“El hombre que soñó futuros imposibles entonces, tan reales hoy”, escribió Juan Gabriel Batalla. La potencia de Ray Bradbury estaba en su imaginario, en sus universos ficcionales fascinantes. Pero también en su carácter predictivo: muchos de los elementos que pululan en sus novelas y cuentos ya están presentes entre nosotros. A partir de la pandemia surgió una pregunta: ¿es posible escribir ciencia ficción después del coronavirus? Bradbury quizás respondería: por supuesto.
Su figura sigue presente y su obra se mantiene firme entre los lectores contemporáneos, incluso hoy, a diez años de su muerte. Fue un 5 de junio, año 2012. Tenía 91 años de edad y más de cincuenta libros publicados, de los cuales muchos continúan reeditándose. En el Cementerio Westwood Village Memorial Park de de Los Ángeles, el epitafio de una tumba dice: “Autor de Fahrenheit 451”. ¿Su mejor novela? No la única.
Escribió géneros más populares que académicos —fantástico, terror y ciencia ficción— y, pese a ese gesto —o quizás gracias a ese gesto—, la historia lo colocó como uno de los grandes nombres del siglo XX. Tal es así que The New York Times aseguró que Bradbury es “el escritor responsable de llevar la ciencia ficción moderna a ser la corriente literaria principal”. Y era, además, cuenta Alberto Amato, “un tipo de extraordinaria calidez, ávido de conocimiento”.
Nació bajo el nombre de Raymond Douglas Bradbury en Waukegan, Illinois, el 22 de agosto de 1920 y murió en Los Ángeles, California, diez años atrás. Alcanzó la fama en vida, los reconocimientos de la crítica y del gran público. Fue y será uno de los grandes autores de ciencia ficción de la historia. De su muerte se cumplen diez años. Por eso, recordamos diez de sus mejores libros como guía para quienes acercarse a su obra y saber por dónde empezar, o por dónde continuar.
Fahrenheit 451
Para Bradbury, seguramente, esta novela distópica publicada en 1953 era su gran obra. Para la mayoría de sus lectores también. Basta con este dato de color: es el séptimo libro más prestado de la historia de la Biblioteca Pública de Nueva York. En la novela se narra una sociedad estadounidense del futuro en la que la literatura está prohibida. En el caso de que el Estado encuentro libros, los quema.
En la escala de temperatura Fahrenheit (°F), 451 grados equivalen a 232,8 ºC y su significado se explica en el subtítulo de la obra: “Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel de los libros se inflama y arde”. Años después, el autor describió esta novela como “un comentario sobre la forma en que los medios de comunicación de masas reducen el interés por la literatura”.
Crónicas marcianas
En 1950, Ray Bradbury vivía en California y su situación era difícil. Su esposa estaba embarazada pero en el banco sólo tenía sesenta dólares en el banco. Un amigo le sugirió probar suerte en Nueva York y le hizo caso: a los pocos días estaba en un colectivo con una pila de cuentos y mucha esperanza. Un editor le preguntó por qué no escribía novelas. Lo que tenía era relatos, muchos, y la mayoría trataban sobre Marte, los cuales habían sido publicados en revistas pequeñas.
Entonces le propusieron unirlos todos y hacer un libro de relatos. “Redácteme un resumen, amigo, y si veo que es lo suficientemente bueno le daré unos setecientos cincuenta dólares como adelanto“, le dijeron.
Se dice que trabajó toda esa noche en el albergue de la Asociación Cristiana de Jóvenes y al día siguiente entregó el manuscrito.
Remedio para melancólicos
Veintidós cuentos independientes entre sí y de diversa extensión —el más largo, titulado “El maravilloso traje de helado de crema”, ocupa unas 30 páginas; el más corto, “El regalo”, tan solo ocupa tres— conforman este libro publicado en 1959. Hay ciencia ficción, hay realismo, hay fantasía y también terror.
Las doradas manzanas del sol
En 1953 aparece este libro. Veintidós historias cortas que se nuclean a partir del título de uno de los cuentos, que surge de un verso del poeta W.B. Yeats. Cuando se reeditó en 1997, se agregaron diez relatos más.
