Renata Salecl: “La idea de que podemos elegir como individuos contribuye a cierta pasividad social”

En este diálogo, la filósofa eslovena reflexiona sobre “La tiranía de la elección”, el libro en el que analiza cómo el pensamiento neoliberal ha llevado a la sociedad al individualismo y una búsqueda imposible de la felicidad

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"La ideología preponderante considera que
"La ideología preponderante considera que un individuo es completamente responsable de sus elecciones", cuestiona Salecl en "La tiranía de la elección" (2022)

En un ensayo que entrecruza el psicoanálisis con la literatura, la filósofa, socióloga y teórica jurídica eslovena Renata Salecl desmonta en su libro La tiranía de la elección el mito neoliberal que reza que toda nuestra vida es una síntesis de decisiones personales, una lógica que rige desde los cuerpos y las carreras profesionales hasta las relaciones afectivas: “La idea de que como individuos podemos elegir sobre todos los aspectos de la vida contribuye a cierta pasividad social”, dice la autora. ”La sociedad capitalista de hoy, con su insistencia en la idea de elección, enmascara una serie de desigualdades de clase, género y raza”, asegura Salecl, y en el marco de esta entrevista advierte que la pandemia dejó al descubierto en qué medida nos cuesta abordar problemas sociales y hasta qué punto sobrevaloramos la capacidad de torcer el rumbo de nuestras biografías con la mera decisión personal.

Salecl nació en 1962 en Eslovenia y es investigadora en el Instituto de Criminología de la Facultad de Ljubljana. Además, es profesora en el Birkbeck College de la Universidad de Londres, todos los años da clases en la Facultad de Derecho Benjamin N. Cardozo en Nueva York sobre psicoanálisis y derecho y también dicta cursos sobre neurociencia. Sus libros fueron traducidos a quince idiomas y, en Argentina, Ediciones Godot publicó Angustia en 2018 y El placer de la transgresión en 2021. En los distintos capítulos de La tiranía de la elección (Ediciones Godot, 2022) la autora cuestiona la mirada hegemónica que rige gran parte de los postulados con los que las ciencias sociales estudian la realidad social en el mundo desarrollado. Según la teoría de la elección racional, la gente siempre piensa antes de actuar y en toda situación persigue el máximo beneficio con el mínimo costo. Es esa lógica la que determina que las elecciones de vida se planteen como si fueran pautas de consumo.

—Escribió La tiranía de la elección en 2010. ¿Cómo impactó la pandemia en esa tiranía?

—La ideología neoliberal que analizo en mi libro no cambió mucho en los últimos diez años. Se puede decir que solo empeoró con el mayor poder de las redes sociales. La pandemia se inscribió en una época en la cual la ideología preponderante considera que un individuo es completamente responsable de sus elecciones. Entonces, eso hizo que como sociedad tuviéramos que lidiar con los dilemas individuales sobre vacunarse o no, usar máscaras o no... Eso nos hizo reflexionar sobre las elecciones sociales: la pandemia no es un asunto individual y no puede corresponder a cada uno decidir cómo combatirla. Sin embargo, las personas internalizaron la idea de que son completamente responsables de sus vidas y, por lo tanto, no sorprende que haya habido una reacción tan negativa a la vacunación en muchas sociedades desarrolladas. Hemos estado escuchando durante mucho tiempo que nuestra salud es una cuestión de elección y que podemos elegir cómo se ve nuestro cuerpo. Y claro, la vacunación obligatoria va en contra de la idea neoliberal de elección personal. Y ahora, como no hemos abordado en el pasado las elecciones sociales, hoy nos encontramos con problemas para lidiar con asuntos que requieren que las personas salgan de su mentalidad más individualista.

"La pandemia no es un
"La pandemia no es un asunto individual y no puede corresponder a cada uno decidir cómo combatirla", sostiene Renata Salecl (Christian Bochichio)

—¿Por qué el imperativo de la elección al final nos convierte en personas más ansiosas?

—La idea neoliberal de elección hace que un individuo sea responsable de su bienestar, de su felicidad y éxito, incluso si no tiene los medios o las posibilidades para tomar decisiones que promuevan su bienestar. También las personas pobres a menudo se culpan a sí mismas por su falta de éxito. La gente se siente culpable y ansiosa, inadecuada. La idea de que podemos elegir como individuos sobre todos los aspectos de nuestra vida contribuye a cierta pasividad social e incluso a la apatía, algo que podemos observar en muchas sociedades. Y en definitiva, ayuda a la supervivencia de la ideología neoliberal.

—¿Cómo podemos lidiar con lo que no podemos elegir? ¿Hay una falta de respuestas teóricas para esta ansiedad?

—Muchas de nuestras elecciones son inconscientes y están fuertemente influenciadas por lo que otros eligen o por lo que la sociedad que no rodea percibe como las elecciones “correctas”. No niego que las personas tengan la posibilidad de elegir; sin embargo, debemos entender que tomamos decisiones de una manera mucho menos racional de lo que pensamos. No podemos elegir vivir para siempre y ahí es donde, de alguna forma, terminan nuestras elecciones.

—En el libro usted cita Felicidad, la novela del escritor canadiense Will Ferguson, en la que el autor hace desde la ficción una cruzada contra el género de la autoayuda. También toma muchas ideas del psicoanálisis en sus argumentos en contra de la elección racional. ¿Pueden estas dos disciplinas –la literatura y el psicoanálisis– ayudar a desmantelar el discurso que legitima el capitalismo?

—El psicoanálisis es muy importante para comprender cómo las personas se identifican con la ideología, cómo operan los deseos y los impulsos en sus vidas. Y, por otra parte, el psicoanálisis cuestiona la ideología de la felicidad, una idea que está presente en la novela de Ferguson. Sabemos que las personas a menudo actúan de una manera que no solo no aumenta su bienestar sino que aumenta su miseria.

—La elección racional llegó también al ámbito de las relaciones personales con las aplicaciones de citas. ¿Qué se esconde detrás de la idea de que es posible elegir en el amor?

—Lamentablemente, los algoritmos todavía no comprenden que la gente se enamora de forma irracional y que muchas veces uno no puede enumerar fácilmente lo que le atrae de la pareja potencial. La gente dice una cosa y en realidad quiere otra. Las citas por internet fueron de ayuda en estos tiempos altamente individualizados; sin embargo, también generaron muchas nuevas ansiedades: por ejemplo, las personas necesitan estar constantemente preparadas para el rechazo y fácilmente tienen la impresión de que hay algo mejor a la vuelta de la esquina. Ha habido una nueva mercantilización de las relaciones amorosas, aunque es cierto que esta lógica del mercado ya había impactado en las relaciones en el pasado y que, de alguna forma, no es nueva.

Fuente: Télam S.E.

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