Uno de los hechos más estimulantes de cualquier festival de cine son las retrospectivas o los focos sobre cineastas o cinematografías que no son habitualmente vistas en las pantallas grandes, o que a veces ni siquiera llegan a verse en cualquier formato audiovisual por estas pampas.
El Festival de Cine de Mar del Plata nos tiene acostumbrados a una rica curaduría de este tipo de secciones, donde a la obra de artistas de Argentina se suman creadores y creadoras de otras latitudes. Si se cuenta con una precisa selección de los materiales se potencia la capacidad de representar la obra, encontrando diálogos, continuidades y rupturas en esos trabajos y permitiendo reconocer una mirada y una manera de contar el mundo.
La retrospectiva de la cineasta alemana Helke Misselwitz logra sin dudas ese objetivo. Las obras elegidas, cinco cortos, un medio y tres largometrajes, no solo abarcan un momento preciso de su primera obra, y un tiempo clave en la historia de la República Democrática Alemana (los tiempos previos a la caída del Muro de Berlín y a la reunificación), sino también una etapa en la que su estilo documental se consolidó a partir de algunos elementos clave, la empatía que construye con la cercanía de su cámara hacia las personas retratadas, el montaje que funciona dialécticamente en la construcción de sentido y la voz como un elemento vital, con espesura no solo narrativa sino también estética.
Misselwitz es una de las representantes más importantes de la última generación de cineastas de los Estudios Cinematográficos DEFA. Nació el 18 de julio de 1947 en Zwickau-Planitz en la ex RDA. Luego de trabajar durante nueve años como asistente de dirección y directora de la televisión de la RDA, la emisora la envió a la Academia de Cine y Televisión de Potsdam-Babelsberg, donde cursó la carrera de dirección de cine de 1978 a 1982.
En el marco del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata se verán, tanto de manera presencial como online, nueve de sus obras realizadas entre 1983 y 1992. Las primeras funciones comenzaron este viernes y las últimas películas se podrán ver hasta el jueves 25. Los cortometrajes son 35 fotos, La familia Marx, Fotografía de desnudos, Tango y Sueño de tango; Negro como el carbón es el único mediometraje y Adiós invierno, Spermüll y Herzsprung, los tres largometrajes. Esta última, de 1992, es la única película de ficción de la selección.
El título propuesto para el foco es Poesía de lo cotidiano: los primeros films de Helke Misselwitz ponen el acento en algo que se encuentra con mucha potencia en todas sus películas: la vida de las personas son contadas desde la cercanía y con una gran capacidad de relatar el modo en que ellas mismas la perciben.
Eso está presente incluso en un relato sobre el pasado, el de la familia de Karl Marx y sus 6 años de estancia en Londres. Allí donde el teórico alemán escribió parte de lo más rico de su obra (El 18 brumario de Luis Bonaparte, Crítica a la economía política y el primer volumen de El Capital”), la historia es contada por sus propias voces, a partir de textos escritos tanto por Marx como por su esposa. Pero como en todas las obras de Misselwitz, la relectura o la reflexión surge del montaje y de la elección de las imágenes. Aquí construye sentido yuxtaponiendo aquella voz que clama por ayuda en una situación económica desesperada con imágenes de un edificio de Berlín Oriental en ruinas. Utilizando un equipo de filmación a manivela, la realizadora da a esas imágenes del presente una extrañeza que bien podrían llevarnos a una imagen posible de lo que ocurría a mediados del siglo XIX.
Este recurso de la mediación es eficaz también en Fotografías de desnudos. A partir de la voz de una fotógrafa que decide trabajar el desnudo femenino, rompiendo los cánones de la fotografía erótica y de los cuerpos instalados en la idea de lo bello, Misselwitz pone en dialéctica –esta es la operación que funciona en toda su obra- los cuerpos de las mujeres trabajadoras, no solo como objetos o no de deseo instalado en la iconografía tradicional, sino el cuerpo puesto en el trabajo. Esos cuerpos en su lugar de trabajo son cuerpos operativos, al servicio de un régimen laboral extraño al del cuerpo para el propio deseo. Décadas antes de que habláramos de cuerpos hegemónicos, la directora alemana lo explica en este cortometraje con una sencillez notable y una potencia política que va más allá del análisis habitual.
