Spotify anunció el miércoles que había comenzado a eliminar la música de Neil Young, dos días después de que el rocker canadiense publicó una carta en su página web, en la que pedía a la plataforma que eligiera entre él y Joe Rogan, el popular y polémico conductor de podcast, acusado de difundir información falsa sobre el COVID-19 y las vacunas para prevenirlo. “Lamentamos la decisión de Neil de eliminar su música de Spotify”, comunicó la empresa, “pero esperamos darle la bienvenida pronto”. Lo cierto es que todavía hay canciones de Neil Young en Spotify: “Heart of Gold”, “Rockin´ in the free world”, dos de sus grandes clásicos, y los discos de Buffallo Springfield y del supergrupo Crosby, Stills, Nash and Young (específicamente el famoso Deja Vu, de1970).
La batalla dialéctica entre la estrella de rock -bastante refractaria a la revolución tecnológica alrededor de la transmisión online de la música, hasta llegó a promover un dispositivo de su invención para oponerse al fenómeno del IPod en su momento- y la compañía de streaming global involucra, además del simple hecho de poder escuchar o no canciones clásicas de la historia del rock, cuestiones relevantes alrededor de la libertad de expresión, la circulación de información en pandemia y el poder de los artistas para controlar dónde se escucha su obra.
En su comunicado, Young llamó a Spotify “el hogar de la desinformación de COVID que amenaza la vida”. “Mentiras que se venden por dinero”, puntualizó. “Me di cuenta de que no podía seguir apoyando la desinformación potencialmente mortal de Spotify para las personas amantes de la música”, escribió el septuagenario músico, figura clave de la historia del rock a partir de los años 60 y todavía vigente. En el mismo texto, agregó que muchos de los oyentes de Spotify están escuchando información engañosa sobre el COVID-19. Son “jóvenes, impresionables y fáciles de inclinar hacia el lado equivocado de la verdad. Estos jóvenes creen que Spotify nunca presentaría información totalmente falsa. Desafortunadamente están equivocados”.
Spotify dijo en un comunicado el miércoles: “Queremos que todo el contenido de música y audio del mundo esté disponible para nuestros usuarios. Eso conlleva una gran responsabilidad al equilibrar la seguridad de los oyentes y la libertad de los creadores. Contamos con políticas de contenido detalladas y hemos eliminado más de 20 mil episodios de podcast relacionados con COVID desde el comienzo de la pandemia”. En ningún párrafo de esta comunicación oficial se hace mención a Joe Rogan.
El impulso del melómano, suscripto o no a Spotify, es buscar si quedan canciones de Neil Young después de esta polémica. Quedan, algunas pocas, pero quedan. Por ahora. Por ejemplo, las muy populares “Heart of Gold” (casi 237 millones de escuchas) y “Harvest Moon” (163 millones), incluidas en la banda de sonido de la película Comer, rezar, amar de 2010, protagonizada por Julia Roberts y Javier Bardem. También sobrevive “Rockin’ in the Free World” (versionada por Pearl Jam, entre otras bandas), incluida en una playlist titulada Las 100 mejores canciones de rock clásico. En la misma lista se incluye además “Down By The River”, otro clásico de Young, esta vez de Everybody Knows This Is Nowhere (1969), el primer álbum que publicó con su banda Crazy Horse. También aparece “The Needle and the Damage Done” -una potente canción sobre el daño de la adicción a la heroína- en una playlist titulada Canciones tristes y con una versión en vivo grabada en el show benéfico Live Aid de 1985, que además incluye otra de “Nothing is Perfect”. Y eso es todo.
Según publicó The Wall Street Journal, “al eliminar su música de Spotify, el señor Young no cobrará los pagos de regalías relacionados con la transmisión de sus canciones allí, que se dividen entre él, su sello discográfico, el editor y otros titulares de derechos de su música”. Y agrega: “si bien el sello del señor Young otorga la licencia de Spotify y legalmente tiene control sobre cómo y dónde se distribuye su música, es típico que una compañía discográfica tenga en cuenta los deseos de un artista. Un artista del prestigio de Neil Young en particular tiende a tener más control sobre su carrera y producción creativa”.
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