“El mecanismo de Alaska”, un resumen de nuestra historia de amor por el teatro

Los protagonistas, autores y directores, integrantes del grupo Los Pipis, cuentan cómo surgió la obra que estrenan este domingo en Timbre 4. “Queremos acercarnos a las inquietudes de nuestra generación”, afirman en este texto

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Los Pipis Teatro (formado por Federico Lehmann y Matías Milanese)
estrenan "El Mecanismo de Alaska", este domingo 4 a las 18 hs. en Timbre 4 (México 3554, CABA)
Los Pipis Teatro (formado por Federico Lehmann y Matías Milanese) estrenan "El Mecanismo de Alaska", este domingo 4 a las 18 hs. en Timbre 4 (México 3554, CABA)

Nos conocimos en la Universidad Nacional de las Artes, estudiando actuación. Me acuerdo que Mati estaba alardeando sobre unos trabajos publicitarios que había conseguido (por los que estaba muy contento porque era lo primero que hacía profesionalmente) y Fede estaba teñido de naranja en un mambo medio alternativo raro de estudiante de actuación en el que había entrado. Nos enamoramos en pleno ejercicio de nuestras pasiones, con todas las contradicciones que las artes escénicas como disciplina trae aparejada en Buenos Aires, acrecentadas por el fervor y hambre juvenil de querer actuar. Era un momento de mucha apertura, descubrimiento de la sexualidad, pasamos mucho tiempo viendo teatro con los ojos enormes de asombro cuando nos encontrábamos con alguna “nueva forma” en alguna cita y después de eso, invertimos noches enteras debatiendo (muy acaloradamente a veces) al respecto de lo que habíamos visto.

Pasó mucho tiempo en el que tuvimos la suerte de trabajar en diferentes obras por fuera de la compañía, hasta que decidimos que podríamos hacer un buen equipo conjugando esas ganas y que quizás podríamos encontrar una potencia muy grande combinando nuestras dos formas de ver y hacer teatro (que son muy distintas en cuanto a qué es lo que nos gusta ver en escena, código de actuación, estéticas, etc.). Pero no hay nada más seductor que ver a alguien desenvolverse con pasión. Con estas ganas y con la necesidad de encontrarnos trabajando en proyectos que nos interpelaran, pensando en un teatro que le hablara directamente a la juventud y a sus inquietudes, que abriera paso a más artistxs diversos, historias disidentes; fundamos Los Pipis Teatro.

Federico Lehmann y Matías Milanese ganaron el premio Estímulo a la creación del Complejo Teatral de Buenos Aires
Federico Lehmann y Matías Milanese ganaron el premio Estímulo a la creación del Complejo Teatral de Buenos Aires

El mecanismo de Alaska es una obra que se hace cargo de esa historia fundante y la usa como punto de partida para escenificar. Si bien trabajamos en muchas obras como productora de teatro independiente en estos dos años que cumplimos como productora, esta última vuelve un poco al comienzo para hacerse cargo y tomar como punto de partida esa historia de amor (o pasión). El mecanismo de Alaska es un revisionismo sobre la propia historia y la Historia misma como mecanismo puesto en marcha, que posibilitó el encuentro de dos personas en la Universidad Nacional de las Artes, invocando a nuestras familias y a referentes que de alguna u otra forma incidieron en que hoy podamos estar contando con libertad y orgullo nuestra historia. Es además un homenaje al acto de creación, a la creatividad, al amor al teatro, una invitación a la reflexión sobre los sistemas de representación y su incidencia en la formación de las personas y, también, una excusa para pensar la descendencia.

Sin embargo la obra parte de una premisa simple y casi estereotipada, una pareja de pibes que encuentra un gatito abandonado en la puerta de un teatro y se propone criarlo. Desde este punto, casi biodramático se desprende una obra muy lúdica, que encuentra su fuerte en la interpretación, la verborragia y lo rítmico para disparar a un universo ficcional (casi de ciencia ficción). Creemos que el teatro es un experimento en vivo donde se puede combinar y poner a prueba las estéticas que se vinculan con nuestro deseo, nuestros dolores, las que nos representan. Como un laboratorio donde las piezas se relacionan con la pretensión de ponerlas en jaque, explotarlas, despedirlas, etc.

Los Pipis Teatro fue una respuesta a intentar hacer un teatro que se acerque a las inquietudes de nuestra generación. Sobre todo luego de la pandemia reivindicar el evento teatral pasa a ser casi lo más importante y el lugar desde el que nos paramos para comenzar a construir. Y por evento nos referimos a todos los protocolos, los encuentros, los pequeños ritos que componen al teatro. De ahí la idea de que muchas veces la obra devenga en recital o fiesta, que salga del edificio teatral y nos encuentre en otro espacios, que dialogue con otras disciplinas no excluyentemente artísticas.

Escena de "El mecanismo de Alaska"
Escena de "El mecanismo de Alaska"

Creemos que una de las ideas en las que se funda nuestra compañía es la apertura a recibir nuevos intérpretes y artistas, espectadores, espacios, disciplinas; sin perder de vista lo propio de las artes escénicas. Nos divierte poner en relación la representación con las diferentes materialidades que un espacio nuevo nos puede brindar. Un teatro habitado por la juventud, que abra puertas, que sea espacio de intercambio, de pensamiento crítico sobre la actualidad y sobre la misma tarea. Que solemnice el rito en pos de reivindicar y poner la obra como excusa de encuentro, de festejo, de homenaje, de irreverencia.

Trabajar juntos es algo que fuimos aprendiendo con el tiempo, entendiendo que en la diferencia está la potencia más grande. El complemento se da muy bien, Mati es mucho más pragmático y a la hora de poner el cuerpo está primero, sin pensar mucho y mucho más atento a los impulsos, disfruta del minuto a minuto con los espectadores en la escena. Fede por otro lado trabaja de una manera un poco más metódica, principalmente en la minuciosidad de la construcción de los textos y en cómo se relacionan las diferentes partes de la obra en escena. Desde Lo único épico aquí lo hemos robado (obra que participó del FIBA y ganó la Bienal de Arte Joven) hasta el último trabajo que realizamos antes de El mecanismo… que consiste de una residencia artística de obra en El Cultural San Martín, donde dirigimos a 10 intérpretes con los que nunca habíamos trabajado antes; logramos desarrollar (y continuamos en la tarea) en un universo poético propio que se constituye de formas de habitar la escena muy particulares, que podríamos definir a grandes rasgos y con algunas constantes como el uso del cuerpo extraño, la presencia de textos estructurales e intrincados; la presencia de elementos más espectaculares en la escena, la irreverencia interpretativa, entre otros.

*El Mecanismo de Alaska: funciones domingos a las 18h en Timbre 4 (México 3554, CABA).

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