El gobierno de Joe Biden dio una nueva señal de su preocupación por la fusiones que podrían obstaculizar la libre competencia: presentó una demanda para impedir que Penguin Random House (PRH), el líder del mercado editorial en los Estados Unidos, con un 21,2% de los libros impresos, comprara Simon & Schuster (S&S, 6,1% del total) por USD 2.175 millones. Con la firma de Richard A. Powers, el fiscal adjunto de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, se solicitó a los tribunales que impidieran la fusión que darían a PRH el control de casi la mitad del segmento más valioso del rubro, los libros súper ventas.
The Wall Street Journal (WSJ) recordó que el equipo del presidente demócrata, quien durante su campaña prometió mayor cumplimiento de las leyes antimonopolio, ya había recurrido a la justicia para impedir la unión de American Airlines y JetBlue, en septiembre, dos meses después de haber logrado que la industria de los seguros cancelara la fusión de Aon y Willis Towers Watson por USD 30.000 millones, con la amenaza de una demanda similar.
El mercado editorial en los Estados Unidos se consideraba ya concentrado en lo que se llaman las Cinco Grandes: PRH, Hachette, HarperCollins, S&S y Macmillan. La transformación del sector lleva más de una década y tuvo un punto alto con la fusión de Penguin y Random House en PRH en 2013. Entre los movimientos recientes se destacan la compra de Mifflin Harcourt a USD 349 millones por HarperCollins (que es propiedad de Rupert Murdoch mediante News Corp.) y la de Perseus y Workman Publishing por Hachette.
Otro antecedente importante es el juicio contra Amazon y las Cinco Grandes por “conspiración” para fijar los precios de los libros electrónicos, una demanda colectiva que comenzó en enero la firma de abogados Hagens Berman, la misma que en 2011 ganó un pleito similar contra Apple y las Cinco Grandes. En aquel momento Apple llegó a un acuerdo por USD 450 millones.
“Los Estados Unidos interponen esta acción civil para impedir que PRH —la mayor editorial de libros del mundo— compre a su rival editorial, S&S”, comenzó el texto de la División Antimonopolio, en representación del fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland. “Si se permite la fusión propuesta por los demandados, PRH se convertiría, por mucho, en la mayor editorial de libros del país, imponiéndose a sus rivales. La fusión daría a PRH una influencia enorme sobre quién y qué se publica, y cuánto se paga a los autores por su trabajo”. Dado que tal acuerdo “podría perjudicar la competencia en la industria editorial”, el poder ejecutivo solicitó al judicial que lo bloqueara.
Si PRH, la editorial número 1, comprara a S&S, la editorial número 4, “sus ingresos combinados serían el doble de aquellos de su competidor más cercano”, argumentó el Departamento de Justicia. Si se hiciera la fusión, “el mercado de adquisición de derechos de los libros que se presume súper ventas estaría muy concentrado”. En la misma línea que la demanda privada por el precio de los e-books, el escrito sostuvo que la fusión “facilitaría la coordinación entre la empresa consolidada y las restantes editoriales de las Cinco Grandes”.
El resto de las consecuencias recaerían sobre los autores, que perderían poder de negociación ante una situación que se parece al “monopsonio”, un mercado con un único comprador; y sobre los consumidores, pues “probablemente causaría una reducción en la cantidad y variedad de libros publicados por la empresa combinada”. La concentración, además, tiende a reducir “la calidad, el servicio, la variedad y la innovación”. Para el Departamento de Justicia, la fusión de PRH y S&S “es en principio ilegal”.
Los ejemplos del gobierno
El texto de Powers incluyó varios ejemplos de cómo sería el porvenir en una industria editorial cada vez más consolidada alrededor de un puñado de actores.
“A mediados de 2019, PRH, S&S y Hachette fueron invitados a hacer sus ofertas por una propuesta de libro basada en una obra de teatro de Broadway”, comenzó el primero, con el primer problema a la vista: sólo algunas editoriales entre las más poderosas fueron invitadas a la puja. Las medianas no podían soñar con el convite; mucho menos las pequeñas.
PRH y S&S enviaron cifras similares: USD 1,25 millones y USD 1,40 millones, respectivamente; Hachette se quedó muy atrás y cayó de la competencia. Al enterarse de que había quedado sola frente a S&S, PRH igualó su oferta. “En ese momento la subasta quedó en un punto muerto”, siguió la demanda, “y cada editorial intentaba ganar el ‘concurso de belleza’ entre ellas destacando que sus servicios al autor eran superiores”, entre ellos marketing, publicidad, giras promocionales. El autor se quedó con PRH.
