. Justin Sun, fundador de la plataforma de criptomonedas Tron, aseguró ser el comprador en un comunicado de Sotheby’s