El vino del estío
Publicada en 1957 cuatro años después de la aparición de Las doradas manzanas del sol y Fahrenheit 451, esta historia transcurre en el año 1928 y narra las vacaciones de verano de Douglas Spaulding, un niño de doce años, en la ciudad ficticia de Green Town (Illinois). Douglas es un gran observador. En su mirada está la precisión. De este modo vive lo cotidiano en clave fantástica. Cincuenta años después, Bradbury publicó una continuación: El verano de la despedida.
Un dato interesante: en 1971 los astronautas de la misión Apolo 15 nombraron un cráter de la luna “Cráter Diente de León (Dandelion)” en honor a esta novela.
El hombre ilustrado
¿El mejor libro de cuentos de Bradbury, incluso mejor que Crónicas marcianas? En 1951 se publicó este volumen de dieciocho relatos de pura ciencia ficción donde se explora la naturaleza humana, la tecnología, el progreso y la psicología.
Todo se une en torno a la figura que enmarca “El hombre Ilustrado”, un vagabundo con su cuerpo tatuado enteramente. Estos tatuajes, que fueron hechos por una mujer viajera del tiempo, son animados y cada uno cuenta una historia diferente. Así, el relato de “El hombre Ilustrado” sirve como la narración marco para todos los cuentos.
El árbol de las brujas
Halloween. Dulce o truco. Ocho niños salen de noche y descubren que un amigo, Pipkin, se ha lanzado a un viaje que podría determinar si vive o muere. Con la ayuda de un misterioso personaje llamado Mortajosario, lo persiguen a través del tiempo y el espacio. Van de los antiguos imperios de Egipto, Grecia y Roma a los druidas celtas, la catedral de Notre Dame en el París medieval y el Día de los Muertos en México.
La novela se originó en 1967 como guion de una colaboración finalmente no producida con el animador Chuck Jones. Finalmente se publicó en 1972 y en 1992 el propio Bradbury hizo una versión animada para televisión, por lo que ganó un premio Emmy.
Poesía completa
Y si bien todos lo conocen por sus novelas y relatos, Bradbury también era poeta. En 1973 publicó su primer poemario, La última vez que florecieron los elefantes en el jardín, y desde entonces no descuidó esa producción lírica que, según muchos expertos, es la expresión del carácter trascendente y metafísico que este autor encuentra para describir la relación entre el hombre y el universo físico.
En 2013, un año después de su muerte, se publicó su Poesía completa: 1064 páginas tiene su edición bilingüe y reúne los cinco poemarios que publicó en vida junto a inéditos.
Uno de sus poemas, “Si son verdad todos tus yoes internos”, empieza así: “No lo pienses, escribe. / Entonces, vendrá a ti / sin que la llames. / Mientras ajustas cuentas con el Odio, / diviértete, disfruta / o ambas cosas”.
Bradbury habla
Este libro que fue publicado en 2008 tiene como subtítulo la siguiente frase: “Muy cerca de la caverna, muy lejos de las estrellas”. Es de no-ficción, ensayos informales, donde el autor divaga sobre escrituras, ficciones, personas famosas, París, Los Angeles, el guión de Moby Dick y una serie de anécdotas realmente deliciosas que amplían el imaginario de este autor mejor conocido por su ficción.
La feria de las tinieblas
Este libro es uno de los favoritos de los lectores de Bradbury. En inglés se titula “Something Wicked This Way Comes”, que significa literalmente “Algo malo está por suceder”. Es una novela y se publicó en 1962.
En la historia hay dos muchachos de 13 años, Jim Nightshade y William Halloway, que tienen una experiencia desgarradora con una feria de pesadilla que llega a su ciudad del Medio Oeste. El dueño de la feria es el misterioso Sr. Dark quien tiene un tatuaje por cada persona que, atraída por la oferta de vivir sus fantasías secretas, han obligado a prestar servicio en la feria.
Se combinan elementos de fantasía y terror y se pone la lupa en la batalla entre el bien y el mal.
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