El otro ejemplo era un libro de no ficción, un trabajo periodístico sobre la investigación del fiscal especial Robert Mueller. Una vez más, el agente sólo ofreció el título a cuatro de las Cinco Grandes; una vez más, sólo S&S y PRH quedaron en la recta final. Al saber que su oferta de USD 625.000 era baja, S&S subió a USD 1,5 millones; uno de los editores comentó que nunca antes había visto que la empresa hiciera semejante oferta a un autor primerizo. “PRH aumentó su oferta a USD 1,5 millones más USD 500.000 en bonos de venta”, completó la demanda. El final fue obvio: el autor se quedó con PRH.
“Al eliminar la competencia directa entre PRH y S&S , la fusión que se propone probablemente hará que los autores ganen menos por sus libros”, argumentó el Departamento de Justicia. “Dado que muchos autores no cobran más que sus anticipos, eso suele representar la suma total de su compensación. Una quita en la remuneración de los autores probablemente conducirá a que menos autores puedan vivir de la escritura y a que se publiquen menos libros, y de menor variedad”.
El gran peso de los actores en juego
La importancia del planteo para proteger la competencia comercial radica también en el tamaño de estas empresas, según datos de WSJ y Bloomberg. PRH es propiedad de Bertelsmann, un grupo internacional con sede en Alemania que tiene operaciones en distintos lugares del mundo. En los Estados Unidos además de PRH tiene Bertelsmann Printing Group, un proveedor de servicios de impresión de primera línea.
PRH, formada en 2013 tras la fusión de Penguin (empresa creada en 1935) y Random House (1927), tiene más de 90 sellos en los Estados Unidos y siete grupos editoriales en 20 países, donde emplea a más de 10.000 personas y suma otros 215 sellos. Sus más de 2.000 títulos anuales sumados a los servicios de distribución para terceras editoriales le generaron ingresos de USD 2.400 millones en 2020.
Por su parte, S&S es propiedad de ViacomCBS, una empresa editorial y de entretenimiento, que incluye los estudios de cine y televisión de Paramount, la cadena televisiva CBS, varias cadenas de cable y servicios de streaming. Fundada en 1924, S&S reúne más de 30 sellos en los Estados Unidos, emplea a 1.500 personas en cinco países y publica más de 1.000 títulos anuales. Sus ingresos en 2020 fueron de USD 760 millones.
En 2019 PRH y S&S publicaron en conjunto el 49,3% de los best sellers de tapa dura.
Las primeras reacciones
Casi todos los medios estadounidenses coincidieron en una primera interpretación: el “desafío” del Departamento de Justicia a la fusión de PRH y S&S “es la más reciente de las señales” de que habrá “una aplicación más activa de las leyes antimonopolio bajo el mandato del presidente Biden”, sintetizó Bloomberg.
“El acuerdo, anunciado hace un año, ha sido revisado por el gobierno, que escruta cada vez más el poder de empresas grandes como Amazon y Facebook”, agregó The New York Times. “A principios de este año, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva centrada en estimular la competencia en la economía. Ha nombrado en la Comisión Federal de Comercio (FTC) y en su equipo de política económica a escépticos de la concentración empresarial”. También citó los casos de la industria de la aviación comercial y la de los seguros mencionados por WSJ.
La directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Libreros (ABA), Allison Hill, reiteró los términos de la carta con que la ABA pidió al Departamento de Justicia que intercediera con una demanda para impedir “una mayor consolidación de poder en la industria editorial estadounidense”. Dijo Hill que dado que “en tanto PRH es un actor dominante en la industria editorial, que compre otra de las Cinco Grandes reducirá aún más el mercado, a Cuatro Grandes, e implicará que se concentre en las manos de una sola corporación un poder excesivo sobre los autores y los lectores”.
Erik Gordon, profesor de la Escuela de Negocios Ross de la Universidad de Michigan, dijo al Times que la acción podría tener un efecto amplio: “Otras empresas van a tomar en cuenta que, si se fusionan, pasarán el mismo filtro”. Y Barry C. Lynn, director ejecutivo del Instituto Open Markets, dedicado a temas antimonopolio, agregó que la concentración en la industria también afecta la circulación de ideas en la sociedad y celebró la presentación judicial como “un gran triunfo para los autores, los lectores, los editores, las editoriales y el público estadounidense en su conjunto”.
