Tomando una idea escrita en las memorias de Manuel Belgrano, un general y un médico deciden poner a prueba la hipótesis de que cierta sustancia, llamada por ellos “artículo 19″, podría ser beneficiosa para el mejor rendimiento de los soldados en la guerra. Para eso, llaman al mejor soldado del batallón, lo encierran en una cabina y lo obligan a experimentar, de distintas formas, la sustancia… Que es cannabis.
El primer experimento es obligar al soldado Cabral a fumar con un vaporizador hasta que haya algún cambio en su percepción. Mientras tanto, el médico toma nota. Los resultados son previsibles. Aparecen uno a uno: cambios de humor, boca seca, hambre, exageración, exceso de confianza… Desde el humor, la obra Artículo 19 – El experimento, que se puede ver en el Espacio Callejón los miércoles a las 20:30, aborda el tema del consumo de drogas con fines productivos, y, además, las dinámicas de autoridad dentro de una institución tan jerárquica y disciplinada como es el ejército.
El plan de Manuel Belgrano de cultivar cannabis en la Argentina fue real. A principios del siglo XIX, concebir la planta como una droga sería un anacronismo. Para él, el cannabis era un cultivo que debía aprovecharse por el bien de la agricultura y la economía del país. Convencido, escribió que la planta de cannabis se convertiría en la “exterminadora de la pobreza”. Esta visión utilitaria y redituable de la marihuana fue usada por los dramaturgos rosarinos Adriano Espinosa Catalán, Mauro Sabella y Fran Alonso para crear la ficción, proponiendo la hipótesis de que el uso del cannabis podría generar mayor rendimiento en el ejército.
En parte, ese argumento se parece al de Another Round (Thomas Vinterberg, 2020), la ganadora del Premio Óscar a la Mejor Película Extranjera. La película de Vinterberg reúne a un grupo de amigos que decide hacer el experimento de comenzar a tomar alcohol cotidianamente, teniendo por objetivo paliar la depresión de uno de ellos y mejorar su vida en general.
Con procedimientos poco rigurosos, mientras está maniatado, encerrado en una cabina, el general y el médico le hacen declarar consentimiento al soldado Cabral para realizar experimentos con el “artículo 19″ (el cannabis), y tomar nota de los resultados. Los personajes se entienden rápido, y por eso provocan risa fácil: el médico Melengue, cuyo nombre alude al médico de las SS Joseph Menguele, es serio, tímido, discreto, mientras que el General Messina, ignorante, autoritario, reprimido, sobreactúa su poder porque no es más que un chanta. Estos dos personajes tan opuestos y el soldado Cabral fuera de sí hacen que se desarrolle la obra.
Que en un contexto tan rígido y con tan poco espacio para la dispersión aparezca alguien tan imprevisible, como es una persona drogada, inevitablemente provoca la risa. Por momentos es un tipo evidente de humor varonil, como el de los famosos mineros de Petróleo (2018) -que tanto miedo le tienen a ser homosexuales. Además, juegan con el anacronismo: la obra está situada en 1933 y los personajes usan expresiones del lunfardo, tipo “¡Dele mecha!”.
Pero además, la obra plantea, o de la obra se deriva, un debate lateral. “Artículo 19″ es como llaman al cannabis en la obra. En la Constitución Nacional, ese artículo establece que no deben penalizarse las acciones privadas que no atenten contra el orden ni la moral pública ni perjudiquen a nadie. Es un artículo que promueve la política liberal, y que, en rigor, fue polémico en nuestro país para la penalización o no penalización de las drogas. ¿Es perjudicial para la moral pública el consumo de marihuana? Los fallos Bazterrica y Arriola dicen que no, y que el consumo personal no debe penalizarse, usando como argumento el artículo 19 de la Constitución Nacional. Pero son fallos recientes y aún generan controversias.
El artículo 19 es el límite de la sociedad civil al Estado. Marca un punto hasta el cual puede decidir sobre la vida de los ciudadanos, hasta dónde es biopolíticamente correcto que el Estado garantice el bien común.
Tomar como referencia este artículo de la Constitución, por parte de la obra, sugiere una postura con respecto a la despenalización del consumo de la marihuana. A su vez, es una clara crítica, desde el humor, al atavismo, machismo y falta de versatilidad del ejército. Hay que señalar, además, una circunstancia particular: la obra fue creada y producida en Rosario, ciudad asediada y maldita por el narcotráfico. Con lo cual, el contexto de enunciación imprime una carga política distinta de la que una crítica al ejército podría tener, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires. Con todo, Artículo 19 – El experimento es sin dudas una comedia, pero a su vez está montada sobre un tejido de discusiones de las que vale la pena participar y posicionarse.
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