En la muestra La flor nocturna, que será inaugurada el 22 de abril en el espacio “La casa de al lado” en la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones, la artista Jorgela Argañarás despliega escenas del atardecer que capturan la fugacidad de una flor que se abre, la aparición de un colibrí patagónico colorido o la danza aérea de abejorros negros que deambulan en el monte.
“La exposición tiene la paleta y el ánimo del lugar donde la pinté, La Lobería, una reserva natural donde nace la Patagonia, a 60 kilómetros de Viedma y Carmen de Patagones”, relata Argañarás y agrega: “En las pinturas de ‘La flor nocturna’ también “están los cielos de un azul profundo que llevo tatuado en el corazón y siempre que estoy lejos, extraño”.
“En algunas obras, esos cielos se tiñen de un rosa malvón que llega con el atardecer del verano”, precisa la artista y cuenta que, además, en sus obras para esta serie hay “verdes secos, espinas y flores silvestres explotadas de color” pero también una obra en blanco y negro.
Esa “fue la mejor manera que encontré de exaltar el blanco encendido de unas flores blancas que descubrí caminando por el monte, ‘barba de chivo’ le llaman a esa mata”, cuenta la artista sobre una de las pinturas que aparece como excepción entre las obras coloridas que se exhiben.
“Las pinturas siempre forman parte de series, son como familias de cuadros que se hablan unos con otros. Estas series las trabajo hasta que mutan hacia otra serie y me traen algo nuevo: este proceso se da de un modo muy natural y orgánico, las pinturas solas van decidiendo muchas cosas, por no decir la mayoría de las cosas, o todas...”, apunta.
Si bien se dedica a la pintura desde hace 24 años, Argarañás está muy vinculada a la prensa de música, donde es conocida por su trabajo de comunicación junto a artistas como Fito Páez, un rol que ahora decidió dejar atrás.
“Tuve una agencia de artistas, sobre todo músicos desde 2018 hasta diciembre pasado. En esos años hice también producción siempre en paralelo con mi camino de pintora pero el año pasado tomé la decisión de soltar la agencia y seguir exclusivamente mi camino de pintora y aquí estoy”, dice.
Antes de las obras que integran esta muestra, Argarañás trabajó con el ciclo de pinturas llamado “Casa Natal”. “Es una serie que nace con la partida de mi mamá, al poco tiempo murió mi papá y a los 20 días mi hermano. Me di cuenta que éramos 5 y en un segundo quedamos dos: mi otro hermano y yo”, relata.
Entonces, se cuestionó: “¿Y ahora a quién le pregunto cómo era todo? ´Mi memoria deshilachada que no deja recordarme nada´ dice la canción de Lisandro Aristimuño y eso mismo sentí. Así empecé a pintar distintos espacios que habitamos en la infancia y adolescencia con mis hermanos y mis viejos”.
Argañarás nació en Viedma y actualmente vive en General Conesa. Su taller se encuentra ubicado en San Isidro, en el Gran Buenos Aires, aunque también pasa largas temporadas en La Lobería, en Río Negro.
“De ahí vengo, a ese lugar pertenezco, ahí nací y me crié: en Viedma, en la costa del río mirando las construcciones antiguas de Carmen de Patagones y en el mar”, explica.
“Empecé a pintar en los años 90 con lo que tenía...pinté un tiempo sola hasta que el techo me quedó muy bajito, ahí no soporté más la incomodidad, salí a buscar y encontré maestros generosos y sabios como Juan Astica o Roberto Páez, aprendí y aprendo mucho con ellos”, recuerda la artista. que lleva 24 años de recorrido artístico.
*La muestra podrá verse hasta el 22 de abril en el espacio “La casa de al lado”, situado en Alsina 80, Carmen de Patagones.
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