Con un amplio programa y el desafío de continuar el legado de su fundador, Fabriciano Gómez, se inicia en el Parque 2 de Febrero de la ciudad de Resistencia, Chaco, la Bienal Internacional de Escultura de Chaco, un hito cultural argentino que tiene como centro la competencia de escultura entre 10 artistas de distintas nacionalidades (participa el argentino Juan Pablo Marturano).
Este sábado a las 20:30 comenzará oficialmente, con “La novena sinfonía” de Beethoven interpretada por la Orquesta Sinfónica de Chaco y el Coro Polifónico de Resistencia, bajo la dirección de Jorge Dumont. Y el domingo a las 8:30 comenzará la esperada competencia internacional de escultura, así como los encuentros de Escultores Invitados, el de Maestros artesanos argentinos y el de pueblos originarios. También será inaugurada la exposición de la Asociación de Escultores Chaqueños (AECH). La Bienal se realizará en la capital chaqueña hasta el próximo domingo 24.
Organizada por la Fundación Urunday (1989) y el Gobierno de la provincia del Chaco, la XII Bienal Internacional de Escultura 2022 -que fue postergada por primera vez en su historia por la pandemia en 2020-, se afirma como parte del ecosistema de las industrias culturales en proyección regional e internacional y propone un diálogo entre artistas y público, en un mismo espacio que tiene como escenario la declarada “Ciudad de las esculturas”.
La Bienal, que fusiona el carácter de hito artístico y fiesta popular, es considerada una de las tres más importantes del mundo por sus características, en el marco de las competencias escultóricas a cielo abierto. En esta ocasión vuelve a convocar a 10 escultores, seleccionados entre 224 artistas procedentes de 70 países de Asia, América Latina y Europa que presentaron proyectos.
Durante seis días estos artistas estarán trabajando al aire libre con bloques de mármol travertino procedentes de San Juan que, una vez convertidos en obra de arte, se añadirán a las más de 650 esculturas que posee la ciudad, emplazadas a lo largo de 34 años en sus veredas, bulevares y parques.
“Imaginamos a la Bienal como una rueda, el buje es la competencia internacional con 10 artistas que vienen a ejecutar su escultura a cielo abierto. Obras que pasarán al espacio público, democratizando la belleza y el arte y jerarquizando a la ciudad de Resistencia”, señala José Sebastián Eidman, presidente de la Fundación. Y agrega: “Alrededor de la competencia internacional, como rayos de esta rueda, se dispara una oferta extraordinaria de eventos, propuestas, actividades, de todo tipo y carácter que la hacen única”.
“Poner en marcha una experiencia con un programa de actividades tan amplio y diverso es realmente un desafío, pero son muchas las manos que se unen para llevar adelante esto. El esfuerzo es enorme pero no es un sacrificio, porque quienes lo hacemos disfrutamos esto, porque nos apasiona y nos sentimos retribuidos al ver que el arte tiene ese poder transformador”, indica.
Con expectativas muy altas se busca “recuperar ese tiempo perdido”, manifiesta el presidente de la Fundación a escasos dos días para el inicio de la edición que honra la memoria y legado del alma mater de la Bienal, Fabriciano Gómez, fallecido en septiembre de 2021. La edición tiene una “connotación especial, porque es la Bienal de Fabriciano sin Fabriciano”, afirma Eidman.
“Para aquellos que tuvimos la oportunidad de compartir su vida, sentimos que esta (Bienal) es un desafío y la necesidad de honrar su legado. Fabriciano fue una persona que no solo modelaba la materia, sino que modelaba el alma de las personas que tenía cerca. Un gran motivador, un gran maestro”, porque, destaca, “un maestro es aquel que enseña con el ejemplo y Fabriciano siempre puso toda su pasión y energía en lograr que este proyecto que inició en 1988 en la Plaza 25 de Mayo como un concurso nacional de esculturas, una iniciativa inédita en la Argentina, a cielo abierto y en vivo”.
“Aquella iniciativa hoy es el certamen internacional más importante en la escena escultórica mundial, y alrededor de este se ha desarrollado la mayor experiencia de arte público en Iberoamérica”, apunta.
