En esa circunstancia tan particular que fue el aislamiento social y preventivo producto de la pandemia, ese aislamiento que nos hizo detener y re direccionar muchas de nuestras actividades, y que, como sabemos el teatro tuvo algo más que una pausa, aparecieron incertidumbres y afirmaciones. Nuevos procesos creativos y las certezas de que el teatro es cuerpo con otros cuerpos, es equipo, es público, presencias. En el año 2020 esperamos, resistimos, también económicamente y luego brotamos a borbotones, en estado de ebullición.
Los días del agua nació en este contexto de necesidad plena de hacer teatro. Julieta Grinspan autora y directora de la obra, se conmovió ante fotos que yo había publicado en redes: se trataba de mujeres de los años 20 en trajes de baño, a las que policías medían fragmentos del cuerpo que estaban autorizadas de mostrar. Evidentemente antes y ahora, los cuerpos son campo de disputa. Aquellas fotos nos cuestionaron y nos dieron qué pensar en sincronía con los procesos de trasformaciones actuales.
Los días del agua surge entre los primeros imaginarios de aquellas fotografías puestas a jugar con un sinnúmero de experiencias, vivencias de nuestro anecdotario familiar, que intuimos, descubrimos y comprobamos que han sostenido (y hasta ahora, por qué no) discursos sobre los cuerpos y los roles de cada quien, siendo nuestra intención, leerlas, pensarlas y problematizarlas en escena.
Julieta Grinspan esbozó un texto para comenzar los ensayos que fueron planteados junto a Nelly Scarpitto, también directora de obra especialista en teatro de títeres y objetos, y a Matías Noval, iluminador y escenógrafo. Nos propusimos trabajar, abordar el texto en escena desde diversos lenguajes, con referencias de los saberes de cada integrante del elenco. Fue una elección estética disponer de diferentes miradas que puedan ampliar los alcances del material escrito.
Los días del agua es un unipersonal y cuenta un momento, un instante en la vida de Laura. Nuestro personaje supone, desea, confronta en su presente con las lecturas de su anecdotario familiar. Laura los cuestiona y al mismo tiempo los recoge con afecto. Lejos de moverse de sus conflictos, los convoca a ser parte ineludible de su identidad.
La obra despliega con humor el pasado de Laura, ese humor indispensable para atravesar algunos momentos de la vida, no sin ser cómplice de la poesía que se desprende del texto y liberan, la una y la otra, de la lectura lineales de todas las cosas.
Despliega desde diversos sentidos, algunas de las formas del teatro Épico de B. Brecht. Escénicamente, proponemos recursos que permitan ver a Laura y su contexto, ver los nuestros y pensarnos. Proponemos un personaje en movimiento tal cual lo estamos nosotrxs.
*“Los días del agua” de Julieta Grinspan. Actúa: Julia Nardozza. Dirigen: Nelly Scarpitto y Julieta Grinspan. Domingos a las 19 hs en el Teatro Celcit (Moreno 431, Caba). Entradas: boletería del Teatro o por Alternativa.
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