El tango moldeó una imagen de una Buenos Aires hoy extinta, pero que sigue viva en el imaginario, de la misma manera que el género musical en discos, milongas y en algunos -pocos- espacios donde se puede escucharlo en vivo. Para agosto, cuando se realiza el Festival y el Mundial del género, cientos de parejas de todo el globo llegan para formar parte de esa tradición. Sin embargo, no hay en toda la ciudad un museo dedicado especialmente a la música ciudadana por excelencia. Por lo menos por ahora.
Eso es lo que intenta cambiar un proyecto de ley, que busca escenificar toda su rica historia, aunque su posible ubicación, en el Palais de Glace, llegó rodeada de polémica.
Hace solo una semana, en el café Los Angelitos se presentó el proyecto para crear el “Museo Nacional del Tango Carlos Gardel”, con figuras de la política y referentes del género y la cultura. Entre ellos estuvo Walter Santoro, presidente de la Fundación Industrias Culturales Argentinas (FICA) y la Fundación Internacional Carlos Gardel (FICG), quien desde hace años viene golpeando puertas para poder desarrollar el espacio museológico.
Durante la presentación, Santoro sostuvo que “no existe en todo el territorio nacional, incluyendo la Ciudad de Buenos Aires, un museo a la altura de los museos importantes del mundo, dedicado al Tango, siendo esta expresión cultural una de las manifestaciones más enraizadas con las que nos identifican en el mundo”.
Y en diálogo con Infobae Cultura, comentó sobre la intrahistoria del proyecto: “En 2005 cree la Fica y en 2009, un programa de rescate del patrimonio del tango, ya que se estaban muriendo casi todos los grandes coleccionistas y todo ese material podía perderse. Entonces, arranqué con la idea de la construcción de un museo, pensé que iba a ser algo muy sencillo, pero pasado los años me di cuenta de que era una utopía. Fui hablando con todos los ministros de Cultura desde 2010 en adelante. Primero con Jorge Coscia, que me dijo ‘me quiero ir fundando el Museo del Tango’, pero no se pudo hacer. Llegó Teresa Parodi, que dijo ‘genial, fantástico el Museo del Tango y del Folklore’ y ahí hubo problemas presupuestarios. Después, me junté con (Pablo) Avelluto y me contestó que no les interesaba, porque ‘el gobierno se quería mostrar moderno’ y que el tango ‘le sonaba a viejo’”.
“En noviembre del año pasado, la FiCG restauró del mausoleo de Carlos Gardel y allí conocí a Nora Lafón, que enloqueció con el proyecto e hizo la gestión para poder reunirnos con Tristán Bauer, pero no se logró. En cambio, me presentó al equipo del diputado Leandro Santoro (NdR: quien ya presentó el proyecto en el cámara baja) y desde el primer día les pareció algo fantástico y empezamos a trabajar”.
El espacio llevaría el nombre del Zorzal Criollo por la importancia a nivel internacional del cantante, pero en sí estaría destinado a toda la historia del género. En ese sentido, contará además con todo el acervo de la Fundación, que hoy se acerca a los 42 mil objetos de tango, entre los que 5 mil pertenecieron a Gardel. “Hay piezas de Agustín Magaldi, el violín de Julio de Caro, un bandoneón y partituras manuscritas de Astor Piazzolla, que se exhibieron en la muestra que hicimos en el CCK”, cuenta. Y agrega: “No quiero que sea un museo solventado por el Estado, con plata del Estado. Si no logramos que se autosustente, bajemos la persiana del país. Es algo básico, que sea nacional y con fondos privados, que autogenere lo suficiente y de trabajo en el mundo al tango”.
Por otro lado, comenta que el objetivo principal es que sea “un museo vivo”: “No tiene que sea un museo tipo mausoleo, sino uno dinámico. Obviamente que va a haber milonga, va a estar la impronta del baile continuo y la gente va a poder bailar”.
