El Met, la “joya de Manhattan”, cumple 150 años

En el aniversario de la inauguración de uno de los íconos culturales y arquitectónicos de Nueva York, éste es un recorrido por las obras destacadas y las historias más curiosas del Museo Metropolitano de Arte

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Frente del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, ubicado sobre la emblemática Quinta Avenida de Manhattan
Frente del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, ubicado sobre la emblemática Quinta Avenida de Manhattan

“La joya de Manhattan”. Así lo llaman. El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Met, cumple 150 años desde que abrió sus puertas, desde donde se ingresa a dos millones de piezas de todo tipo, procedentes de los cinco rincones del mundo, una colección como pocas en el mundo.

Ubicado en uno de los barrios más ricos de la Gran Manzaba, vecino del Central Park, dentro de la culturamente famosa milla de los museos de Quinta avenida, el Met fue fundado en 1870, pero inició sus actividades dos años después, gracias a la colección privada de Robert Lee Jenkins, un ejecutivo del sector ferroviario y primer presidente, y la adquisición de 174 obras de maestros de la pintura. Si bien en su acervo posee alrededor de 2200 obras pre-modernas, la selección de esas pinturas ha sido tan exquisita que concentra algunas de las más conocidas en el mundo.

Su edificio de 204.386 metros cuadrados fue proyectado por Richard Morris Hunt, uno de los llamados padres de la arquitectura estadounidense, pero finalizado por su hijo, Richard Howland Hunt, en 1902, dos décadas después de lo estipulado.

El museo contiene dos millones de piezas de todo tipo (AFP)
El museo contiene dos millones de piezas de todo tipo (AFP)

El museo alberga 5.000 años de historia de la humanidad, que se dividen en 17 secciones, entre ellas, del antiguo egipto, mesopotamia, la Grecia clásica, la antigua Roma, arte bizantino, del Medio Oriente y medieval, como también del mundo islámico o el lejano Oriente. También posee la colección de armas y armaduras más destacada de todo el continente.

El Met fue concebido como “un museo y biblioteca de arte en Nueva York para alentar y desarrollar el estudio de las Bellas Artes y la aplicación del Arte a la fabricación y la vida natural, avanzar en el conocimiento general de temas afines y nutrir la instrucción popular y sus recreaciones”, dice en sus documentos fundacionales.

Los Claustros, en la parte alta de la isla de Manhattan y a orillas del río Hudson, es administrado por el Met
Los Claustros, en la parte alta de la isla de Manhattan y a orillas del río Hudson, es administrado por el Met

Desde el museo se administra Los Claustros, un museo situado en el Fort Tryon Park, que contiene una enorme colección de obras de arte medieval dentro de cuatro edificios - monasterios y abadías francesas- que fueron desmantelados en Europa entre 1934 y 1939, y que habían sido adquiridos por el financiero y filántropo John D. Rockefeller Jr.

Para los amantes de la moda se ecuentra el Instituto del vestido, que protege más de 33.000 prendas procedentes del antiguo Museum of Costume Art. La colección no está en constante exhibición, sino que se presentan anualmente diferentes secciones, que se presentan en la Met Gala, un mega evento benéfico a partir del cual se recauda el presupuesto anual del instituto. En la última edición, la entrada costaba USD 30 mil, y conseguir una mesa, entre USD 200 y 300 mil.

De ricos y famosos. Kim Kardashian en la Met Gala de 2021. El tradicional evento benéfico es una pasarela de moda que dicta tendencia mundial
De ricos y famosos. Kim Kardashian en la Met Gala de 2021. El tradicional evento benéfico es una pasarela de moda que dicta tendencia mundial

Arte, arte, arte

En este momento se desarrolla la muestra Making the Met, que ofrece un recorrido por momentos claves en la evolución del espacio en “una reflexión sobre cómo un museo que nació con vocación enciclopédica debe relacionarse con su pasado y con su presente, y cuál debe ser su papel futuro, en la ciudad, el país y el mundo” y propone una revisión “sobre el coleccionismo, sobre cómo hoy en día se debe mostrar, interpretar y relacionar las obras con el momento histórico”.

El Met posee una destacada colección de pintura europea desde el siglo XVI, con especial énfasis en pintores neerlandeses, italianos, españoles y franceses, y aunque no está dedicado al arte moderno, lugar que ocupa el MoMa en la ciudad, también reúne enorme cantidad de obra del siglo pasado (alrededor de 10 mil) y, por supuesto, mucha de ella es estadounidense.

