Veinte años después de emigrar a México en 2000, los idus de marzo trajeron aparejados por la Organización Mundial de la Salud, una Declaración de Pandemia a la que en un principio denominaban “neumonía de Wuhan” y a partir de allí se conoció popularmente como COVID-19 o Coronavirus. Y aunque la declaración de la OMS fue el 11 de marzo del 2020, los Idus modernos fueron tanto o más graves que aquellos famosos de la Historia Antigua, (que en un inicio se consideraban de buen augurio en el calendario romano y tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre, y los días 13 del resto de los meses del año, correspondiendo a los días de la primera luna llena del año nuevo, en los calendarios más antiguos), ya que la Pandemia puede asemejarse a los Idus del 15 de Marzo del año 44 a. C., fecha en que es asesinado Julio César (Gaius Iulius Caesar) el Dictador nombrado de esa manera por el Senado Romano y que se considera el punto de inflexión de la historia de la Antigua Roma, marcando la transición del período histórico conocido como República Romana al Imperio Romano.
Y traigo a colación este período de la Historia porque tal como dice el notable Bardo, William Shakespeare, en su magnifica obra Julio César, “¡Cuídate de los idus de marzo!”, también la Pandemia generó un punto de inflexión en la Historia Posmoderna, que nos llevaron a los habitantes de este Planeta a cambios tan profundos que aún estamos comenzando a descubrir.
Fue la Pandemia la que generó en mí esa necesidad de regreso a las fuentes, de redescubrir, de volver a sentir interés por aquello que uno creía olvidado y de percibir las posibilidades que eso podría generar en mi ámbito profesional.
México me dio durante los cuatro años que allí viví las herramientas técnicas a través de no solo mi trabajo profesional en el ámbito televisivo (en esta etapa mediante un desarrollo impensado en Argentina, como era el de producir y generar contenidos para TV), sino también que pude aprovechar la excelencia de la reconocida Universidad Nacional Autónoma de México, estudiando en sus claustros la Licenciatura en Producción de Medios.
Más adelante mi establecimiento durante dieciséis años en Colombia, en la bella y moderna Bogotá –la ciudad que se encuentra 2.600 metros más cerca de las estrellas–, me permitió desarrollar plenamente mis conocimientos y aprovechar todo el expertise logrado en el país de los grandes culebrones.
Pero las consideraciones sobre estos dos maravillosos países y en especial sobre el que siento es mi segunda casa, Colombia, son para otra nota, ya que sin la interacción con sus sociedades tan disímiles culturalmente a la nuestra, nada de lo que aquí expreso hubiera sido posible. Y aunque a algún lector le parezca extraño, nuestras culturas sí son muy distintas, con particularidades a veces diametralmente opuestas, y entendiendo que aunque hablemos en castellano, Lengua e Idioma no son lo mismo.
Y tampoco son lo mismo el Teatro y la Televisión. Me formé como Actor en el Conservatorio Nacional, lo que habla de una raíz puramente ligada a las Artes Teatrales, pero crecí profesionalmente mucho más en la Televisión. Mi carrera fue desarrollándose con abundantes posibilidades laborales (con programas de éxito a nivel popular), desde el año que egresé del Conservatorio hasta el año que decidí partir de la Argentina a buscar algo que, recién hoy y llamativamente gracias a los Idus de marzo del 2020, pude entender qué era. Volver a mis fuentes, a aquello en lo que desde un inicio creí que era la forma de intentar cambiar mi mundo y a partir de allí ayudar a que otros se observen en el suyo. Por eso decidí volver por un tiempo a mi país, a producir y actuar en lo que siempre creí era el mejor de los Universos, el Teatro Independiente, el lugar donde se puede generar con apertura mental, con riesgo económico claro, pero con el gusto de saber que no hay Pandemia ni malos Idus que nos pueda detener.
30 Aniversario es mi Idus de marzo, el del de buen augurio, como eran en un principio de la Historia. Esta obra la estrenamos en marzo de 2021, cuando todo se empezaba a abrir, y pasamos las mismas vicisitudes que han vivido todos, aforos, cierres, nuevas aperturas… todo, pero nada nos amilanó y seguimos en carrera. Producir, actuar, escribir; en definitiva generar, llevar nuestros buenos Productos Artísticos al Mundo, a Colombia, a España, es un imperativo. Me considero un emprendedor privado y –a sabiendas también que se puede desarrollar una Industria de un hecho artístico–, nada se logra si no hay voluntad, esfuerzo, estudio, aprendizaje. Aprovechar las mixturas de las vivencias propias nos hacen mejores personas y profesionales.
Como dijo el Bardo de Avon, cuídense de los Idus de marzo, pero sepan que en su esencia está el crecimiento.
* Actor, director, guionista y productor de teatro, televisión y cine. 30 Aniversario se presenta los viernes a las 22.30 en Border Comunidad de Arte, Godoy Cruz 1838, CABA.
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