“Hoy el eje del tango es el baile, todo lo demás es adicional: literatura, cine, etcétera. Por eso yo lo veo fundamental y mi idea es convertirlo en un museo vivo, que toda la parte de abajo sea para bailar: que sea el gran centro del tango a nivel mundial y por eso es esencial que se realice en el Palais de Glace”, comenta.
La polémica por la sede
La elección del emblemático espacio de Recoleta es uno de los temas que, aún antes de que se vote el proyecto, ya generó malestar dentro de un sector de la comunidad artística, reunido bajo el colectivo NoAvalamos, que lanzó vía redes sociales un comunicado opuesto a que la sede del futuro museo sea el Palais de Glace, al encontrarse el espacio asociado al Salón Nacional.
“El colectivo de artistas plásticos y visuales NoAvalamos, se entera por intermedio de las redes, de la presentación del Proyecto de Ley para para la creación del Museo Nacional Carlos Gardel impulsado por el diputado Leandro Santoro, cuya instalación sería el Palais de Glace. El Palacio de las Artes, que desde el 2004, es Monumento Histórico Nacional”.
“Como artistas Plásticos y Visuales, sentimos una gran desazón y desconcierto, al no ser respetada la historia del lugar, como espacio de la creatividad visual y además la invisibilizan con este proyecto. El Tango tuvo su presencia en ese lugar, muy poco tiempo, sólo 18 años y reconocemos que debería tener un espacio físico, para su Museo, pero creemos que hay otros óptimos lugares para hacerlo. Desde el 2016, los artistas Plásticos y Visuales, venimos perdiendo espacios de exposición y exhibición de nuestra actividad artística. Los espacios públicos, que podíamos utilizar, con presentación de carpeta o proyectos, ya no están. No queremos que el Palacio de las Artes, sea otro lugar perdido, porque ese lugar tiene la memoria y el patrimonio de nuestro arte NACIONAL”, cierra el comunicado.
En ese sentido, consultada por Infobae Cultura, la artista Diana Dowek, perteneciente al colectivo, comentó: “Estoy totalmente de acuerdo con lo que el texto del Colectivo NoAvalamos. El Palais de Glace siempre fue destinado para las Artes Visuales, por lo tanto me parece impropio el destino que se comentó que le quieren dar. El Palais siempre estuvo unido al Gran Premio Nacional de Artes Plásticas y tiene que seguir siendo su sede”.
Inaugurado en 1910, el Palais de Glace, ubicado casi enfrente del Bellas Artes, fue construido por José R. Rey y Besadre en terrenos municipales como pista de patinaje sobre hielo y un club social de las altas clases porteñas. “El Palais apareció como pista de patinaje, pero se convirtió en un lugar para bailar tango. Esto lo sabemos porque justamente al tener la documentación de quién fue el que lo puso a funcionar sabemos que había una temporada que era para pista de patinaje sobre hielo y otra temporada para bailar tango. Esto comienza en 1912″, cuenta Santoro.
Consultado sobre por qué debería realizarse allí, explicó: “Es el último edificio de la primera gran época del tango que está en pie, no queda ninguno más, todo el resto fue destruido. Además, es naturalmente una pista de baile, un edificio creado alrededor de una pista de baile o pista de patinaje”.
A partir del ‘12, en el Palais, por ejemplo, se presentó una orquesta al mando de Genaro Espósito y Enrique Saborino como bailarín, lo que fue un hito ya que legitimó el género ante la burguesía. Así se mantuvo hasta 1930, cuando finalizó la concesión, y en el mientras tanto pasaron grandes orquestas como las de Francisco Canaro, Roberto Firpo y Julio De Caro, y el pianista Juan Carlos Cobián, entre otros.
“En la última película de Carlos Gardel, Tango Bar, estoy convencido que la escenografía del lugar está pensada en el Palais de Glace. Cuando la vi, pensé que había sido filmada ahí”, dice.
