Ya está instalada la idea que la cuarta revolución industrial está en marcha, las nuevas tecnologías avanzan de manera exponencial, generan cambios y un gran impacto en la sociedad, en los sistemas de producción, de comunicación, consumo, en la educación. Poner en foco a la tecnología como forma de cultura, replantea formas de pensar, actuar, hacer y de convivir como sociedad.
En su concepción como instrumento de aplicaciones, de prácticas del conocimiento se retroalimenta en objeto legitimador del progreso, como parte de las estructuras de poder.
El uso de los diferentes dispositivos supone una posibilidad muy cercana, hoy en día cualquier persona puede acceder al uso de los dispositivos, un celular o una computadora, aunque no esté resuelta la accesibilidad a internet en igualdad de oportunidad, no solo en el ámbito formal de la educación.
El arte digital hace pensar esta práctica artística y su relación con la tecnología como un hecho político. A través de operaciones diversas, debe permitir canales que produzcan quiebres en los formatos tradicionales, con aprendizajes alternativos, la creación de comunidades, el uso de códigos abiertos y una mirada crítica. El diseño y la producción del arte y la digitalidad tiene un lazo directo con la materialización de imaginarios que dan forma a la idea de futuros.
Cuando se analizan los discursos tecnológicos, científicos y culturales que construyen relaciones paradójicas de dominación hegemónica, es imprescindible romper con pensamientos binarios y hablar de las problemáticas de géneros.
Es abismal el desbalance que afecta a las mujeres y disidencias a la hora de trabajar en la industria tecnológica. Las diferencias en términos remunerativos, la falta de visibilidad y representación de las mujeres en el mundo de la tecnología arranca a edades muy tempranas. Deja en evidencia el desplazamiento de la mujeres y disidencias en la toma de decisiones y en la construcción de ese futuro motorizado en sociedades tecnológicas.
Los cambios en curso pueden ser una gran oportunidad para terminar con las brechas existentes, dar cuenta de esta huella actual, avanzar a un desarrollo sostenible, teniendo en claro los determinantes sociales.
Spam Arts nace como una plataforma de arte y digitalidad, creando un espacio para la difusión y el debate sobre diferentes problemáticas contemporáneas. En esta edición se centra en las cuestiones de corporalidades, género y digitalidad.
La investigación artística digital aborda el análisis de estas paradojas, naturaleza / máquina, cuerpos/tecnologías. Efe Ce Ele, artista transmedial. En su trabajo BioSynthesis, toma conceptualmente la idea de las fronteras entre la humanidad y la naturaleza, utiliza recursos tecnológicos y elementos microbiológicos que generan entornos audiovisuales inmersivos que dan cuenta de su mirada, en esta perspectiva.
En el caso de Sol Sarratea, su performance audiovisual propone una acción artística-colaborativa, genera una invitación a la comunidad al uso de los dispositivos cotidianos para darle un nuevo sentido.
Spam Arts es el escenario para abrir un diálogo de reflexión acerca de las problemáticas de géneros, cuerpos, tecnologías y territorios, hablar de estas realidades en la educación, el trabajo y la comunicación. En donde pensar futuros posibles.
*“Feminismo Ciborg y brecha tecnológica” se llevará a cabo el viernes 29 de abril a partir de las 18 horas en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) con entrada: libre y gratuita.
La jornada contará con el conversatorio “Género, educación y trabajo en TICs”, con la participación de Steph Zucarelli de Women In Games y Nayla Portas, artista digital y docente, especializada en temáticas de género. Dentro de la programación participarán del ciclo las artistas multimediales Sol Sarratea y Emilia Vega con una intervención audiovisual colaborativa. El cierre estará a cargo de Efe Ce Ele, con una performance transmedia, creando música e imágenes a partir del uso diferentes softwares.
Como parte del programa educativo de Spam se dictará el taller “creación de videoarte con código” a cargo de Sol Sarratea.
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