La pintura de Vincent Van Gogh "Autorretrato con sombrero de paja" integra el patrimonio del Met
La pintura de Vincent Van Gogh "Autorretrato con sombrero de paja" integra el patrimonio del Met

Entre los cuadros que cualquier visitante debería sí o sí ver se encuentran Virgen y el niño entronizados con santos, de Rafael Sanzio; Venus y el laudista, de Tiziano; Aristóteles con el busto de Homero, Rembrandt; Estudio de una mujer joven, de Vermeer, Los músicos de Caravaggio; La muerte de Sócrates, de Jacques-Louis David; Mujer con un loro, de Gustave Courbet; Puente sobre un estanque de nenúfares, de Claude Monet; La clase de danza, de Edgar Degas; Autorretrato con sombrero de paja, van Gogh; Reatro de Gertrude Stein, de Pablo Picasso; Washington cruzando el Delaware, de Emanuel Leutze; Madame X, John Singer Sargeant; Madre joven cosiendo, de Mary Cassatt; Ritmo de otoño: Número 30, Jackson Pollock; No. 13 (White, Red On Yellow), Mark Rothko; Cráneo de vaca: rojo, blanco y azul, de Georgia O’Keeffe, por nombrar algunos.

Aunque también hay obras de Durero, Brueghel el Viejo, Botticelli, Filippo Lippi, Canaletto, Rubens, el Greco, Goya, Zurbarán, Velázquez, Reynolds, Delacroix, Turner, Friedrich, Cézanne, Corot, Gauguin, Renoir, Toulouse-Lautrec, Millet, Rousseau, Klimt, De Chirico, Klee, Lucian Freud y Diego Rivera. Casi nada.

Algunos de los grandes cuadros del Met que atraen miles de visitantes por mes
Algunos de los grandes cuadros del Met que atraen miles de visitantes por mes

Algunas historias:

La gran mudanza en la Segunda Guerra

Cuando EEUU ingresó en la Segunda Guerra Mundial, el museo comprendió rápidamente que era un blanco fácil ante un posible bombardeo. Así que tomaron los consejos de sus aliados británicos y buscaron un lugar donde proteger su acervo.

La primera opción fue una serie de túneles subterráneos, pero necesitaban una autorización que se les negó, y así fue como eligieron Whitemarsh Hall, una casa de campo a prueba de fuego construida de acero y concreto ubicada en una colina a solo 25 Kms de Filadelfia.

La propiedad de seis pisos -3 arriba y 3 subsuelos- contaba con 147 habitaciones y había sido construida para el millonario bancario Edward Stotesbury en 1916, pero ya en el ‘32 la familia había abandonado la propiedad debido a dificultades económicas.

Más de 15 mil obras de la colección permanente viajaron a la mansión en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial (MET)
Más de 15 mil obras de la colección permanente viajaron a la mansión en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial (MET)

En total, más de 15 mil obras de la colección permanente viajaron a la mansión en 1942, en 90 camiones separados, asegurados por un millón de dólares cada uno que fueron acompañados por hombres armados.

Pero no todas las piezas fueron protegidas. El museo diseñó un sistema A-B-C, siendo las “A” la prioridad, las “B” aquellas que se trasladarían más tarde y las “C” las que se dejarían en su lugar. Lo paradójico es que aquel 1942 fue el año de más visitas en toda la historia de la institución, debido a la gran cantidad de personas en servicio que pasaban por Nueva York.

Pero a Whitemarsh Hall le sobraba espacio, así que el Met ofreció almacenar obras pertenecientes a otras instituciones y coleccionistas privados, incluido el Museo de Brooklyn, la Ciudad de Nueva York, la Biblioteca Morgan, y muchos otros. En total, se protegieron allí 28 mil piezas.

Whitemarsh Hall, el edificio donde fueron trasladaron las obras en 1942 (MET)
Whitemarsh Hall, el edificio donde fueron trasladaron las obras en 1942 (MET)

El nivel de secretismo de la operación fue digno de una película, y los rumores aseguraban que allí había una clínica para recuperar heridos de guerra, pero los medios terminaron develando la verdad.

El éxito de convocatoria del ‘42 y la confianza estadounidense en la guerra hizo que un año después se devolvieran 100 obras seleccionadas para que el público las pudiera ver. En el ‘43 el edificio fue vendido, por lo que el museo tuvo que elegir entre buscar un nuevo lugar o regresar todo a su sede oficial. Se optó por lo segundo, y para fines del ‘43 y las primeras semanas del año siguiente el Met volvió a ser lo que era. La operación fue tan exitosa que solo se identificaron 5 obras de arte con daños mínimos.

Egipto, una represa y el templo de Dendur

Compuesta por más de 36 mil piezas, la colección egipcia del museo es una de las más significativas del globo fuera del país de origen. Pero, ¿cómo y por que cruzaron océanos?

En 1906, JP Morgan, entonces presidente del Museo, contrató a Albert M. Lythgoe para realizar la primera expedición arqueológica, actividad que continuó durante tres décadas. De hecho, la amplia mayoría de las piezas del museo llegaron en aquellos años, bajo el sistema de “división”; o sea, el Met excavaba y se quedaba con la mitad de los hallazgos, y el otro 50% iban para el gobierno egipcio.

