La película iraní Hit the road, ópera prima del realizador Panah Panahi, se alzó con el principal galardón del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el premio Astor Piazzolla como mejor película de la Competencia Oficial Internacional. El principal reconocimiento en la Competencia Oficial Latinoamericana fue para la argentina Jesús López, de Maximiliano Schonfeld, mientras que en el caso de la Competencia Oficial Argentina el jurado eligió a Las cercanas, de María Álvarez.
Esta 36° edición del festival presentó 223 títulos, entre cortos y largometrajes, en cerca de 300 funciones con más de 40 países representados. Luego de la suspensión por la pandemia en 2020, este año tuvo nuevamente una edición presencial. Hubo funciones en 9 salas de la ciudad de Mar del Plata, eventos en otras provincias del país y proyecciones en 13 distritos de la Provincia de Buenos Aires. La edición online llegó al público de todo el país. A pesar de ser una edición reducida en cantidad de películas y proyecciones, se vendieron 50000 localidades mientras otras 25.000 personas vieron películas a través de la sala virtual (aunque el número total no puede estimarse porque cada visualización online puede ser vista por más de una persona).
Respecto de la película ganadora del Festival, en Hit the road se advierte el trabajo de un cineasta que conoce mucho del oficio y de la tradición del cine iraní, aunque esta sea su primera película. Panah trabajó tanto con su padre Jafar Panahi como con el más reconocido realizador de su país, Abbas Kiarostami. A las herramientas adquiridas en su trabajo previo le suma la capacidad de innovar. Aquí incorpora registros extraños a esa tradición, como musicales dispuestos casi al estilo Bollywood o pequeñas referencias del relato fantástico. Todo ello para contar el viaje de una familia a través de una zona árida y montañosa, intentando llegar hacia la zona fronteriza del norte del país.
Desde el comienzo parece un viaje familiar, con destino y un propósito algo inciertos. El relato es el viaje en sí mismo y las relaciones familiares, que siempre están dinamizadas por el hijo menor. De a poco se comprende que el objetivo está relacionado con una cuestión política vinculada al hermano mayor, y que viajan hacia Turquía para intentar que él pueda salir del país. El transcurrir del viaje pasa de parecer un paseo familiar alegre, a presentar una situación de tensión que es a la vez personal y colectiva: la sensación de persecución sobre el primogénito da cuenta la vivencia de la opresión política que se vive en el país.
Hit the road es una suerte de venturoso salto hacia adelante en el cine iraní. Panah Panahi retoma escenarios que han aparecido en el cine de Makhmalbaf, el viaje en auto como organizador del relato (autos fueron escenarios en Taxi, película de su padre o El sabor de la cereza, de Kiarostami), al tiempo que introduce lo político casi en clave de thriller más unas raras formas de comedia. Continúa la mirada sobre el presente político de un país que mantiene una férrea dominación gubernamental, pero en clave novedosa. Ese es el secreto de su éxito.
El reconocimiento de Jesús López en la competencia latinoamericana es absolutamente merecido. La película de Maximiliano Schonfeld trae el viejo tema del doble, que ha sido muchas veces tratado en el cine. Aquí lo interesante es que el proceso de la identificación se da en el momento de pasaje a la adultez, en una pequeña chacra de producción familiar casi aislada del mundo, más la existencia de fuertes mandatos familiares.
Jesús López era corredor de autos de una categoría local en una región rural, y falleció en un accidente. Su primo Abel, apenas salido de la adolescencia irá asumiendo su lugar. Los padres de Jesús buscan alguien que ocupe el lugar del hijo y Abel encuentra en esa casa una manera de salir de la chacra familiar. Siente fugar hacia adelante a través de la apropiación de ese fantasma; los padres de Jesús a su vez se apropian de él e imponen poco a poco sus mandatos al nuevo hijo. Abel encontrará también una forma de ser joven que no imaginaba.
El otro y el afuera, el mito y la salvación, los espejos, los ritos y los rezos, los mandatos, el pasaje de la edad son contados mirando algo más: la pobreza y la lenta destrucción de formas de vida en un mundo arrasado por el negocio agropecuario y la sojización. Así entran en crisis los largos ciclos temporales y las identidades, en busca de un imaginario hegemónico de felicidad.
