“Mujer perseverante”, el documental jujeño ovacionado en el Festival de Cine de las Alturas

La tercera película de Soledad San Julián, un retrato de las tejedoras warmi de la puna, se estrenó a sala llena y se llevó los aplausos del público local

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"Mujer perseverante", documental de Soledad San Julián sobre la agrupación de Rosario Quispe que compite en el Festival de Cine de las Alturas
"Mujer perseverante", documental de Soledad San Julián sobre la agrupación de Rosario Quispe que compite en el Festival de Cine de las Alturas

La nueva edición del Festival de Cine de las Alturas tuvo en estos días uno de sus momentos más emotivos con el estreno de Mujer perseverante, la primera producción jujeña que concursa en la competencia oficial de este evento. La película sobre la asociación de mujeres tejedoras Warmi Sayajsunqo (nombre en quechua que da título al film) contó en su función debut con la presencia en sala de las protagonistas, quienes acompañaron a la directora Soledad San Julián en lo que fue para algunas su primera experiencia dentro de una sala de cine.

Con un trabajo atento de fotografía que plasma en la pantalla los paisajes abiertos de la puna, el tercer documental de San Julián rinde homenaje a estas mujeres que 25 años atrás le pusieron el pecho al cierre de las minas y comenzaron a construir un futuro para los habitantes de la zona. A través de un sistema de microcréditos que fue tomado como ejemplo por la universidad de Harvard, la agrupación liderada por Rosario Quispe –nominada en 2005 al Premio Nobel de la Paz por esta labor– levantó en Abra Pampa un emprendimiento que da sostén a miles de familias de las comunidades aborígenes de la región y que comercializa a Europa y Latinoamérica –en alianza con empresarios nacionales– el 95% de la fibra de lana de llama que se produce en la Puna. La directora habló con Infobae Cultura luego de la segunda función.

Las warmis y el equipo de producción, en pleno rodaje
Las warmis y el equipo de producción, en pleno rodaje

¿Cómo surgió el interés de realizar esta película?

—Yo viví en la Quebrada por varios años y ahí fue donde conocí la historia de Rosario, hace más de una década. Más allá de que han sido un ejemplo para mí todo este tiempo, porque en lo personal me ha costado mucho hacerme un lugar en un territorio que no es el propio, el principal motivo por el cual quise contar la historia de ellas fue la perplejidad de que sean reconocidas en el exterior y que en su propia tierra no las reconozcan. Me daba mucha bronca que la gente de Jujuy no supiera que estas mujeres viven en su provincia. Primero viajé muchas veces a la Puna en plan de observación, hasta que en 2018 nos dieron el subsidio del INCAA y empezamos el proceso de preproducción. Creo que Rosario nunca me creyó que teníamos una película hasta este lunes que la estrenamos.

El documental cuenta la historia de estas mujeres más con imágenes que con testimonios. ¿Por qué elegiste este punto de vista?

—Son mujeres que las filmaron muchas veces para cadenas de televisión, siempre desde un lado más periodístico, y yo quería otro tipo de acercamiento. Mientras me preparaba para ir a filmarla supe que la película no iba a ser un documental tradicional de entrevista y voz en off con imágenes ilustrativas, sino que la idea era observar su mundo. Me parecía que era más acorde con cómo son ellas, porque la gente de la puna habla solo lo necesario. Fue un desafío contar 25 años de historia desde lo cotidiano, sin que ellas lo narren. No sé si lo logré, pero siento que me acerqué bastante. No había hecho este tipo de cine antes, mis otros documentales tienen un formato más tradicional.

La puesta en escena también indica que no es solo la historia de ellas, sino del lugar que habitan.

—Sí, la película quería retratar esa fuerte pertenencia a la puna. El espíritu de esta asociación tiene que ver con darle futuro a los pobladores que en la década de los 90, cuando se desarmaron las minas, debían emigrar a las grandes ciudades en busca de un futuro. Ellas no querían ese desarraigo y ahí empezaron con esta obra que hoy abarca mucho más, con distintas aristas. Actualmente están abocadas a la educación, que para ellas es el pilar de toda posibilidad de futuro, a preparar jóvenes para que puedan quedarse trabajando en la zona. Ellas lograron levantar la puna. Antes era solo un lugar para la gente que se iba.

¿Cómo es el rol de estas mujeres dentro de ese contexto adverso?

La sociedad jujeña es muy conservadora y machista, pero también muy matriarcal. Las warmis son un poco madres de mucha gente. Uno las puede ver acompañadas de sus hijos, sus nietos y sus maridos pero llevan un rol protagónico. Son las que están chequeando que todo funcione, las que se sientan a negociar con los empresarios y las que le generan un futuro a sus maridos y a sus hijos. Como productora me siento identificada con ese empuje organizativo.

¿Cómo definirías el trabajo de Senderos Films?

—Somos una productora especializada en lo que es el servicio de producción local. Les allanamos el camino a los que vienen de afuera a filmar, porque tenemos un conocimiento del territorio y una red de contactos muy amplia en toda la provincia. Hemos trabajado con cadenas como Netflix y también con documentales independientes. Somos parte de todo un proceso de crecimiento audiovisual en la provincia y en el NOA. Gracias al impulso del festival, de la film commission y de la ley que se acaba de sancionar, decidí también conformar La dama cine con Javier Díaz. Es la primera empresa dedicada al cine de ficción acá y ya tenemos nuestro primer financiamiento del INCAA para filmar el año que viene. La propuesta es poder producir desde la provincia cine de ficción y generar fuente de trabajo para los técnicos locales. Soy una militante muy fuerte del cine federal, que es una deuda pendiente que tiene el Estado y sobre todo del Instituto.

La producción audiovisual fuera de Buenos Aires suele tener un costo más alto. ¿Cómo los beneficia la nueva ley audiovisual de la provincia?

—Lo que nos va a permitir la ley es, por un lado, no depender del INCAA y poder acceder a fondos locales para la producción. Pero principalmente, creo que lo que nos va a otorgar es la posibilidad de coproducir, algo de lo que se habla poco en la región y que nos permite fortalecernos, tener más recursos, más salida y más visibilización. Entiendo que uno de los objetivos de la provincia es promover un Plan de Fomento para la coproducción. La idea es atraer producciones para que vengan a Jujuy.

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