Un pequeño vistazo, casi como quien mira por el ojo de una cerradura, pero que debe imaginar todo aquello que no ve. Así fue la presentación del trabajo que Mónica Heller llevará a la 59° Bienal de Venecia, como representante de Argentina, en el Palacio San Martín.
El origen de la substancia importará la importancia del origen es el nombre de la muestra que hará su debut en la madre de todas las bienales a partir del 23 de abril y que estará compuesta por 15 piezas, que propondrán “pequeñas narrativas entre parejas, pero no una general que las incluya a todas”, explicó Heller a Infobae Cultura.
“Interactúan entre sí, a modo de viñetas; como en un cómic temporal, pero no como una narración visual en el espacio; funcionan por sentido unas con otras, no necesariamente como una narración lineal”, dijo durante la recorrida con la prensa.
En el Palacio que pertenece a Cancillería se presentaron tres piezas: dos videoinstalaciones de animación 3D y una escultura de un ojo, que se mueve desde el interior a través de una proyección. En Venecia se podrá apreciar uno de los videos, el de una mujer autoamantándose, y el ojo, aunque a una escala mucho mayor, aunque se desconoce el tamaño final de una pieza que posee reminisencias a la que el estadounidense Tony Tasset instaló en el espacio público de Chicago hace más de una década, pero que en cambio posee movimientos drásticos, con la violencia que tendría Saurón.
Heller (Buenos Aires, 1975) es una artista que desarrolla a través del dibujo, la pintura, animaciones 2D y 3D un despliegue de narrativas densas mediadas por personajes antropomorfos y objetos en relación con el mundo simbólico. Estudió en la Escuela de Artes Visuales Prilidiano Pueyrredón, hoy UNA y tiene su taller en su casa de La Lucila, partido de Vicente López.
En ese sentido, la selección de Heller para Venecia rompió con un paradigma de las representaciones argentinas, ya que se optó por una artista que se desempeña sobre todo en el campo de la animación y el video, haciendo uso de las ya no tan nuevas pero sí cambiantes tecnologías por sobre la escultura, el site specific o la pintura, cada vez más relegada.
Así, para el diseño de la muestra trabajó sobre maquetas digitales de un Pabellón de 500 metros cuadrados, localizado donde existió un antiguo astillero por lo que sus techos son muy altos, y que necesitará de tecnología adquirida en Italia, y comprenderá pantallas de 4 metros por 3, pantallas de proyección y displays LED de diferentes tamaños y formatos, entre otros gadgets. Será, en ese sentido, una puesta que busque romper con el estatismo de una exhibición para los sentidos y que podrá verse en Argentina en 2023 en el museo MAR de Mar del Plata, todavía con fecha a confirmar.
“Es un espacio muy largo, grande, y tiene dos hileras de columnas con lo cual había que trabajar mucho la disposición de las pantallas y con un recorrido particular en ese espacio. Además, con los videos hay una iluminación azul que también va a modificar bastante el espacio mismo, o sea, lo va a cambiar completamente”, sostuvo Heller.
Con respecto a las piezas, que se estrenarán en Venecia, comentó que “son casi todos videos en loop”, de bucles infinitos, “excepto uno que es un poquito más extenso y que trabaja con una narrativa distinta y que tiene que ver con un soliloquio de una paloma que habla a través de la inteligencia artificial”.
Heller aseguró que parte de su trabajo se realiza a partir de elementos preexistentes en Internet, como el programa de I.A. al cual ella le ingresó palabras para que, a partir de algoritmos, generará como resultado el monólogo del ave, por lo que la pieza “cuenta con cierta cuota de humor”.
“Hoy hay más artistas que funcionarios y periodistas”, dijo Alejo Ponce de León, curador de la muestra durante la ‘botadura’, evento que funciona a modo de expresión de buenos deseos y que, por primera vez, no solo mostró una pequeña parte de lo que se podrá observar en Venecia, sino que también puede ser visitada por el público en general, por lo menos hasta una semana antes del inicio del encuentro global. Y es que con entrada gratuita y reserva previa, el Palacio San Martín invita a los curiosos a acercarse a la propuesta.
Retomando las palabras de Ponce de León, el edificio de Cancillería rebosaba de jóvenes creadores argentinos, algo poco común en este tipo de encuentros protocolares, donde los trajes suelen ser amplia mayoría. “Esperemos que en la próxima edición sea alguno de ustedes el que pueda estar acá”, dijo.
Y parte de esa convocatoria tenía que ver con que artista y curador plantearon un catálogo diferente para la exposición, ya que invitaron a participar a integrantes del grupo Geometría Pueblo Nuevo (GPN), del que Heller forma parte, para diseñar una pieza coral relacionada a El origen de la substancia importará la importancia del origen, pero a su vez con autonomía propia.
“Buscamos desarmar el catálogo clásico y propusimos uno que sea una obra literaria colectiva, que revele el mundo de Mónica y que encuentre una continuidad en esa literatura”, comentó el curador. Y Heller agregó: “Es una obra nueva, que tiene que ver en parte con los personajes que presento, pero que son sus derivados”, sobre el texto que tendrá 120 páginas y publicará Iván Rosado, donde ya editaron Ladrones de huevos en 2020.
En el ensayo que acompaña el catálogo-libro, Ponce de León sostuvo que la obra de Heller ingresa dentro del “sur-realismo”, haciendo referencia que esta edición de la Bienal tiene como lema La leche de los sueños, a partir de un cuento de la autora surrealista anglo-mexicana Leonora Carrington, entendiendo al término como “un realismo que ingresa en los temas de esta parte austral del mundo, que puede ser muy surrealista”.
El origen... fue seleccionada por un jurado integrado por Matilde Marín, Paula Vázquez, Valeria González, Mariana Tellería, Andrés Duprat, Juan Usandivaras, Teresa Anchorena, Virginia Agote y Analía Solomonoff.
“Consideramos que el proyecto presentado por Mónica Heller aborda problemáticas contemporáneas de humor crítico, la fantasía y lo surreal. La gran solvencia técnica puesta al servicio de su universo poético logra dotar a los lenguajes digitales de carnalidad vital. La propuesta emprende el desafiante espacio del pabellón de manera eficaz, a la vez que resulta funcional a la dinámica de los recorridos de la Bienal. La artista expande los límites de su producción generando un perfecto equilibrio entre ambición y factibilidad”, explicó Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales de Cancillería, cuando se dio a conocer el fallo del jurado.
Un pequeño vistazo al mundo de Heller, un llamado a la imaginación en videoinstalaciones e historias en papel que por ahora solo pudo observarse como por el ojo de una cerradura y que recién abrirá sus puertas en Venecia.
La exhibición ¡Buen Viaje! está abierta al público y puede visitarse hasta el miércoles 6 de abril, en el marco de los recorridos guiados al Palacio San Martín y en actividades específicas. Informes: visitaspsm@mrecic.gov.ar
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