Desde Barcelona. Después de más de mil días esperándolo, el festival Primavera Sound volvió a aterrizar en Barcelona con un line up que promete 500 conciertos durante dos fines de semana y diez días de shows por toda la ciudad, en lo que por estos días se ha transformado en la capital de la música en Europa. En 2022, el festival que cumple 20 años desde su primera edición, estirará sus redes y desembarcará por primera vez en Buenos Aires, Santiago de Chile y demás ciudades.
Desde el jueves pasado y hasta el próximo domingo 12 de junio, Barcelona estará de fiesta y este año la celebración es doble: porque el Primavera Sound resucita después de tres años tras una pandemia que ha golpeado fuertemente a la industria de la música y lo hace celebrando por todo lo alto sus 20 años, consagrándose expertos en recuperar el tiempo perdido. El parque del Fórum es el escenario perfecto para alojar diferentes shows durante los dos fines de semana y su director Gabi Ruiz redobló la apuesta poniendo en marcha el Primavera a la Ciudad, un festival paralelo y complementario que promete 130 recitales repartidos por 15 salas a lo largo y ancho de la ciudad condal, lo que representa un claro apoyo a salas icónicas de Barcelona que comienzan por fin a ver la luz después de los efectos colaterales que dejó la pandemia.
Jueves accidentado e histórico
Con un comienzo algo accidentado, el festival arrancó el jueves con un caos organizativo en las barras y largas colas para poder conseguir una cerveza, además de una clara sensación de superpoblación que se evidenciaba en embudos y dificultades de traslados entre escenario y escenario. Pero del otro lado de las barras la imagen era icónica: más de 80 mil asistentes bailaron y transpiraron música con una efervescencia contenida por más de mil días, demostrando una fidelidad heroica no sólo a los músicos sino al festival que los reunió esa noche.
A pesar de las distracciones que generaron las largas colas en las barras y baños, por las que la organización del festival tuvo que dar disculpas y soluciones; el trono de la atención ya estaba ocupado: la música se llevó todos los halagos.
Representación argentina
Él Mató a un Policía Motrizado abrió el escenario Estrella Damm el jueves con una asistencia mayoritariamente argentina que celebró el regreso de la banda platense a los escenarios del Primavera Sound. “Sentí que el público tiene muchas ganas, que hay una cosa contenida post pandemia que se nota. Tenemos la suerte de que nuestros shows son festivos pero hay como un plus, hay algo ahí contenido de estar tanto tiempo encerrados y de repente volver a disfrutar esto y entender lo efímera que es la existencia”, le dijo Santi Motorizado a Infobae Cultura.
“La primera vez que tocamos en Barcelona fue en el Primavera en 2010 y a nosotros nos partió la cabeza conocer el festival. Aquel año fue la primera gira de reunión de Pavement y no podíamos entender que una banda como ellos cerraran el festival. Este lugar es como otra dimensión en donde a la gente le gusta lo mismo que nos gusta a nosotros”, razonó el músico platense, quien aseguró que no se perdería ni loco el show de Pavement que sucedió esa noche a pocos metros de donde él acababa de bajarse del escenario.
Pop psicodélico de Tame Impala
“Pensé que este día nunca iba a llegar pero acá estamos. ¡Qué fiesta, Barcelona!”. Con estas palabras abrió su show Kevin Parker, líder de la banda australiana Tame Impala, con una puesta en escena de luces igual de psicodélica que sus canciones. Y es que el despliegue no era en vano: la banda presentaba por primera vez en Europa su último disco The Slow Rush.
Después del gran pico de fiesta que el público vivió con “Elephants”, la gran sorpresa llegó cuando anunciaron una canción que probablemente no volverían a tocar nunca más. El público enloqueció al escuchar “Last Nite”, insignia de la banda neoyorkina The Strokes, que horas antes había anunciado la cancelación de su primera fecha en el festival por un caso de coronavirus de uno de sus integrantes.
El regreso de Pavement
La noche del jueves continuó con un regreso muy esperado de la mano de los héroes de los noventa, la banda estadounidense de indie pop Pavement. Stephen Malkmus, su guitarrista y cantante, agradeció en español por la paciencia, ya que la banda tenía planificado tocar en el Primavera en 2020 y debido a la pandemia su público tuvo que aguantar las ganas. Con fuerte presencia de sus grandes clásicos, el grupo realizó un show de 29 canciones durante más de una hora y cuarenta que fue disfrutado por un público de todas las edades.
Viernes que te quiero viernes
A pesar del traspié del jueves, el segundo día del festival transcurrió con más fluidez después de que la organización se comprometió a solucionar los problemas que el público había experimentado la noche anterior. El viernes se encendió con actuaciones emblemáticas como la protagonizada por el estadounidense Beck, quien subió al escenario con un traje blanco ochentoso pero con la energía de los 2000s, buscando complicidad y consiguiéndolo con éxito. La intensidad tocó su punto máximo con canciones como “Sexx Laws”, “The New Pollution” y un clásico como “Loser”, que provocaron un delirio generalizado.
La gran revelación de la noche fue el drag queen y cantautor brasileño Pabllo Vittar, quién apareció en escena al frente de un grupo de bailarinas al estilo Beyoncè. Mientras estuvo arriba del escenario, Vittar dejó boquiabierto a la mayoría de los espectadores que bailaban contagiados por su energía; y cuando bajó lo hizo para tomarse fotos con aquellos que habían llegado a primera fila, para ver si lo que estaba sucediendo no era una fantasía. La revista TIME describió a este ícono de la comunidad LGTBIQ+ como “una de las líderes de la próxima generación” y por el show de pop queer que disfrutaron miles de personas en el PS, está probado que esa carrera ya está más que encaminada.
A la noche del viernes se sumaron otras grandes estrellas como la banda The National o la avasalladora Little Simz, artista londinense de origen nigeriano. Con cuatro discos publicados y en medio de un presentación cargada de mensajes de empoderamiento y anti rrasistas, la cantante y rapera logró cautivar a miles de personas con su música.
Otra cantante que se destacó fue la catalana Rigoberta Bandini, quien interpretó sus grandes éxitos y condujo a bailar con canciones como “In Spain we call it soledad” o “Fiesta”. Después, le siguieron Jamie XX y King Gizzard & the Lizard Wizard, entre otros artistas que pudieron disfrutarse el viernes por la noche.
La música volvió a vivirse como en años pre-pandémicos: sin controles sanitarios, ni QRs, necesidades de vacunación ni mucho menos mascarillas. En un contexto que parecía alejado del COVID, la realidad demostró que esta guerra aún no estaba ganada cuando la organización del festival anunció la cancelación de la banda neoyorquina The Strokes, una de las que fueron retiradas del cartel a último momento. A pesar de ello el festival nos continúa demostrando 20 años de experiencia bien puestos, aún habiendo transcurrido recién sus primeras horas.
Fotos: Rocío Curia
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