El infinito y más allá, en una serie de poemas a cielo abierto para lectores astronautas

“Interestelaria. Cosmos y ciencia ficción” reúne alrededor de 150 textos, escritos por Julio Verne, Alejandra Pizarnik, Juan Gelman, Safo y Luis Alberto Spinetta entre otros, recopilados por el poeta Julián Axat

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"Interestelaria: Cosmos y ciencia ficción" (Ediciones En Danza), recopilación y prólogo: Julián Axat
"Interestelaria: Cosmos y ciencia ficción" (Ediciones En Danza), recopilación y prólogo: Julián Axat

A simple vista, puede afirmarse que la poesía y la ciencia ficción son universos –y la elección del término ya empieza a hacer de las suyas– antagónicos, imposibles de aunar. Sin embargo, la lectura de Interestelaria, remite a aquella premisa de Paul Éluard, uno de los mayores poetas de todos los tiempos: “Hay otros mundos, pero están en éste”. A eso, se suma el rol de antólogo de otro poeta, en este caso, uno de los mejores nacionales de este siglo, Julián Axat. Y, como frutilla del postre, la inquietante pesadilla actual de que el lenguaje cotidiano parece hacer perder toda posibilidad de comunicación, con lo cual se trata de encontrar –aquí, allá, en el más allá, en alguna parte– esas otras palabras que le devuelvan a la humanidad la capacidad de entenderse.

Los poemas reunidos en esta compilación están escritos con esas palabras. Las toman resignificándolas, quitándoles los costados más oscuros con los que la misma humanidad (la deshumanidad, mejor dicho) les fue torciendo su esencia originaria. Aquí está Raúl González Tuñón, por ejemplo, hablando de la luna, diciendo que hablaba de la luna cuando en realidad quizás estaba hablando de la palabra: “Ella, la manoseada, la ofendida lámpara silenciosa, / cómplice de ladrones, poetas y arrecifes”. Y Emanuel Swedenborg haciendo creer que hablaba del sol mientras escribía “En el Cielo no aparece el sol del mundo, ni tampoco todo aquello que surge de él; sin embargo, en el Cielo existe un sol, una luz y una fuente de calor, puesto que allí existen todas las cosas que también existen en el mundo y aún muchas más”.

"Interestelaria: Cosmos y ciencia ficción" (Ediciones En Danza), recopilación y prólogo: Julián Axat
"Interestelaria: Cosmos y ciencia ficción" (Ediciones En Danza), recopilación y prólogo: Julián Axat

De ese modo, esta antología hace del lector un viajero, un astronauta hacia adelante y hacia atrás, hacia arriba y hacia abajo, hacia adentro y hacia afuera. Y en ese viaje, tan inquietante como seguro, tan impredecible como certero, es él mismo quien debe elegir el recorrido. Por eso, el Popol Vuh puede estar después del monólogo final de Blade Runner, o Juan Gelman antes de Safo. Porque ese caos crea un propio orden en el cual la hoja de ruta de Axat tituló “prólogo” puede leerse como preliminar –preparando el modo de leer– o como postliminar –modificando el modo en el que se leyó–: “Interestelaria se proyecta como apuesta del género, una mirada sobre los cambios tecnológicos y la velocidad en que sucede el mundo, de la que la poesía no es ajena; que impacta en las formas de escritura de las nuevas generaciones”. Y, es inevitable agregar que impacta en las formas de lectura de las nuevas generaciones. Porque leer, en general, y mucho más particularizando cada uno de los poemas seleccionados, es una forma de viajar. De recorrer espacio y tiempo, esa ciencia ficción de los traslados, para llegar donde nunca se hubiera imaginado.

El cosmos (Getty Images)
El cosmos (Getty Images)

Las dicotomías de Julio Verne transitan de la mano tumultuosa de Pablo Neruda, los desiertos de Alejandra Pizarnik se iluminan con la pirotecnia de Tristán Tzara, la descripción vertiginosa de Allen Ginsberg se vislumbra a través de las escotillas de la “nave de fibra hecha en Haedo” del Flaco Spinetta. Y cada lectura –y toda la lectura– se arremolina en un eterno Big Bang que no reconoce principio ni fin, que destroza hasta la más pequeña intención de utilizar la palabra “límite”. Entonces, quien leyó, vuelve de ese viaje sabiendo que todas las certezas acaban de ser dinamitadas, y que ese tiempo futuro que parece prometer la ciencia ficción está un paso adelante o un paso atrás, pero al alcance de la mano.

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