Hace 75 años, y a sus jóvenes 24 años, José Saramago se presentó ante el mundo editorial para publicar su primera novela escrita bajo el título de “La viuda”, pero lejos de la gloria y trascendencia que en años posteriores coronó con el Nobel de Literatura, el autor tuvo que aceptar, con gran pesadumbre, que el editor la publicara con otro título, sin contrato ni retribución alguna, una situación que, a 100 años de su nacimiento, sus allegados buscaron en “un acto de justicia” revertir, editando ese libro por primera vez en español, junto con la recuperación de su obra completa bajo el sello de Alfaguara.
“El autor es un muchacho de 24 años, callado, introvertido, que se gana la vida como escribiente en los servicios administrativos de los Hospitales Civiles de Lisboa, tras haber trabajado durante más de un año como aprendiz de cerrajería mecánica en los talleres de esos hospitales”, expresaba Saramago (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) en el prólogo de la obra, editada en portugués por el sello Minerva y por el cual no recibió ni un solo “escudo”, la divisa utilizada en Portugal hasta 2002.
La obra, de estilo clásico, que tiene como protagonista a María Leonor, madre de dos hijos, a la que se le muere el marido y debe hacerse cargo de la administración de una hacienda, debatiéndose entre el duelo que marcan las convenciones sociales y el deseo de otras experiencias amorosas, fue publicada en 1947 bajo el nombre de Terra do pecado, un título que el editor consideró más atractivo comercialmente y que el autor aceptó sintiendo que de esa manera ingresaba al mundo de las letras de su país.
En ese momento, Saramago (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) había sido padre de una niña, vivía en el seno de una familia que adhería a la izquierda y al comunismo, en una Europa afectada por las consecuencias de la guerra, pero su deseo de ser escritor pudo más y lo llevó a golpear las puertas de distintas editoriales para dar a conocer ese primer trabajo. Por eso, cuando el editor aceptó publicarla pero con varias condiciones, Saramago, lejos de discutirlas, aceptó e hizo el anuncio con felicidad a su familia y a sus amigos.
La obra pasó prácticamente inadvertida en aquellos años, apenas apareció una breve reseña en un periódico local, lo cual sembró dudas acerca de su decisión de escribir, que se profundizaron con la llegada de su segunda obra, Claraboya, de 1953, que no pudo lograr que viera la luz en ninguna editorial, y se publicó recién en 2011. Ese hecho lo llevó a elegir el silencio por un largo período de 20 años, hasta que comenzó a publicar poemas, crónicas en periódicos y novelas.
La obra, que el autor nunca quiso que se volviera a publicar ni que se tradujera a otros idiomas, volvió ahora de la mano de Alfaguara, a instancias de su viuda y traductora, Pilar del Río, y del catedrático portugués Carlos Reis, quienes creyeron importante que se diera a conocer en español esta novela inicial del autor de El evangelio según Jesucristo.
Para Del Río, publicar esta obra es “un acto de justicia y de memoria histórica”, y explicó que la novela no se publicó antes debido a la humildad de Saramago: “José no quería hacerlo, decía que era una obra de juventud sin nada del estilo, y pensaba que podía desconcertar y confundir a los lectores. Era una cuestión de humildad”, agregó la viuda, quien dijo que había hecho “lo mismo con Claraboya, que le recordaba una época muy dura y cuyo lanzamiento siempre vio como una operación comercial. Por eso sólo permitió que se publicara póstumamente”.
“Cuando envió esa novela a las editoriales, ni siquiera obtuvo respuesta -explica Del Río-. Así que entendió que el problema era que no tenía nada que decir y dejó de escribir durante dos décadas”.
La recuperación de la primera edición de esta temprana novela de Saramago está unida a un hecho fortuito, ya que el texto apareció envuelto en un papel, en el cajón de una cómoda, de una antigua casa que iba a ser derribada en el Alentejo. El libro, en cuyas primeras páginas aparecen las dedicatorias de varias amigas, fue descubierto por un hombre que se lo entregó a una psiquiatra, al que asistían él y la viuda del escritor, laureado con el Nobel en 1998, que también se destacó por su obra poética, ensayística y teatral.
Solo el tono filosófico de esta novela iniciática es lo que luego se verá reflejado en la obra del autor de un estilo tan personal que se haría evidente a partir de Levantado del suelo (1980), a la que se sumaron luego El año de la muerte de Ricardo Reis (1984), La balsa de piedra (1986) y el libro de cuentos Casi un objeto (1978).
Su obra de los últimos años incluye novelas, diarios y otras publicaciones, entre las que se destacan Historia del cerco de Lisboa (1989), Todos los nombres (1997) y la obra teatral In nomine Dei (1993).
En 1991 publicó uno de sus trabajos más reconocidos El evangelio según Jesucristo, que lo catapultó a la fama a causa de una polémica sin precedentes en Portugal -que se considera una república laica-, cuando el Gobierno vetó su presentación al Premio Literario Europeo de ese año, alegando que “ofendía a los católicos”.
En acto de protesta, Saramago abandonó Portugal y se instaló en la isla canaria de Lanzarote, y en 1995 publicó una de sus novelas más conocidas, Ensayo sobre la ceguera, llevada al cine en el 2008 bajo la dirección de Fernando Meirelles.
Fue en 1994 cuando se conoció el primer volumen de Cuadernos de Lanzarote, un conjunto de diarios que escribió entre 1995 y 2001, y además ingresó en la Academia Universal de las Culturas (París), en la Academia Argentina de Letras y en el Patronato de Honra de la Fundación César Manrique (Lanzarote).
Al año siguiente fue el momento de la emblemática Ensayo sobre la ceguera, primera entrega de su trilogía sobre la identidad del individuo.
A partir de la edición en español de La viuda, la directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes, explicó que “era conveniente publicarlo en 2021 y, a través de este libro presentar todo el proyecto del centenario”.
La editorial anunció además la reedición de las obras de Saramago en 2022, que se lanzarán en tres etapas a propósito del centenario de su nacimiento que se celebrará el próximo 16 de noviembre: enero, marzo y junio. La primera etapa estará disponible a partir del 27 de enero, con los títulos El evangelio según Jesucristo, Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez, El hombre duplicado, Las intermitencias de la muerte, Memorial del convento, Poesía completa, Todos los nombres.
La segunda entrega contará con Caín, El viaje del elefante, Casi un objeto, El año de la muerte de Ricardo Reis, Levantado del suelo, Manual de pintura y caligrafía, Historia del cerco de Lisboa y La bolsa de piedra, el 17 de marzo. Asimismo, en abril publicarán la fotobiografía de José Saramago, inspirada en un proyecto anterior de Alfaguara, con la ayuda de la Fundación José Saramago.
En tanto, el 16 de junio estarán disponibles Cuadernos de Lanzarote I, Cuadernos de Lanzarote II y Las pequeñas memorias, junto con su Teatro completo y una espectacular edición bellamente ilustrada de Viaje a Portugal, cuyos itinerarios son hoy un gran atractivo turístico en su país de origen.
Este despliegue editorial estará acompañado en 2022 por eventos como conferencias del Nobel a cargo de Alberto Manguel que se celebrarán en Portugal y contarán con autores de todo el mundo, exposiciones como La oficina de José Saramago, en la Biblioteca Nacional de Portugal y posiblemente en España.
Además, en la tierra que lo vio nacer, Azinhaga, como homenaje a su obra se plantarán cien olivos bautizados con los nombres de un centenar de personajes de sus obras.
Fuente: Télam.
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