El espectacular Templo de Dendur, donado por Egipto a Estados Unidos, se encuentra dentro del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York
El espectacular Templo de Dendur, donado por Egipto a Estados Unidos, se encuentra dentro del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Pero, sin dudas, el mayor atractivo del museo es el templo de Dendur. Corrían los ‘60 y la región egipcia de Nubia se inundaba con las crecidas del Nilo. Si bien los británicos habían construido una represa en el siglo XIX, esta ya no era suficiente para contener el agua, así que se decidió erigir una nueva.

La comunidad arqueológica advirtió entonces que la creación del nuevo largo artificial taparía grandes tesoros de la humanidad, por lo que la UNESCO hizo una llamada internacional para salvar estos sitios. Así, a modo de agradecimiento, el gobierno egipció donó templos a los países que colaboraron activamente con el rescate: Ellesiya fue a Italia (Museo Egipcio de Turín); Debod, a España (Madrid); Taffa a los Países Bajos (Rijksmuseum) y Dendur, a Nueva York.

El templo, que data del año 15 a. C. y está dedicado a la diosa Isis, fue desmantelado en 1963 y los 642 bloques se conservaron en la isla de Elefantina hasta que en el ‘65 llegó en barco. Fue cedido al museo dos años después, aunque recién se lo presentó en sociedad en 1978. El Met continúa participando de excavaciones, aunque solo lo hace de manera científica, ya que el sistema de “división de bienes” es parte del pasado.

El caso de la influencer y el sarcófago dorado

En 2018, una foto de Kim Kardashian en la Met Gala ayudó a resolver un caso de contrabando. En la imagen, la influencer posaba junto al ataúd dorado de Nedjemankh, del I a. C., que el espacio había adquirido por USD 4 millones.

El ataúd dorado de Nedjemankh fue devuelto a Egipto en 2019 (Wikipedia)
El ataúd dorado de Nedjemankh fue devuelto a Egipto en 2019 (Wikipedia)

La viralización de la foto generó que del otro lado del mundo, alguien decidiera mandar un mail a un asistente de fiscal de distrito que trabajaba en casos de comercio ilegal internacional de antigüedades. El sarcófago había sido excavado durante la revolución egipcia de 2011 en la región de Minya por una banda de saqueadores, pero uno de ellos, molesto porque no le habían pagado, decidió revelar la verdad.

Así, tras una larga investigación, se descubrió que el ataúd había pertenecido a un sumo sacerdote en el antiguo Egipto, y si bien tiraron el cuerpo al Nilo, por error dejaron un hueso de un dedo dentro del ataúd, dedo que incluso llegó al Met.

El ataúd fue enviado a Alemania como un artefacto “grecorromano” para evadir suspicacias, donde crearon la documentación falsa sobre su origen, como si hubiera sido adquirido legalmente en el ‘71, y además se lo restauró. Luego, mediante un anticuario francés, se vendió al museo.

El ataúd de oro de Nedjemankh frente al ministro de Antigüedades de Egipto, Khaled El-Enany, y el encargado de negocios de EE. UU. en El Cairo, Thomas Goldberger, en una exhibición en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia NMEC) en El Cairo
El ataúd de oro de Nedjemankh frente al ministro de Antigüedades de Egipto, Khaled El-Enany, y el encargado de negocios de EE. UU. en El Cairo, Thomas Goldberger, en una exhibición en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia NMEC) en El Cairo

Cuando estalló el escándalo, el museo devolvió el sarcófago dorado a Egipto, donde se exhibe en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia de El Cairo. Toda la red de contrabandistas europeos fue arrestada.

Otras devoluciones

En los últimos años, el anticolonialismo ha llevado a que varios museos del mundo regresen miles de piezas a los países que habían sido expoliadas. Aunque en algunos casos parece que no hay punto de retorno, como el Museo Británico, que retiró sin autorización miles de piezas de Egipto y Grecia, por ejemplo, y se niegan a regresarlos. Y si bien hasta ahora esa sombra no se expande sobre el Met, sí hay varios casos de devoluciones por compras de artefactos antiguos de dudosa procedencia.

Crátera de Euphronios (Wikipedia)
Crátera de Euphronios (Wikipedia)

En 2008, se devolvió al gobierno italiano la Crátera de Euphronios, un jarrón de 2500 años de antigüedad, considerada como uno de los mejores ejemplos de la antigua cerámica griega. Había sido saqueado en 1971 de una tumba y hoy se exhibe en el Museo Nazionale Cerite de Cerveteri.

En 2017, una crátera de campana sin firmar que seatribuye a Python, destacado pintor de cerámica griega, fue incautada bajo la sospecha de que fue saqueada de una tumba en el sur de Italia en los ‘70. Había estado en exhibición durante más de dos décadas.

Un año después, se anunció que se devolvería dos esculturas a la India: una de piedra del siglo VIII de una diosa hindú, Durga Mahishasuramardini, y una de piedra caliza del siglo III, Cabeza de una deidad masculina. La primera, había sido donada en 2015, mientras que la segunda en 1986. Antes pertenecían al Museo del sitio de Nagarjunakonda. En ese sentido, el Met aseguró que afinarían el sistema de compra y donaciones, para poder evitar otras casos en el futuro.

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