En Las cercanas, película ganadora de la Competencia Oficial Argentina, su directora, María Álvarez, encontró la historia de las hermanas Isabel y Amelia Cavallini mientras buscaba concretar un proyecto de ficción. Estaba escribiendo un guion sobre dos hermanas ancianas. Las Cavallini eran gemelas, tenían 90 años –cumplieron 91 durante el rodaje- y antiguamente habían conformado un dúo de piano. Nunca se casaron ni tuvieron hijos. Apostaron a su carrera de pianistas, que se frustró tempranamente, y nunca se separaron. La realidad superaba a la ficción.
Las cercanas documenta la vida de las hermanas Cavallini en un tiempo difícil para ambas. Un tiempo de dolor marcado por lo que no fue. Dolor que aparece un llanto que suena a definitivo, a tan profundamente íntimo que el espectador se conduele. Ellas conformaron un dúo de pianistas que tuvo su momento de fama. Viajaron por EEUU y luego del regreso al país, la carrera finalizó. Con sus 90 años vivían en un departamento pequeño, abrumadoramente dominado por un gran piano de cola y un enorme cuadro que retrata a ambas mujeres cuando eran jóvenes.
Álvarez deja que la cámara registre lo cotidiano y lo íntimo. Los recuerdos, las peleas, las fotos viejas, los olvidos y las memorias. El espectador por momentos siente que invade sus vidas y eso genera sentimientos encontrados: ¿hasta dónde tenemos derecho a fisgonear la vida de esas dos mujeres en el ocaso, rememorando algo que ni siquiera llegó a ser lo que soñaban?
Adicionalmente, en la Competencia Oficial Internacional el jurado otorgó el Premio Especial a What Do We See When We Look at The Sky?” del georgiano Alexandre Koberdize y el premio como mejores directores a Miguel Gómes y Maureen Fazendeiro por Diarios de Otsoga. En la sección competitiva de cine latinoamericano la Mención Especial recayó en la película peruana De todas las cosas que se han de saber, de Sofía Velázquez Nuñez, que recupera el espíritu andino y popular de la obra del gran poeta César Vallejo.
El resto de los premios oficiales incluyen el correspondiente a la Competencia Estados Alterados y el de la Crítica Joven. En la primera de las secciones mencionadas el premio principal lo recibió A Night of Knowing Nothing, de Payal Kapadia (India), mientras que el otorgado por un jurado de jóvenes críticos latinoamericanos destacó a Estrella Roja, de Sofía Bordenave, como mejor ópera prima latinoamericana. Annamaria Muchnik, presidenta de la Asociación La Mujer y el Cine, recibió el Premio Astor Piazzolla a la Trayectoria.
LISTADO COMPLETO DE PREMIOS OFICIALES
Competencia Oficial Internacional
Mención especial: “Kim Min-young of the report card” de Lim Jisun y Lee Jae-Eun
Mención especial: “Espíritu sagrado” de Chema García Ibarra
Mejor Guion: “The girl and the spider” de Ramon Zürcher e Silvan Zürcher
Mejor Interpretación: Candela Recio en “Quien lo impide” de Jonás Trueba
Mejor Interpretación: Zelda Adams en “Hellbender” de John Adams, Zelda Adams y Toby Poser
Mejor Dirección: Miguel Gómes y Maureen Fazendeiro por “Diarios de Otsoga”
Premio Especial del Jurado: “What do we see when we look at the sky?” de Alexandre Koberdize
Mejor Largometraje: “Hit the road” de Panah Panahi
Competencia Oficial Argentina
Mejor Cortometraje: “Engomado” de Toia Bonino y Marcos Joubert
Mención especial: “Noh” de Marco Canale, Juan Fernández Gebauer, y Ignacio Ragone.
Mejor Dirección: Agustina Pérez Rial por “Danubio”
Mejor Largometraje: “Las cercanas”, de María Álvarez
Competencia Oficial Latinoamericana
Mejor Cortometraje: “Síndrome de los quietos” de Elías León SiminianiCarlos Alberto Gutiérrez
Mención especial: “De todas las cosas que se han de saber” de Sofía Velázquez Nuñez
Mejor Largometraje: “Jesús López”, de Maximiliano Schonfeld
Premio de la Crítica joven
Mejor ópera prima latinoamericana: “Estrella Roja”, de Sofía Bordenave
Competencia Estados alterados
Mención Especial: “Nuclear Family”, de Travis Wilkerson y Erin Wilkerson
Mejor Película: “A Night of Knowing Nothing”, de Payal Kapadia
Competencia En tránsito
Mejor Proyecto: “Monólogo colectivo” de Jessica Sarah Rinland
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