Quién es Justin Sun, el gurú cripto que busca dominar el mundo del arte NFT

El escenario de las subastas del mundo del arte está cambiando. No solo por el ingreso de las NFT a este espacio de legitimación, sino también por la aparición de nuevos jugadores, en especial los nuevos millonarios relacionados al universo de la tecnología.

Si los petrodólares produjeron que muchas obras de arte partieran hacia los países árabes, como el Salvador Mundi, vendido en la subasta en Abu Dhabi en 2017 por USD 450 millones -que si bien fue atribuido a Leonardo Da Vinci especialistas aseguran que el genio florentino no realizó la obra-, el crecimiento del mundo cripto está despertando un nuevo tipo de coleccionismo especulativo que tiene a Justin Sun, el multimillonario chino de apenas 31 años de edad, entre sus principales figuras.

Sun se hizo conocido en el mundo del coleccionismo cuando casi da el gran golpe, casi: quedó segundo en el remate por Everydays: the First 5000 Days, el NFT del diseñador gráfico Beeple que salió por USD 69 millones. Sin embargo esta no fue su única apuesta. Además de adquirir otras piezas NFT, también ya posee obras físicas de Giacometti, Picasso y Warhol, que fueron donadas al Fondo Just NFT, creado por el mismo, que busca convertirse en el centro de este mercado que no para de mover millones en criptodivisas.

A Sun se lo compara con Jack Ma, fundador de Alibaba, y el joven tiene algo que ver en eso. No es que Ma lo haya apadrinado directamente, sino que el empresario que se autodominó como niño prodigio en su autobiragrafía Un mundo feliz relató que su encuentro con Ma lo inspiró en su camino. En su primera publicación de Instagram, Sun aparece junto a Ma, sosteniendo un certificado de graduación.

Más allá de esta manera de autoproclamarse como su seguidor, Sun está llamado a ser el emprendedor tecnológico más importante del país asiático debido a sus innovaciones, no excentas de polémicas, en los últimos 8 años. ¿Cómo conoció a Ma? Participando de un seminario para jóvenes profesionales y obteniendo un puesto en el equipo de desarrolladores de Alibaba, luego de haberse recibido de manera precoz con varias licenciaturas y un master en la Universidad de Pensilvania, según cuenta en su libro.

Comenzó a tomar vuelo propio en 2013, con 22 años, cuando fundó la exitosa y polémica Peiwo (Acompañante), una aplicación de streaming de voz que tenía una sala de chat de transmisión en vivo. Así al servicio de mensajería instantánea se le sumaba una suerte de Tinder de audios, ya que los contenidos sexuales fueron increscendo hasta serlo todo. Con más de 10 millones de usuarios, Peiwo fue retirada de las tiendas de apps de Apple y Android, y las autoridades chinas lo cerraron por “alterar los valores socialistas”.

Su siguiente paso fue en el mundo de las criptomonedas, con la creación de la Fundación Tron y la criptomoneda Tron (TRX) en 2017, basada esencialmente en tecnología blockchain, que compite el mercado a las criptodivisas Bitcoin y Ethereum, por ahora las más populares, y por la que fue acusado de plagio por parte de Vitalik Buterin, fundador de Ethereum. Acusación a la que nunca respondió.

La irrupción de Tron significó un gran cambio debido a su propuesta. Esta plataforma blockchain tiene como objetivo intercambiar contenido gratuito y descentralizado de código abierto generado por el usuario. Los consumidores tienen acceso a aplicaciones de entretenimiento, juegos, videos y piezas gráficas, a la vez que un canal para comunicarse entre ellos y, además, pueden crear sus propios tokens o aplicaciones usando contratos inteligentes y promoviendo el desarrollo de la plataforma. Así, este formato se presentó mucho más abarcativo de los ya existentes y permitió distribuir contentido de forma gratuita, sin que ningún intermediario cobre tarifa alguna. Este free of charge se vería reforzardo con su siguiente apuesta.

