El 12° Festival Internacional de Cine de Beijing, a realizarse entre el 13 y el 20 de agosto próximos, tendrá a Argentina como país invitado de honor, programará varios títulos nacionales y contará con la cineasta Lucrecia Martel como para parte de su jurado internacional.
Martel apuntó que “en el nuevo orden mundial de la narrativa, las plataformas se han vuelto una fuente de trabajo casi exclusiva para las personas que antes trabajaban en cine en mi país. Miles de jóvenes estudiantes tienen sus ilusiones laborales puestas en un lenguaje que hoy se ve especialmente acotado a políticas comerciales”.
“Por eso son muy altas mis expectativas en este festival, para ver si es posible pensar de otra manera el futuro de la narrativa audiovisual”, señaló la autora de los laureados largometrajes La ciénaga (2001), La niña santa (2004), La mujer sin cabeza (2008) y Zama (2017).
La invitación a que el cine argentino protagonice esta cita cultural que le permitirá difundir su cultura en el gigante asiático se da en el marco del 50° aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales y del Año de Amistad entre ambas naciones, declarado por sus jefes de Estado en febrero pasado, con motivo de la visita del presidente Alberto Fernández a Beijing.
Una comunicación oficial detalló que “desde entonces, los organizadores Festival de Beijing trabajan con el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, con su equipo y con las autoridades de Cancillería y Cultura del gobierno nacional para potenciar la difusión del cine argentino en el mercado chino”.
Como antecedente del paso del cine argentino por la cita de Beijing, vale recordar que, en 2016, La patota, de Santiago Mitre, obtuvo los premios premios Tiantan como mejor filme, mejor guion y mejor actriz (Dolores Fonzi) y el año pasado Una escuela en Cerro Hueso, de Betania Cappato, estuvo entre las quince preseleccionadas para la premiación.
Y en cuanto a la presencia de la filmografía nacional en China, en octubre de 2021 y con una activa participación de la Embajada de Argentina en las actividades de promoción, El robo del siglo, de Ariel Winograd, se convirtió en el primero estreno de una película argentina en el circuito comercial chino y tuvo exhibición en más de 3.000 salas del país.
Además, varias distribuidoras locales impulsada por la Embajada de Argentina, propician un Ciclo de Cine Argentino, una actividad de momento pospuesta por la situación sanitaria local.
Fuente: Télam S. E.
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