Entre los escritores famosos sólo se escuchó la voz de Stephen King, autor de S&S hace muchos años, quien dijo a WSJ que estaba “encantado” con que el Departamento de Justicia desafiara la fusión.
Mary Rasenberger, directora ejecutiva de la Asociación de Escritores (Authors Guild), que ya se había manifestado contra la fusión apenas comenzaron las negociaciones, calificó la presentación judicial como algo “inesperado, dado que se han realizado tantas otras grandes fusiones y compras en la industria editorial, recientemente y en las últimas décadas, sin que el Departamento de Justicia pestañeara, dejándonos sólo con un puñado de compañías que dominan la industria”, citó Publisher’s Weekly.
El comunicado de los escritores agregó: “Y algo más importante: la decisión plantea una pregunta de mayor peso que va más allá de las editoriales tradicionales y se refiere a la consolidación de los canales de distribución y el monopsonio que ejerce Amazon sobre la venta minorista de libros. Esperamos trabajar junto con el gobierno de Biden en una reforma antimonopolio que ataque la raíz del problema de la industria, mientras que esta fusión propuesta no es más que un síntoma”.
La cuestión de Amazon
El texto que Powers presentó al tribunal de distrito alude a que PRH presentó la compra de S&S precisamente como un “contrapeso” a Amazon. Pero los funcionarios no parecen aceptar la argumentación. Bajo el subtítulo “Esta fusión no provee un contrapeso al supuesto poder de compra de Amazon”, la demanda argumentó:
Aunque PRH ha declarado públicamente que la fusión con S&S servirá para contrarrestar el supuesto poder adquisitivo de Amazon, sus documentos internos cuentan una historia diferente: PRH planea estrechar aún más sus lazos con Amazon después de la fusión.
Entre los ejemplos del escrito se citó que, al solicitar a la Junta de Supervisión de Bertelsmann que aprobase la oferta para comprar S&S, los ejecutivos de PRH “declararon que la adquisición impulsaría su ‘objetivo’ de ser un ‘socio excepcional de Amazon’”, citó la demanda. También citó a Markus Dohle, CEO global de PRH:
Cuando se le preguntó si desde su punto de vista la fusión propuesta sería un contrapeso de Amazon, respondió: “No, nunca creí ese argumento. Estoy convencido de que no es el caso en lo que atañe a la unión de PRH y S&S”.
Para ninguna de las empresas puede ser una sorpresa la intervención del gobierno, agregó el escrito. “Cuando S&S anunció que estaba en venta, en marzo de 2020, el actual CEO le escribió a uno de sus autores de best sellers: ‘Estoy bastante seguro de que el Departamento de Justicia no permitiría que PRH nos compre’”, en referencia a un mensaje de Jonathan Karp.
La respuesta de las editoriales
PRH y S&S emitieron un comunicado conjunto en el que anunciaron que disputarán las acusaciones de monopolio que formuló el Departamento de Justicia: la compra es “una transacción a favor de los consumidores, a favor de los autores y a favor de los libreros, que permitirá una inversión mayor en los planes editoriales tanto de S&S como de PRH”, citó Forbes.
Daniel Petrocelli, el número dos del estudio de abogados O’Melveny & Meyers, quien asumió la representación de PRH, declaró: “La demanda del Departamento de Justicia se equivoca en lo que respecta a los hechos, a la ley y a las políticas públicas. Importa señalar que el Departamento de Justicia no ha hallado, ni alega, que la combinación reducirá la competencia en la venta de libros. La industria editorial es fuerte y vibrante, y ha experimentado un crecimiento sólido en todos los niveles. Confiamos en que el paisaje robusto y competitivo de hoy asegurará una decisión por la cual la compra promueva, y no dañe, la competencia”.
El comunicado de la empresa repitió que “la industria editorial es vibrante” y que por eso mantendrá “una atmósfera de intensa competencia”. Agregó: “PRH y S&S compiten con muchas otras editoriales, incluidas grandes empresas comerciales, nuevos actores como Amazon y una gama de editoriales medianas y pequeñas, todos ellos capaces de competir por futuros títulos de autores conocidos y autores emergentes”.
Si la justicia hiciera lugar al pedido del gobierno de Biden y bloqueara la operación, “se provocaría un daño a los autores que el Departamento de Justicia trata de proteger”, concluyó. “Daremos una pelea vigorosa”.
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