La referencia al leivmotiv de los Blues Brothers (“estamos en una misión de Dios”) dispara la conversación por videollamada y a tres bandas Buenos Aires-Madrid-Sevilla, entre Infobae Cultura, Ariel Rot y Kiko Veneno. “En cierto modo ha sido una llamada divina”, coincide Ariel Rot, guitarrista y compositor argentino radicado en España desde hace 5 décadas. “Vivimos en un mundo miserable, pero tenemos una misión que es hacer música, que es de las cosas menos miserables que se puede hacer en el mundo”, dice con su mejor sonrisa andaluza Kiko Veneno, una leyenda de la música española contemporánea. Y en esto están.
Se trata de la unión de dos músicos con un nombre y una gran obra a cuestas, quienes acaban de iniciar una gira conjunta surgida a partir del programa “Un país para escucharlo” que Rot -nacido y criado porteño, ahora madrileño por adopción- condujo en Televisión Española durante tres temporadas. El encuentro sobre el escenario en cambio, es bien reciente: hubo shows en Logroño y Madrid, habrá otro en Barcelona el próximo 2 de abril y luego seguirá por otras ciudades del país. La expectativa de los dos es, en un futuro que esperan sea cercano, llegar al continente americano con este espectáculo. Ciudad de México, Bogotá y Buenos Aires figuran primero en la lista, por variados motivos de cariño y proximidad en el corazón de ambos.
El planteo de “Un país para escucharlo”, génesis del flamante dúo era tan ambicioso como sencillo: recorrer la geografía española y cubrir su variedad de géneros musicales a través de los encuentros del guitarrista y compositor (ex Tequila, un fenómeno popular en toda la regla de la segunda mitad de los años 70 en España; también ex Los Rodriguez, la banda que lideró con Andrés Calamaro en los 90), con representativos músicos locales. Así pasaron entre otros, Christina Rosenvinge en Madrid; la banda Love of Lesbian en Barcelona, Pedro Guerra en Islas Canarias, Martirio en Huelva y el guitarrista Tomatito en Almería. Pero todo había comenzado en Sevilla y allí, claro, era inevitable juntarse a charlar y tocar con Kiko Veneno. Así empezó esta historia.
Después de un segmento dedicado a la Argentina y en particular a Buenos Aires (la ciudad donde Rot nació y a la que siempre vuelve; un lugar muy querido para Kiko Veneno desde el primer día que la pisó y lo hicieron hincha de Boca), este es el diálogo que ambos músicos mantuvieron -en exclusiva para el continente americano- con Infobae Cultura.
— ¿Cómo fueron estos primeros shows, qué pueden comentar, resaltar, transmitir como sensaciones luego de haber ya compartido el escenario frente al público?
— KV: Pues esta misión comenzó en los ensayos, en Madrid, en ese sitio, Ritmo y Compás, un sala muy famosa de Madrid, en la zona de Hortaleza. Si hablamos de los Blues Brothers, esa sería nuestra Calumet City, Illinois... (risas)
— AR: Ahí empezamos a darle forma, pero en realidad esto comenzó mucho antes porque como en toda misión pasamos por distintas etapas: primero fue planificar y juntarnos. Y casi conocernos también… Porque nos conocíamos, pero nunca habíamos compartido un proyecto musical juntos. Entonces, empezó primero en un restaurante, luego Kiko viajó a Madrid y luego yo fui a su casa. Y ahí empezamos a conocernos entre los músicos que cada uno iba proponiendo para este proyecto. Hay muchas cosas que forman parte de este show. Decidir el repertorio en particular para cada lugar y para cada invitado. Más allá de los ensayos, hay mucho avanzar, retroceder y bueno, aquí estamos siempre en ese proceso.
— ¿Cómo decidieron el repertorio, las canciones de cada uno, las que corresponden a cada invitado según la ciudad?
— KV: Queríamos armar un repertorio común, con canciones mías y canciones de Ariel que fueran parte de la memoria colectiva de la música española, porque el programa de televisión es la base de todo. Un programa que ha tenido tres temporadas y que ha devuelto la música en directo a la televisión con un gran sonido, cosa insólita en España donde siempre se hacía playback (risas). Este programa ha sido realmente una inmersión en la investigación musical del país y ahí el héroe fue Ariel, porque él era presentador y también tenía que tocar con mucha gente nueva con la que no había tocado antes y estilos que tampoco son sus propios estilos rockeros. En ese contexto, dijimos ‘vamos a hacer un repertorio con canciones mías, con canciones de Ariel y con una parte importante de los invitados, que son el país que hay que escuchar también. No solamente somos nosotros, claro. Te digo las que elegimos de Ariel y él dirá las mías ¿vale? “El mundo de ayer”, “Bar Soledad”, “Dulce condena”, “Salta” de Tequila -que se dice que puse como condición porque me gusta mucho, pero no es pa’ tanto tampoco-, “Baile de ilusiones” y “La milonga del marinero y el capitán”. Esas seis de Ariel, ahora dile tu las mías…
— AR: De Kiko elegimos los temas emblemáticos, históricos de él no podían faltar de ninguna manera: “Mercedes blanco”, “Echo de menos”, “Volando voy” por supuesto, y algunas de las primeras que son un poquito más para los fans, de la etapa underground de Kiko, pero que ya a estas alturas las conoce todo el mundo... “Los delincuentes” y con la que abrimos, que es “Memphis Blues”, que es una adaptación que hizo Kiko del tema de Dylan. Es cierto que hacer el programa fue un gran desafío, pero también tocar los temas de Kiko es un gran desafío. Porque tienen un imaginario propio y siempre hay cosas que sorprenden. Luego también hay una parte que nos gusta mucho, que es un momento en que nos quedamos los dos solos. Un momento más íntimo donde hacemos un par de temas en acústico, “Bar Soledad” y “Obvio”. El otro día incorporamos una canción nueva, espectacular, “Hambre”, que creo que es la primera vez que él canta de una manera más auténticamente jondo ¿no? Sería flamenco de verdad…
— KV: La verdad es que si, fue la vez que más me atreví a cantar así, el estilo flamenco digamos… Que está desde siempre conmigo, y es la parte central de mi música.
— ¿Creen ustedes que esto derivará en que graben un disco de estudio o en vivo, que puedan venir a este lado del mundo? ¿Han pensado en eso?
— KV: Pensamos y soñamos, más que nada. El otro día lo hablé con Ariel luego que hicimos el recital en Madrid, que fue el segundo concierto. Esto es como un sueño para nosotros, y también es una apuesta que estamos haciendo. Vemos una respuesta y un calor que nos están entusiasmando… Entonces le dije a Ariel que lo más bonito que nos podría pasar es que pudiéramos llevar esto a América. Eso sería ya para nosotros, ¡definitivo! Moriría feliz... Como los buenos de la película (risas).
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