En julio de ese mismo año, la empresa adquirió por USD 140 millones el servicio de intercambio de archivos BitTorrent, que se incluyó en el ecosistema Tron. BitTorrent había adquirido fama por su tecnología de protocolo peer-to-peer o sea, que permite que los archivos grandes se descarguen rápidamente. Fue y es utilizada sobre todo para bajar películas y música, todo evadiendo los derechos de autor, como también por estar descentralizada, permitiendo la carga del ancho de banda y de esta manera repartiendo la responsabilidad entre varios usuarios en lugar de una empresa.

En una nota realizada en The Verge, en la que hablaron empleados de BitTorrent de manera anónima, se realiza una descripción gélida de su personalidad y forma de trabajar: una persona que cree que “nació para la grandeza”, “malcríado” y “maniático”, “violento cuando alguna pregunta le molesta” y “frío”, y que en el escritorio de su oficna se apilan fajos de dinero, unos sobre otros. También se explica su intención de aplicar en EE.UU. la filosofía Ma del 9-9-6 que es muy popular en las empresas de Internet chinas: turnos de 9 am a 9 pm, 6 días a la semana, como la obligatoriedad de abandonar Slack por un equivalente chino llamado DingTalk, que tiene funciones de vigilancia adicionales como el uso de Apple Health para contar los pasos de las personas y hacer ping a los usuarios a todas horas. “DingTalk es software espía”, dijo un ex empleado, que al preguntar a RR.HH. qué pasaría si se negaban a instalarlo le respondieron que se estaba compilando una lista de empleados que no lo hacían y se enviaba directamente a Sun.

Los escándalos siguieron en Tron Network, la tiendra gratuita, desde donde se subían juegos muy similares a otros con éxito a partir de un ejército de progragramadores full time con base en Shenzhen, con el objetivo de lograr la migración de usuarios fieles a las versiones originales. También existen acusaciones de pagar para que se eliminen de Reddit las críticas realizadas a Tron y su comportamiento y mantener la buena imagen de la empresa.

Entre otras acciones de expansión, a principios de 2019, lanzó la moneda estable TRC20-USDT en la cadena de bloques TRON en asociación con Tether y para octubre se anunció una asociación con el gigante de la electrónica de Corea del Sur, Samsung. A través de la unión, las carteras blockchain integradas en los teléfonos Samsung Galaxy S10 son compatibles con TRX.

El tiempo del arte

Durante la subasta de la colección Macklowe a mediados de noviembre, la más cara del mundo en salir al mercado este año, Sun se quedó con el gran premio al obtener Le Nez (1947), de Alberto Giacometti, por USD 78,4 millones en la venta de Sotheby’s. Giacometti ostenta el récord de ser el escultor más caro de la historia, con tres de sus obras en el top 3, todas vendidas de 2010 en adelante: El hombre que señala (141,28 millones) en 2015; El hombre que marcha (104.3 millones) en 2010, y Carroza (110,9) en 2015.

La importancia de la obra la colocó como la portada del catálogo de la subasta, y había aparecido también en la tapa de la retrospectiva de 2018 realizada en el Solomon R. Guggenheim Museum. “Es una de las esculturas más esenciales y de mayor alcance”, dijo Sun sobre la pieza.

Antes de la compra La nariz, el fundador deTRON casi da el gran salto en el mundo de la subastas en uno de los eventos más importantes del año, pero quedó relegado al segundo puesto, aunque en aquella oportunidad no dudó en dar a conocer haber sido el sub postor.

Sun pujó hasta último momento por Everydays: the First 5000 Days, el NFT del diseñador gráfico Beeple, que en marzo salió por USD 69 millones de dólares en Christie’s y quedó en manos de otro joven prodigio del mundo techie, el indio Vignesh Sundaresan.

A principios de este año, el empresario anunció la compra de un Picasso, Femme nue mint au collier (Marie-Thérese) de 1932, por USD 20 millones y Tres autorretratos de Andy Warhol, de 1986, un tríptico de retratos por USD 2 millones, en Christie’s.

