El argentino Daniel Burman dirige el nuevo thriller de Amazon Prime Video Iosi, el espía arrepentido, una historia sobre un hombre que “en circunstancias extraordinarias hizo lo que pudo para salvar la vida de mucha gente”, explica el realizador en una entrevista con EFE.
“La serie aborda la redención de un héroe lleno de contradicciones y dilemas morales que recorre un camino complejo. Éste quiere equilibrar la balanza hacia el lado correcto, después de haber estado trabajando tantos años para el bando equivocado”, incide Burman sobre la ficción que llega este viernes a la plataforma y que ha codirigido junto a su compatriota Sebastián Borensztein.
Una serie con un amplio reparto pues junto a Gustavo Bassani, que interpreta a Iosi, hay nombres como los de Natalia Oreiro, Mercedes Morán, Alejandro Awada, Carla Quevedo, Minerva Casero, Marco Antonio Caponi o Daniel Kuzniecka.
De la realidad a la ficción
Basada en hecho reales y tomando como referencia el libro homónimo que publicaron en 2015 Miriam Lewin y Horacio Lutzky, cuenta la historia de José Pérez, Iosi (Gustavo Bassani), un espía de la policía que en la década de los 80 se infiltra en la comunidad judía de Buenos Aires con el objetivo de desarticular una supuesta conspiración para instalar un Estado judío en el sur de Argentina, llamado “Plan Andinia”.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Iosi se va dando cuenta que ese plan no existe y lo que sí es real es la existencia de una asociación argentina de tráfico de armas que está conectada con los atentados bomba que se perpetrarán años después contra la embajada de Israel en 1992 y contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, los mayores en Latinoamérica.
Cuando es consciente de lo que pasa, quiere denunciarlo, y es ahí cuando comienza una carrera contrarreloj por la redención, buscando hacer justicia antes de que le eliminen a él y a su familia.
El germen de esta ficción -de ocho capítulos de una hora y producida por The Mediapro Studio- nace de la “necesidad” de Burman de contar esta historia.
“Todo comienza cuando el libro cayó en mis manos -detalla-. Con solo ver el título y la portada me di cuenta de que tenía todo el potencial para ser una serie extraordinaria. A partir de ahí empecé a trabajar durante tres o cuatro años y junto a Amazon para contar esta historia del mundo”, explica.
A la hora de trabajar, los creadores se pusieron una serie de reglas que “no se debían romper” bajo ningún concepto: No inventar víctimas, no generar sensación de verdad o justicia donde no la hay y marcar qué territorios y qué no se podían atravesar. Con esas bases sentadas, Burman reconoce que trabajaron con “mucha libertad”.
Abordar el antisemitismo
El realizador opina que el antisemitismo es uno de esos temas que “son tan difíciles de tocar que no se tocan” y entonces no generan reflexión en la sociedad y “siguen existiendo”.
“El tema que íbamos a abordar era importante para nuestro país y otros que queríamos rescatar, como el de la impunidad que durante más de veinte años atravesó Argentina, así como los elementos de la geopolítica internacional”, cuenta.
La ficción “cuestiona la existencia de la impunidad, el cómo podemos seguir viviendo asfixiados por la falta de verdad y por la falta de justicia”, e invita al espectador a la reflexión y a hacerse preguntas. “La serie provoca interrogantes y eso es sano, no hay que tener miedo a las preguntas”, agrega.
José Pérez vive con algún pseudónimo en algún lugar desconocido del interior del país, gracias al fallecido fiscal Alberto Nisman quien lo metió en el Programa de Testigos Protegidos. “A la hora de hacer la serie respeté mucho también esto, no quería poner en peligro nada de su vida”, afirma.
A la pregunta de qué pensará el propio José Pérez cuando vea la serie, si es que la llega a ver, Burman responde entre risas: “Seguro que me enteraré de su opinión sobre la misma, ya verás”.
Fuente: EFE - Silvia García Herráez
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