El Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI), fundado por el historiador Horacio Tarcus, que tendrá a partir de febrero una nueva sede gracias a la contribución y el apoyo de la Fundación Friedrich Ebert (FES) de Alemania y de su revista Nueva Sociedad, lanzó una colecta para recaudar fondos para remodelarla, equiparla y ponerla en forma y así cumplir el objetivo de preservar el acervo histórico que custodia.
La campaña de financiamiento colaborativa nacional e internacional apunta a reunir los $5 millones que requiere la puesta a punto y la mudanza a la nueva casa de la institución que funciona hace 23 años y que es, a la vez, una biblioteca, hemeroteca, archivo y centro de investigación dedicado a la preservación, catalogación, difusión y estudio de las producciones políticas, artísticas y culturales de las izquierdas y los movimientos sociales latinoamericanos.
El edificio de la nueva sede, ubicada en Rodríguez Peña 356 y con más de 800 metros cuadrados, tendrá una Sala Auditorio para unos 80 asistentes, una Sala de Seminario, una Sala de Digitalización y una serie de espacios adecuados para el desarrollo de los distintos proyectos. El patrimonio de la institución reúne las colecciones completas de las más importantes publicaciones producidas en el continente por organizaciones políticas, culturales, gremiales, estudiantiles, de derechos humanos y es el principal centro de referencia en el campo de estudios sobre las izquierdas no sólo en Argentina sino en toda América Latina.
“Les expectativas son enormes porque con el crecimiento del patrimonio y de las funciones de la propia institución la sede histórica del barrio de Flores nos había quedado chica. Patrimonialmente hablando, la nueva sede de la calle Rodríguez Peña nos va a permitir albergar todo el acervo que ahora tenemos repartido entre la casona de Flores y un depósito que estamos alquilando a cuatro cuadras. Con estos 800 metros cuadrados cubiertos vamos a poder, además, recibir algunas de las grandes donaciones que teníamos prometidas y que hasta ahora no podíamos albergar”, contó Horacio Tarcus.
El crecimiento del acervo desbordó las posibilidades materiales del CeDInCI. En total, el patrimonio supera los 5.000 metros lineales de documentos, de modo que ambas sedes se encuentran ampliamente desbordadas y las bibliotecas soportan actualmente anaqueles sobrecargados con doble hilera de publicaciones, lo que hace que las condiciones actuales de guarda, preservación y acceso sean inadecuadas conforme los estándares más básicos de la bibliotecalogía y la archivística.
“Estimamos que la consulta se va a potenciar muchísimo. Además, la Galería de ingreso a la casona de Rodríguez Peña se va a convertir en Galería de exposiciones, lo que nos va a permitir montar exhibiciones periódicas de nuestro acervo: originales de artistas argentinos, antiguas ediciones, prensa histórica, objetos como nuestra colección de afiches, o de pines políticos, o de banderas y banderines”, se entusiasma Tarcus.
El historiador advierte que el llamado a una campaña de financiamiento colectivo surgió de la necesidad. “La Fundación Friedrich Ebert adquirió este inmueble para nosotros, pero con la condición de que los costos del equipamiento y la mudanza corrieran por nuestra cuenta. Por su parte, la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) sostiene a la docena de profesionales que conformamos la planta del CeDInCI desde hace ya una década. Para nosotros son acuerdos formidables, pero lo cierto es que somos una institución rica en patrimonio cultural y pobre financieramente hablando. Entonces, el único modo de equipar la sede es convocando al apoyo de la sociedad civil”, explicó Tarcus y advirtió que la práctica nació con cierta naturalidad porque “el CeDInCI –en sus casi 24 años de vida-creció gracias a las donaciones de particulares: libros, revistas, fotos y afiches, pero también aportes societarios para sostener los costos de impuestos y servicios”.
¿Quiénes aportan? “La mayor parte de los aportes provienen de investigadores que han pasado meses trabajando con nuestro acervo, y han quedado agradecidos, tanto por la riqueza del acervo, por el profesionalismo que ponemos en conservar y catalogar, por la buena onda que ponemos en la atención. Nuestro país no tiene una tradición de mecenazgo privado”, contó Tarcus. En ese sentido, explicó que en Estados Unidos es muy común que un profesional exitoso haga donativos a la universidad en la que formó. “Por eso la campaña resulta tan evidente y espontánea en el exterior, y sorprende un poco en nuestro país. Pero los aportes están llegando, junto a mensajes de apoyo y felicitación”, sostuvo.
Tarcus y el quipo del CeDInCI trabajan, además, en la organización una Feria de Arte, donde a comienzos de marzo de 2022 vamos a rematar a beneficio del CeDInCI obras de artistas argentinos reconocidos, como Juan Carlos Distéfano, Norberto Gómez y Marcia Schwartz. “Las respuestas vienen siendo muy generosas, ya recaudamos casi el 20% de la meta propuesta, los 5 millones de pesos argentinos”, adelantó.
El CeDInCI nació hace 23 años como una asociación civil sin fines de lucro dedicada a la preservación del patrimonio cultural de las izquierdas y los movimientos sociales con un acervo documental inicial que se creó en base a un importante archivo reunido previamente en forma personal por Tarcus y en los últimos años creció como centro de investigación académica, de edición y de producción de contenidos.
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Fuente: Télam
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