Tras un recorrido por ciudades como París, Londres y Roma, el fotógrafo Sebastião Salgado aterriza ahora en Sao Paulo con Amazonía, una exposición que busca avivar la conciencia ambiental a través de intimistas retratos de los distintos pueblos que cohabitan el mayor bosque tropical del mundo.
Alrededor de 200 imágenes, siete películas y una banda sonora creada por el compositor Jean-Michel Jarre son el hilo conductor para sumergir a los espectadores en los paisajes, especies y pueblos indígenas entre las cuales el fotógrafo brasileño –con residencia en París– transitó por casi una década de su vida.
”Mi principal aprendizaje en la Amazonía es que yo soy naturaleza, yo soy biodiversidad, eso aprendí con los indígenas. Los indígenas son totalmente integrados al medioambiente y son parte del ecosistema”, dijo Salgado, de 78 años y una de las voces más activas en la defensa de la conservación del medioambiente.
Divida en seis ejes temáticos y con una diversidad de textos explicativos, la exposición propone acercar los debates sobre la preservación de la Amazonía –y de los pueblos originarios que en ella habitan– a los espectadores, además de exaltar los parajes que abrigan la mayor “riqueza y concentración cultural” del país. Las instantáneas, muchas de ellas inéditas, desnudan un retrato intimista acerca de la vida y la cotidianidad en doce comunidades indígenas, que se mezclan con las exuberantes capturas de la cámara de bosque, ríos, montañas y fenómenos naturales únicos. ”Estas fotografías representan la Amazonía viva, del bioma, de las comunidades indígenas”, entonces “en esta exposición no presentamos la Amazonía muerta, destruida, de las propiedades rurales o de las áreas urbanas”, apuntó el fotógrafo, quien ya visitó más un centenar de países con sus proyectos.
La exposición en el centro cultural Sesc Pompeia de San Pablo se extenderá hasta el 10 de julio próximo, cuando tiene previsto iniciar una gira por varias ciudades de Brasil. Su inauguración coincidió con la firma de un decreto del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que busca estimular la minería artesanal en el país, en especial en la región conocida como Amazonía legal. Para Salgado, cualquier acción de explotación minera se trata de una “propuesta asesina”, por lo que consideró que su muestra podría desempeñarse como un motor para el fortalecimiento de “una base de apoyo de protección al ecosistema amazónico”.
”La explotación minera lleva a la destrucción de la selva, a la contaminación de los ríos, a la violación de los territorios indígenas y a la transmisión de enfermedades en la Amazonía, entonces es una propuesta asesina”, denunció. Puntualizó igualmente que la exposición se produce en momentos en que el Ejecutivo brasileño perpetra una “gran desestabilización de la manera de vida de los indígenas”, lo que, por otro lado, ha impulsado “un despertar brasileño con respecto a la Amazonía”. ”Nuestra gran esperanza es que las personas que salgan de esta exposición no sean las mismas que entraron”, señaló.
En ese sentido, Lélia Wanick Salgado, esposa del fotógrafo y responsable de la edición y escenografía de la exposición, explicó que la idea es precisamente brindar a los visitantes una experiencia de sumersión en el corazón del mayor bosque tropical del mundo a través de múltiples experiencias sensoriales. ”Cuando entramos en la exposición, tenemos la inmersión de las fotografías y los sonidos de la selva. Toda la iluminación viene de las fotografías y todo lo que está alrededor es pura penumbra”, subrayó.
Y es que el propio resultado de las inmensas fotos colgadas que componen “Amazonía” es fruto de las inmersiones de Salgado, quien viajó junto a su esposa y equipo a lo largo de siete años por la zona. La muestra reúne, además, algunas pinceladas de casi una década de trabajo del fotógrafo, entre ellas casi 50 reportajes que hizo por la región. ”La Amazonía fue mi hogar, la Amazonía es mi corazón y yo espero que en esta exposición se entienda la importancia de estas imágenes”, matizó.
Fuente: EFE
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