Este fin de semana, en el que la comunidad LGTBI+ festeja el Día del Orgullo, serán las últimas tres funciones de El siglo de oro trans. La obra, una libre adaptación de Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina, subió a escena con gran éxito durante dos meses en el teatro San Martín. Adaptada por Gonzalo Demaría y dirigida por Pablo Maritano, hubo grandes cambios desde aquel tiempo en que el religioso y dramaturgo español debía ocultar su verdadero nombre para travestir actores en escena, a este 2021 en el que el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad declaró de interés la 30° Marcha del Orgullo LGTBI+ .
Sobre el escenario de la sala Martín Coronado, la actriz trans Payuca del Pueblo se luce en su primer papel protagónico, componiendo tres personajes por los que el público la llena de aplausos cada función. Pero Payuca sabe que los derechos no se conquistan de manera individual y resalta el hecho de que no es solo ella en esa compañía: “Que el Teatro San Martín haya incorporado dentro del elenco un 50 % de personas travestis trans me parece maravilloso. Un logro muy importante. Al egresar de la Escuela de Arte Dramático, veinte años atrás, uno de mis principales sueños fue trabajar en ese teatro, parecía imposible, y después de mucho tiempo, mucho teatro independiente, mucho teatro off, llegó el momento”.
En su recorrido hacia la actuación, Payuca del Pueblo tuvo que tomar muchas decisiones, y una de las más trascendentes fue elegir su nombre artístico. Para ello recurrió a un apodo de sus primeros tiempos en Buenos Aires, de aquellos tiempos en los que vino a la capital a estudiar arte dramático. “Mi nombre viene de hace años, un compañero me puso ese apodo. Yo soy de Pergamino. Cuando vine a vivir acá, la gente me preguntaba de dónde era y cuando les respondía creían que yo vivía en el campo, aunque Pergamino es una ciudad. En el interior, a la gente que es muy campesina se le dice payuca: ‘qué payuca sos’, qué campechano y me empezaron a decir así. Entonces cuando empecé a hacer transformismo y me pregunté qué nombre ponerme, me pareció un nombre original y lo adopté. No quería nada como muy glam, diosa, reina, queen. No quería nada de todo eso. En cambio, Payuca era algo distinto y divertido. Me lo adueñé y ya hoy soy Payuca para todos lados. No hice el cambio de DNI, no tengo la necesidad. Pero soy Payuca, soy para todo Payuca”.
Cuenta la actriz que el protagónico de El siglo de oro trans fue una sorpresa para ella. La primera vez que se presentó al casting no fue elegida. Al tiempo, quien había obtenido ese papel se bajó y la volvieron a llamar. Fue a audicionar, hizo un casting de cuatro horas, pasó por todos los personajes y recién al día siguiente cuando la llamaron se enteró para qué papel había quedado. “Cuando me confirmaron pregunté qué personaje iba a hacer y me dijeron: la protagonista. No lo podía creer. Me emocioné. Como había audicionado para todos los personajes no sospechaba que iba a tener ese rol. Fue una alegría y hoy me siento muy feliz, esperé este momento durante muchos años”.
Con respecto a la Ley de Cupo Trans, Payuca considera que es un gran avance que merece ser festejado, aunque advierte: “Es terrible ver cómo recién ahora se aprobó y estamos en el 2021. Y se aprobó con algo muy insignificante como es el 1%. Falta mucho más pero por algo hay que empezar. Lo que pasa con esta obra es fabuloso, que el teatro San Martín haya concebido una obra con la mitad del elenco trans. Y espero que esto sea una puerta para otros elencos y que se nos empiece a valorar más por nuestro talento y no por nuestra condición sexual o identidad de género. El avance es evidente pero también lo que falta”.
Sobre aquello que falta, Payuca le responde a Infobae Cultura: “Yo creo que es necesario una concientización, una educación en todo sentido. Pareciera que las personas trans están destinadas a trabajar en determinados rubros. Pareciera que todas quieren ser peluqueras o todas quieren ser actrices y famosas. Y no es así. A muchas les gustaría tener acceso a la educación, estudiar una carrera, ser contadoras o abogadas o médicas o médicos. No todas quieren ser famosas. Por eso creo que hay que abrir posibilidades, y eso es darle acceso a la educación. No todas las personas travestis trans hoy la tienen, para muchas no existe. Ese me parece un punto imprescindible”.
Dicen que los derechos se ganan, pero no todos ni todas están preparados para la militancia activa. Payuca sabe que su camino es otro: “A veces me cuesta militar, pero creo que milito con lo que hago. No me sale hacerlo desde lo partidario o usar otras herramientas concretas para la lucha por los derechos. Sin embargo, siento que lo milito desde mi lugar, desde el arte”.
Este 6 de noviembre las calles de Buenos Aires se inundarán de personas LGTBI+. Tal vez algunas de ellas terminen la noche viendo subir a escena a Payuca en El Siglo de oro trans.
*Colaboró en la entrevista Agustina Rojas
**Funciones: viernes a domingos a las 20 hs. Última función: domingo 7 de noviembre. Duración: 90 minutos. Platea: 800, Pullman: $ 650
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