Luego, el espacio pasó a ser parte del Ministerio de Educación y Justicia para convertirse en el nuevo edificio de la Dirección Nacional de Bellas Artes, y en el ‘32 comienza su función como Salón Nacional de Bellas Artes y Artes Plásticas con una remodelación de Alejandro Bustillo, actividad que se extendió hasta el ‘54, cuando por cuatro años funcionaron allí los estudios centrales de Canal 7. Cuatro más tarde, vuelve a ser la sede del Salón Nacional. En los ‘80, adquiere la distribución actual tras una intervención de Clorindo Testa, y en 2004 se lo declaró Patrimonio Histórico Nacional.
Desde fines de 2017 el edificio de Posadas 1725 se encuentra cerrado por refacciones y funciona con sede provisoria en la Manzana de las Luces, donde se ha trasladado el acervo de la institución. Por otro lado, desde 2020, Feda Baeza se encuentra como directora en lugar de Oscar Smoje, tras una elección no concursada y realizada por la Dirección Nacional de Museos, a cargo de María Isabel Baldasarre, y de la Secretaría de Nacional de Patrimonio, Valeria González.
Desde NoAvalomos se expresaron al respecto: “Este sitio desde 1930 fue asignado a las Artes Plásticas. En él se hicieron, todos los años el Salón Nacional y su patrimonio consta de 1.100 o más obras de los artistas premiados de nuestro acervo cultural. Cuando le pusieron la empalizada nos dijeron, que era para hacer refacciones y reparaciones, por el deterioro que tenía, pero no que iban a trasladarlo a otro lugar”.
Si bien Santoro sostiene que el Palais es el único lugar indicado por lo relativo a su historia con el tango, a su vez considera que el Salón necesita un espacio más destacado, y que para eso se necesitan consensos con todos los actores involucrados.
“Esto no tiene que ser algo que divida, sino que sume. No puede ser forzado, sino que multiplique voluntades, que vean que es el lugar ideal para este proyecto. Estoy de acuerdo con que los artistas necesitan un Salón Nacional de primera línea. Me gustaría sentarme con estos artistas para que debatamos”, dice.
En ese sentido, Santoro asegura que previendo esta posibilidad, encontró un edificio acorde a las necesidades del Salón: la vieja Cámara de Senadores de La Plata, que “que es tres veces más grande”. Y agrega: “El Salón tiene que ser federal, siempre estuvo en Buenos Aires y siempre parte de Buenos Aires y se habla de federalismo, algo que en Argentina mencionamos cada tanto y que está a la punta de cualquier discurso, pero es eso, meramente discursivo”.
“Estamos armando el proyecto para hacernos una propuesta para mejorar el Salón, encontramos un edificio, que hoy no tiene designación, que es mucho más grande y mucho mejor. Ya hablamos con quien tienen ese edificio en La Plata de parte del Estado y les encantaría que el Salón Nacional vaya allá para que se guarden las colecciones. Todos sabemos que los artistas quieren venir a Buenos Aires, que quieren exponer en Buenos Aires y yo estoy de acuerdo en eso, pero hay otros lugares. Durante los últimos cinco años, lo hacen en el CCK, donde hay espacio de sobra, o también se podría hacer en el Museo Nacional de Bellas Artes, que en definitiva es el eje del Salón, que es para que el Museo siga creciendo con las obras modernas de los nuevos artistas que surgen del país”, explica.
Y finaliza: “El edificio del Palais no es adecuado para hacer un Salón Nacional. Es muy importante, yo no lo niego, por eso pedí una reunión con Tristán Bauer para presentarle este proyecto y hablar sobre la posible nueva sede. Pero lamentablemente hasta ahora no la estaría consiguiendo. Eso, sumado al tema de los artistas, me interesa que opinen sobre este proyecto de tener un nuevo edificio mucho más grande, mucho más importante”.
Infobae Cultura se comunicó con representantes de las diferentes áreas del Estado que estarán implicados con el proyecto de ley en caso de que avance en el Congreso, pero en todos los casos explicaron que preferían esperar a que eso sucediese, para pronunciarse.
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