Se le reconoce a Paul Auster como uno de los escritores norteamericanos más brillantes de su generación. Radicado desde hace más de 40 años en Nueva York, a utilizado la ciudad para desarrollar parte de la atmósfera de sus novelas como “Trilogía de Nueva York”, “Brooklyn Follies” o “Sunset Park”.
Auster ha escrito todas sus novelas a mano y a máquina, pues considera que “escribir es un acto de libertad y una cuestión de supervivencia”, razón por la cual no utiliza PC ni smartphone. “Soy una de las pocas personas del mundo alejada de todo eso. Escribo a mano y en la máquina de escribir de siempre, es indestructible”, insiste el autor de 75 años.
El escritor nació en Newark, Nueva Jersey, el 3 de febrero de 1947. Es hijo de inmigrantes judíos y durante su juventud trabajó de todo para poder mantenerse hasta que murió su padre pudo cobrar una pequeña herencia, permitiéndole vivir de manera decente y dedicarse a escribir.
En sus novelas, Auster mezcla la ficción, azar, realidad y misterio, en conjunto con parte de autobiografías para poder atrapar a los millones de lectores que ha atrapado en el mundo. De igual forma, el hombre de “mirada profunda e inteligente”, ha introducido, también, en sus textos la identidad humana, con los horrores y esplendores que identifica al autor y envuelve al lector en su narrativa.
Como cada año es uno de los favoritos para ganar el Nobel de Literatura, pero mientras llega ese momento Auster cuenta con una larga lista de libros que se han traducido a cuarenta idiomas, en España ha sido reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en el 2006 y que en el año del 2009 lo ganó la escritora Siri Hustved, su esposa.
Su última novela
El último libro que escribió fue “La llama inmortal de Stephen Crane”. Auster, al descubrir sus textos periodísticos y sus no novelas, no dudó en escribir sobre Stephen Crane.
El lanzamiento del libro se realizó en el 2021, cuando pensó que no volvería a escribir, pues pasaron siete años para que terminara “4 3 2 1″ hasta que decidió leer sus pendientes. Fue en uno de esos libros que descubrió al joven, escritor y periodista Stephen Crane (1871-1900) y para su sorpresa era muy parecido al autor de Ciudad de Cristal.
Crane nació en Newark, al igual que Auster, sólo que él murió a los 28 años, aunque eso no le importó a su descubridor, pues mencionó que a pesar de su corta existencia en el planeta hizo mucho por la literatura y el periodismo.
“Cambió el curso de la literatura en EEUU, elevó el arte de narrar a otro plano. Liberó la novela norteamericana de las convenciones que la tenían aprisionada más de 150 años”.
La joven promesa que descubrió Auster escribió diez novelas, siendo “La roja insignia del coraje” (1895) la más importante pues brinda un relato de guerra diferente, contado desde el ojo poético donde “sorprende cómo siendo tan joven puede tratar los aspectos más complicados de la conducta humana”.
De “Trilogía en Nueva York” a “4 3 2 1″
Paul Auster empezó a darse a conocer con su primer ensayo autobiográfico que lanzó en 1982 titulado “La invención de la soledad”, pero fue a mitad de los años ochenta que ganó fama con “Trilogía de Nueva York” (1985-1986), dividida en tres novelas llamadas: ”Ciudad de cristal”, “Fantasmas” y “La habitación cerrada”.
Estas tres novelas usan a los mismos personajes, tiene la similitud entre sus situaciones y con un aire detectivesco y literatura policiaca, en conjunto con la soledad, los misterios de la realidad, el azar y la escritura.
Después le siguieron novelas como “Leviatán” en 1992, “Mr. Vértigo”, “El palacio de la Luna”, “Tombuctú”, “El libro de las ilusiones”, “La noche del Oráculo”, “Brooklyn Follies”, “Sunset Park”, “4 3 2 1″ y también guiones cinematográficos: ”Smoke”, “Blue in the Face” o “Lulu on the Bridge”.
Entre sus novelas también escribió libros de memorias: “El cuaderno rojo”, “Diario de invierno”, “Informe del interior”.
Con información de EFE
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