“Los cuatro universales de Chile”, memoria documental de grandes personajes de la historia

Películas sobre Violeta Parra, Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Salvador Allende, integran un ciclo de obras del realizador Luis R. Vera que se exhiben en la embajada trasandina en Buenos Aires

A modo de cierre de Poesía en expansión, una muestra que reúne más de cuarenta obras visuales de reconocidos poetas trasandinos y que llega a su recta final este sábado, el Centro Cultural Matta de la embajada de Chile presenta un ciclo de documentales que rescata algunas de las personalidades más populares de su historia. La cantautora y pintora Violeta Parra y los premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral y Pablo Neruda, tres figuras cuyos versos atravesaron fronteras, fueron reunidas junto al líder político Salvador Allende en una tetralogía que realizó el cineasta chileno Luis R. Vera a comienzos de este siglo. El director está en Buenos Aires y presentará en la tarde de este viernes Neruda: el hombre y su obra, la última función del ciclo, para luego charlar con el público en la sede del Centro Cultural Matta de la embajada de Chile en Argentina (Tagle 2772, ingreso Plaza República de Chile).

“Me impactó desde siempre la manera en que ellos se relacionaron con la sociedad y cómo quisieron cambiar los estamentos en los cuales fueron construidos como personas y luego como creadores. Son cuatro personajes rebeldes, en actitud permanente de discusión y debate sobre la justicia que imperaba en las sociedades en las cuales nacieron, crecieron y se consagraron”, le dice Vera a Infobae Cultura acerca de su interés por retratar las vidas de estos representantes de la cultura chilena. “Los cuatro aún nos interpelan hoy desde el punto de vista de cuál es el rol que tiene un individuo en la sociedad y qué es lo que hacemos como ciudadanos y artistas respecto de la sociedad en que vivimos”, agrega.

A lo largo del mundo, en cada uno de sus viajes por trabajo y en los distintos lugares en los que vivió, el realizador pudo reconocer en el trato con las personas la presencia y la universalidad de esos nombres. Sin embargo, aunque alimentó espiritualmente durante mucho tiempo cada uno de estos proyectos, recién los pudo llevar a cabo al volver del exilio, con la presidencia de Ricardo Lagos, en un momento en que la democracia chilena comenzaba a tomar un rumbo más favorable al cambio social. “Son figuras muy populares pero también resistidas por el establishment hasta el día de hoy, por eso ha costado integrarlas en la cultura oficial de nuestro país”, dice este director que se reconoce en la línea del cine militante iniciada, entre otros, por Fernando Birri y Pino Solanas.

Violeta Parra

Por aquellos años, asegura Vera, no había películas que tomaran el legado de Violeta Parra y de Gabriela Mistral, por eso llevó adelante Viola Chilensis (2003) y Gabriela del Elquis, Mistral del mundo (2006). Sobre su retrato de Neruda, le dice a Infobae Cultura: “Lo abordo desde una perspectiva más amplia de la que lo han hecho otros que lo reducen a un poeta o a un bohemio o vividor, pero ocultan su lado político y social. Neruda fue alguien profundamente comprometido desde sus obras con el acontecer social y político de América”. Allende, de Valparaíso al mundo (2008), en tanto, aborda la intensa y no tan conocida relación que tuvo el presidente chileno desde su infancia con la porteña ciudad en la que también nació Vera.

Salvador Allende. EFE/CAA/Archivo

Fue en Valparaíso, en el agitado año 73, que el documentalista logró tomarle unas fotos a Allende en plena calle. El mandatario socialista se detuvo un momento y, mirándolo a los ojos, le dijo que esperaría el envío de las fotos. “Esas actitudes que sobrepasan el discurso hablan de la integridad de estas personas a las cuales admiro profundamente porque fueron coherentes hasta el final de sus días”, señala Vera, quien también percibe una relación personal con cada uno de estos personajes. Tanto a Allende como a Neruda, el cineasta los siguió en sus actos de campaña desde la militancia, y a Violeta Parra la fue a ver de adolescente a algunos de sus conciertos en aforos pequeños. De Gabriela Mistral guarda un recuerdo aún más íntimo: su padre tomó una de las fotos más emblemáticas de la autora, que adornaba la sala principal de su casa, entre las fotos de los familiares.

Pablo Neruda. EFE/MTI 1W

“Luchó por los derechos de la mujer en los años treinta, cuando pocos y nadie se atrevía a levantar desde América Latina una reivindicación de esa naturaleza. Ella usó foros internacionales para poner el tema del género en el centro de la discusión y es la primera mujer que escribe y reivindica el derecho de la infancia a la educación, a la creación y a la libertad, a los derechos más elementales, en un decálogo que termina siendo el fundamento sobre el cual Naciones Unidas haría luego la Declaración de los derechos del niño”, observa Vera sobre la poeta chilena.

Gabriela Mistral

Director de trece largometrajes, entre los que se incluyen algunas películas de ficción como Hechos consumados (1986), Bastardos en el paraíso (2000) y Fiestapatria (2007), varias de ellas premiadas en festivales internacionales, Vera acaba de estrenar Pandemia.py en Asunción, un registro íntimo de los dos años de pandemia en Paraguay, donde alterna su residencia en la tierra, y está terminando Guarania, el alma de un pueblo, un documental sobre ese género autóctono al que le dio vida el músico y compositor José Asunción Flores.

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