“Estoy encantado de anunciar que el Fondo #JUST #NFT compró con éxito” las obras de Picasso y Warhol, escribió en Twitter. Y agregó que la subasta representa “un hito muy importante en la entrada a la principal industria de las bellas artes. Estén atentos”.

Y aquí es cuando los mundos, entre lo material y lo virtual, comienzan a cruzarse y generan preguntas que ni el empresario, ni el tiempo, han respondido aún.

Tras la venta desde Christie’s confirmaron que Sun compró las piezas para la “JUST NFT Fund”, su fundación, que tiene como objetivo registrar las principales obras de arte como NFT en la blockchain.

Cuando lanzó JUST NFT Fund, Sun comentó a los medios que “la misión es la NFTización y blockchainización de las mejores obras de arte del mundo, y construir un puente entre los mejores artistas del mundo y blockchain”, así como “apoyar el crecimiento de los artistas nativos de cripto NFT”.

Sun dijo entonces que el fondo solo aceptará obras valoradas en más de USD 1 millón y operará con un valor medio de USD 10 millones. “Creemos que el espacio artístico también está sujeto a la regla 80-20, o el Principio de Pareto”, describió, “donde solo el valor de los artistas sentados en la cima de la pirámide puede resistir la prueba del tiempo”.

Más allá de haber fallado en la histórica compra de Everydays: the First 5000 Days, Sun ya posee una obra de Beeple más que emblemática: Crossroad, la primera pieza que Mike Wakeman, tal su verdadero nombre, vendió online: un video de 11 segundos adquirido en primera instancia por USD 66 mil por Pablo Rodríguez-Fraile, inversor estadounidense y otro de los nombres fuerte del pujante metaverso, quien a su vez la revendió en febrero de 2021 por USD 6,6 millones a Sun.

Pero esta no fue la única gran compra del empresario tecnológico durante el año. También adquirió la litografía Untitled (Kimpsons), de 2001, de KAWS vía Sotheby’s, en una subasta organizada por la estrella del pop taiwanés Jay Chou, por USD 323,647. En el mismo evento adquirió Cube, de Murat Pak, un NFT, durante la primera subasta de NFT realizada por la casa de subastas en abril.

Sun aún no ha respondido sobre la finaldiad de las obras: si las trata como una inversión clásica de pieza física o si se venderá una versión NFT o ambas. Lo que es claro que no las adquirió para colocarlas en una pared. El siguiente paso del empresario chino es un misterio, pero teniendo en cuenta sus antecedentes sin dudas algo está cocinando y en esta declaración da un adelanto: “Creo firmemente que en los próximos diez años, el 50% de los 100 mejores artistas y obras de arte del mundo serán NFTizados. JUST NFT Fund aceptará y fortalecerá esta tendencia. Nuestra visión es convertirnos en Ark Star Fund en el campo NFT”.

Desde diferentes medios especializados informaron que varios miembros de JUST NFT provienen de campos del arte tradicional como Christie’s y Sotheby’s, y que tienen un rol activo en la industria NFT. Por otra parte, el fondo está invitando a algunos de los principales artistas del mundo a unirse como consultores.

Tron serviría entonces como la plataforma de soporte subyacente de JUST NFT, proporcionando una solución completa para la NFTización de obras de arte tradicionales y, a su vez, el fortalecimiento de la criptovidisa TRX, generando su propio círculo virtuoso. Por otro lado, a partir de la adquisición de obras de artistas consagrados se legitima a aquellos que formarán parte del fondo, sobre todo a los ignotos nuevos creadores NFT disparando así su valor de mercado.

Justin Sun busca romper distancia entre lo físico y lo virtual, para convertir sus emprendimientos en líderes de un campo atractivo para los coleccionistas, los especuladores y los negocios. El tiempo dirá si su estrategia fue la correcta.

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