En torno a esta competencia internacional entendida como reflejo de una expresión cultural plural y diversa tendrán lugar espacios de debate académico sobre arte, derecho y patrimonio, y muestras como “Los 4.000 años de historia” de la Cárcova –un hito histórico para la provincia- ya que por primera vez el Museo de la Cárcova saca su muestra fuera de Buenos Aires y la trae al interior para celebrar su centenario con la exhibición de unas 40 obras y la réplica de la cabeza del David de Miguel Ángel–, así como el tradicional segmento Escultores del mundo, que permite un acercamiento al panorama escultórico mundial.
Por otro lado, la Bienal también acogerá el encuentro con 85 maestros artesanos del país, así como invitados de otros países y artesanos de pueblos originarios. El público asistente podrá disfrutar del trabajo de los siete argentinos que participan como escultores invitados: Norma Siguelboim, Juan Sorrentino, Fabiana Larrea, Alejandro Arce, Mónica Souza, Gerardo Suter y Máximo Vargas Gómez.
Los artistas que en estos días participarán en la sección competitiva ante la mirada atenta del público –que también aporta su voto– son Genti Tavanxhiu (Albania), Verena Mayer-Tasch (Alemania), Juan Pablo Marturano (Argentina), David Bucio (México), Sodong Choe (Corea del Sur), Arijel Strukelj (Eslovenia), Jhon Gogaberishvili (Georgia), Petre Virgiliu Mogosanu (Rumania), Ebru Akinci (Turquía) e Ihor Tkachivskyi (Ucrania).
Para Eidman, “la propuesta es poderosa y hoy nos posiciona en el mapa de la cultura y del turismo de la Argentina”, al tiempo que señala la amplia reserva hotelera y medios de transporte saturados, una hotelería que “empieza también a completarse” en la ciudad vecina de Corrientes, lo que “valida la visión que tuvo Fabriciano desde el primer momento: el arte además de ser un medio de elevación espiritual es un poderoso agente transformador de la realidad, que permite mejorar la calidad de vida de las personas”.
“En nuestra experiencia la Bienal es un transformador social y económico además de ser una manifestación artística y cultural”. Y agrega: “Esta construcción colectiva que ha convertido a un concurso de escultura en una fiesta del arte y del pueblo tiene esa otra dimensión, es hoy la industria cultural más grande que tiene la provincia, también es un potente y cautivador destino turístico que se posiciona entre los 20 principales del país para estas vacaciones de invierno”, aclara.
El organizador señala el cambio producido en las empresas que acompañan el evento al involucrarse no solo desde la ley de mecenazgo provincial que articula sector público con el privado, sino aquellas que se salen de lo publicitario tradicional y “se involucran con el hecho artístico”, como “una fábrica de reciclado que provee el material para una obra de arte”.
Eidman destaca también “el círculo virtuoso de creación y patrimonio” dado con las obras de arte producidas durante los concursos que pasan a formar parte del espacio público de Resistencia, y conviven con la gente “en armonía” sin que se las dañe ni vandalice las variadas esculturas del “museo de escultura a cielo abierto” que es la ciudad, y que es, desde su visión, un “orgullo que la gente pueda encontrarse con obras de Lucio Fontana, Leguizamón Pondal, Curatella Manes o Líbero Badii”.
“Más de tres generaciones que han visto nacer una obra de arte, han sido testigos de cómo la materia se transforma en arte y luego pasa a formar parte de su cotidianidad”, sintetiza.
Con actividades de acceso libre y gratuitas, la Bienal amplía su propuesta con oferta de artes escénicas, cursos, talleres y conferencias magistrales, muestras, feria de artesanía y diseño y de gastronomía regional y de expo industria y comercio con más de 400 expositores.
Entre los atractivos de la programación se destaca la octava edición del Premio Desafío Hierros Líder, el concurso de escultura destinado a estudiantes de artes de universidades e institutos artísticos del país con la consigna de realizar una escultura en cuarenta y ocho horas continuas, que comienza el martes; y el 4º Festival Filarmónico Juvenil –organizado por la Fundación Pradier– que propone una formación intensiva para 120 jóvenes músicos impartida por profesores de Argentina, España, Estados Unidos, Austria y Alemania.
La Bienal recibió en su última edición de 2018 unas seiscientas mil visitas según la medición realizada por la Fundación que certifica desde 2014 su sistema de gestión de calidad con normas ISO 9000, algo que les “permite pensar en la continuidad del proyecto y garantizar que se pueda llevar a cabo más allá de de sus fundadores”, cuenta Eidman.
Fuente: Télam S. E.
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