Escribió el historiador del arte José María de Azcárate Ristori que que las obras de Geertgen tot Sint Jans se destacan del resto “por los sorprendentes efectos lumínicos y el acusado sentido plástico que de ellos deriva, aparte de la originalidad de las composiciones y de los rasgos de las figuras representadas”. En efecto, basta con ver Sagrado Parentesco un cuadro hecho con aceite sobre tela alrededor de 1495 que hoy engalana una de las paredes del Rijksmuseum.
Los colores pastel, las tonalidades, el uso de la luz, todo tiene una armonía fascinante en esta obra. La conjunción del rosa y el verde le dan cierta tranquilidad a la escena. Pero en las figuras hay algo más. Los rostros de los protagonistas son cautivantes. Miradas llenas de paz, algunas cansinas, otras pacientes, todas profundas. ¿Quién son estas personas pintadas dentro del palacio religioso? ¿Cuáles son los significados que atrapa esta pintura?
En la teología medieval, el Santo Parentesco es la familia extendida de Jesús a través de los supuestos matrimonios y relaciones de su abuela, Santa Ana. En los siglos XV y XVI, era un tema popular en la pintura y la escultura. Especialmente en Alemania y los Países Bajos, pero también en otras partes de Europa, el tema se representó con frecuencia en los retratos familiares, con el número de personas representadas y el contexto variando mucho.
Aquí vemos a María y a Jesús, a Santa Isabel y Juan el Bautista, a Santa Ana con un libro y a su esposo Joaquín detrás de ella. También está San José sosteniendo un lirio. Tres primos jóvenes de los infantes, los discípulos posteriores Simón, Jacob y Juan, vierten vino en un cáliz en el centro de la pintura que es una referencia a la Eucaristía. Un joven Judas está de pie encendiendo las velas de la puerta del coro.
Este palacio es una iglesia. Algunos historiadores sugieren que podría tratarse de la Commanderie van Sint-Jan donde se sabe que Geertgen vivió y trabajó en Janskerk, Haarlem. Del pintor se sabe poco y nada: nació alrededor de 1460 en Leiden y murió hacia 1490 en Haarlem. A veces se lo nombra como Gerrit Gerritsz y, en español, como Gerardo de San Juan. Fue un pintor holandés de la escuela flamenca dentro del gótico, época del prerrenacimiento según otra denominación.
La mayor parte de lo que sabemos está en la obra de Karel van Mander, Het Schilderboek (El libro del pintor), publicado en 1604. Para ese entonces, ya habían pasado cien años de su muerte, así que no es de fiar. En el medio, muchas de sus obras fueron destruidas —¿a cuántos artistas nos perdimos en la historia del arte con circunstancias similares ?—, otras desconocidas. ¿Habrá más, ocultas en colecciones privadas?
Lo interesante de Sagrado Parentesco es cómo llega al Rijksmuseum, luego de poco más de cinco siglos. La procedencia primera se remonta a una venta en Bruselas en 1797; luego fue comprada en 1808 como obra de los pintores Jan y Hubert van Eyck. Recién en 1888 se identificó a su verdadero autor: Geertgen tot Sint Jans. Desde ese entonces —a decir verdad, no hace tiempo— es que podemos adorar hasta artista inquietante.
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