Hamilton para Disney+; En el barrio para Warner y HBO Max; y ahora tick, tick... BOOM! para Netflix. En apenas once meses, el neoyorquino Lin-Manuel Miranda ha estrenado producciones musicales de gran escala en tres de las principales plataformas de streaming (las dos últimas también pasaron por los cines en varios países). Y la lista no termina allí, este incansable artista de 41 años de origen puertorriqueño también es el responsable de las canciones de Encanto, película animada que Disney lanzará en cines el próximo jueves 25 de noviembre, así como de la música y la producción de la nueva versión de La sirenita, que ese mismo estudio ya tiene en plena realización.
Si Hamilton fue una versión filmada del espectáculo sobre varios próceres estadounidenses con música, letra y guion propios; y En el barrio se basó en sus experiencias juveniles en Washington Heights, barrio de mayoría latina que ya había plasmado 15 años antes en Broadway con In the Heights, con tick, tick... BOOM! Miranda da un nuevo paso en su arrasadora carrera al asumir por primera vez la dirección.
tick, tick... BOOM! es un acercamiento a la figura de Jonathan Larson, un autor que se hizo famoso por el musical Rent. Un inmenso éxito comercial, de crítica y de premios que, sin embargo, no llegó a disfrutar, ya que murió en 1996, con apenas 35 años, pocas horas antes del estreno de esa obra.
Pero tick, tick... BOOM! no es sobre Rent sino que se remonta a 1990, cuando Larson (interpretado por Andrew Garfield) está a punto de cumplir 30 años. Lo que la película de Miranda expone es la acumulación de fracasos, ansiedades y angustias de alguien que sobrevivía como camarero en un restaurante mientras luchaba para que alguien se dignara a financiar sus obras. Una historia sobre amores imposibles, amigos que mueren de SIDA y lo difícil que es para cualquier aspirante a artista sobrevivir en la siempre fascinante pero también muchas veces hostil ciudad de Nueva York.
Lo que viene
Aun lejos del esplendor de su época de oro cuando brillaban películas como Un americano en París (1951) y Gigi (1958), ambas de Vincent Minnelli; Amor sin barreras (West Side Story, 1961) y La novicia rebelde (1965), ambas de Robert Wise; o Mi bella dama (1964), de George Cukor, el musical parece ir recuperando el tiempo y el espacio perdidos. De hecho, bastante antes del fenómeno de Lin-Manuel Miranda, ya habían surgido los Bob Fosse (Sweet Charity, Cabaret, All That Jazz: El show debe seguir), los Baz Luhrmann (Romeo + Julieta, Moulin Rouge!: Amor en rojo, Australia) o los Rob Marshall (Chicago, Nine, El regreso de Mary Poppins) para hacer del género algo en muchos casos popular y prestigioso a la vez (premios Oscar incluidos).
Annette le valió a Leos Carax el premio al mejor director en Cannes.
Claro que lejos de clásicos como El mago de Oz, de los musicales de su compatriota Jacques Demy o de nuevas propuestas mucho más accesibles como la saga de Mamma Mia! aparecen también dentro del género auténticas rarezas, películas y extremas y provocadoras como es el caso de Annette, delirante proyecto de Leos Carax, con Adam Driver y Marion Cotillard, que inauguró el reciente Festival de Cannes y le valió al cineasta francés el premio a la mejor dirección. Esta historia de amor, de egos, de locura y de odio se podrá ver en la plataforma de streaming MUBI desde el próximo 26 de noviembre.
Y el resurgimiento del musical no se detiene: también en pocos días más, más precisamente el 9 de diciembre, se estrenará en los cines de Argentina la nueva versión de Amor sin barreras, dirigida nada menos que por uno de los realizadores más talentosos y populares del último medio siglo: Steven Spielberg. Con guion de su habitual colaborador Tony Kushner y un elenco que incluye a Ansel Elgort, Rachel Zegler, Ariana DeBose, David Alvarez, Brian d’Arcy, Corey Stoll y la mítica Rita Moreno (a punto de cumplir 90 años, tendrá una participación especial en esta remake del film que le valió una estatuilla de la Academia), esta West Side Story modelo 2021 promete ser una de las animadoras de la próxima edición de los premios Oscar. Veremos si el creador de clásicos como Tiburón, Los cazadores del arca perdida, E.T. El extraterrestre, Jurassic Park y La lista de Schindler está a la altura de las expectativas dentro de un género siempre complicado y en el que han trastabillado muchos directores consagrados. ¿Será un éxito de crítica y público como La La Land o un fracaso estrepitoso como Cats? De esos contrastes tan extremos vive también en los últimos tiempos el musical en pantalla.
Fuente: Télam
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