Esta sencillez para aclarar temas complejos está presente también en su primera ficción, la obra más actual de las presentadas en esta ocasión, Herzsprung. En ese pueblo de Alemania del Este, en medio de la nada y poco después de la unificación en 1990, Johanna, una joven madre viuda, pierde su trabajo y se convierte en víctima de la debacle económica general. Construye una nueva pareja con un hombre negro y, desde un trabajo que apela a la mirada de los otros, la realizadora aborda el racismo. Saber construir los puntos de vista propios y ajenos y darle sentido, es otra de los elementos centrales en la obra de Misselwitz.
La mirada, la foto y la palabra de los otros, están también en 35 fotos. Allí condensa esa idea que propone esta retrospectiva, la poética de lo cotidiano. ¿Qué hay en este corto sino la vida en unas fotos, que cuentan a una mujer -y millones- nacidas en la mitad del siglo XX: familias amorosas aun en la pobreza, educación formal siempre y cuando fuera posible, matrimonio temprano, hijos inmediatos, frustración laboral. Una voz, que es de muchas y sus fotos, que podrían también ser de tantas.
Y esas mujeres están y hablan por sí en una pequeña obra maestra, Adiós invierno. Este largometraje habla a la vez de la salida de un largo viaje en tren, imaginariamente atravesando la estación más fría, el adiós a un régimen patriarcal y, por supuesto, el adiós al tiempo comunista en la RDA. La película se estructura con un viaje en tren por el país, por un universo industrial en decadencia tanto como por la historia de las mujeres, de los mandatos, los dominios familiares, la mala inserción laboral, las frustraciones, las maternidades no deseadas y los estereotipos. Aquí, como en Fotografías de desnudos, el montaje y la elección de las mujeres –y los hombres reflejados- permiten acercarnos al registro de la vida cotidiana y de la experiencia común, contada con claridad y sin mediaciones teóricas. La mirada de la cámara y la cercanía liberan a estos testimonios de todo tipo de afectación. No hay pretensión de intelectualidad, sino una rigurosa sencillez para construir sentido.
La obra de Misselwitz nos trae la poética de lo cotidiano, pero también la dialéctica de la historia con una mirada sobre las formas del poder, sostenida en un montaje preciso e inteligente. Su obra joven es también una de las maneras de acercarnos a las últimas imágenes de la RDA.
*Las nueve películas -tres largometrajes, cinco cortos y un mediometraje-, en su mayoría inéditas en el país, podrán verse de forma presencial y online en Mar del Plata (Ver aquí página del festival). Posteriormente la retrospectiva se trasladará a la Sala Leopoldo Lugones, donde se exhibirá desde el martes 30 de noviembre al viernes 3 de diciembre.
FUNCIONES PRESENCIALES
Teatro Colón - Hipólito Yrigoyen 1665 - Mar del Plata
35 Fotografías + Adiós invierno
Viernes 19/11 - 15:30 h / Martes 23/11 - 21:30 h
Negro como el carbón + Tango + Un sueño de tango
Sábado 20/11 - 18:30 h / Jueves 25/11 - 15:30 h
La familia Marx + Sperrmüll
Domingo 21/11 - 13 h / Viernes 26/11 - 15:30 h
Fotografía de desnudos - p.ej. Gundula Schulze + Herzsprung (ficción)
Lunes 22/11 - 21:30 h / Miércoles 24/11 - 13 h
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FUNCIONES ONLINE
Acceso por 72 horas a partir del estreno en sala, en Festival Internacional de Cine de Mar del Plata - Programación
** Helke Misselwitz también participará como invitada especial del encuentro online Charlas con maestras el domingo 21 de Noviembre a las 19:00. Moderan Inge Stache (Programación Cultural y Cinemateca Goethe-Institut Buenos Aires) y Paola Buontempo (programadora del Festival de Mar del Plata). A partir de ese momento, puede verse la charla en el canal de YouTube del Festival
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