María Elena Walsh para grandes: cómo es la obra de teatro que rinde tributo a la gran prócer de las infancias

Escrita y dirigida por Pablo Gorlero, “Al bárbaro le doy paz” lleva a escena para el público adulto la dialéctica de la mujer que marcó la vida de varias generaciones de argentinos

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Al bárbaro le doy paz
Al bárbaro le doy paz

“Estamos muy felices porque la gente sale emocionada, iluminada y con muchos disparadores en sus cabezas como para salir a debatir o a compartir, luego de la función”, le dice Pablo Gorlero a Infobae Cultura sobre la obra que escribe y dirige: Al bárbaro le doy paz. Los martes a las 20 horas en El Picadero (Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, Ciudad de Buenos Aires) hay una obra de teatro sobre textos y canciones de la gran prócer de las infancias, María Elena Walsh.

A diez años de su muerte, Gorlero lleva a escena para el público adulto la dialéctica de la mujer que marcó la vida de varias generaciones de argentinos. Alguien que no sólo renovó la literatura y la música infantil, sino que también se consolidó como una artesana de la ironía, una letrista exquisita, tan filosa como erudita, confesional e intimista, y sagaz crítica de la realidad. Con juegos de palabras, introduciendo el disparate, sabía cantar la realidad argentina con una espontaneidad inusitada.

También fue juglar de los adultos hasta que, en 1978, harta, anunció su intención de retirarse de la escena: ya no iba a cantar ni a actuar más. Los dos últimos años había vivido claras presiones de la censura para eliminar de su repertorio determinadas canciones consideradas como inoportunas por el Gobierno Militar y algunas de ellas entraron a engrosar las listas negras. “Nunca me sentí omnipotente. Sí sabía que al menos yo hacía cosquillas molestas al poder”, dijo.

Al bárbaro le doy paz
Al bárbaro le doy paz

Ese espíritu recupera Al bárbaro le doy paz y lo hace en formato de varieté. Sobre las tablas son cuatro personajes elucidarios de la dialéctica de María Elena Walsh. Diferentes facetas de su personalidad están representadas por “La enamorada” (Flavia Pereda), “La que protesta” (Déborah Turza) y “El hombre niño” (Mariano Magnífico ). Ellos son uno solo y, de algún modo, intentan “avivar” a “Magoya” (Julián Pucheta), aquel que se lo cree todo.

Pero además de actuación, hay música con Tito Vanini en la percusión y Juan Ignacio López en el piano, quien adelás está a cargo de la dirección vocal y musical. La coreografía y la asistencia de dirección es de Marina Svartzman, el diseño de iluminación de Leandra Rodríguez (ADEA), el diseño de escenografía de Gastón Zambón y el diseño de vestuario de Gabriella Gerdelics. Además, Valentina Lozano es la stage manager y Ezequiel Paredes (APPEAE) el productor ejecutivo.

Al bárbaro le doy paz
Al bárbaro le doy paz

“El nombre María Elena Walsh suele remitir a las infancias porque nos acompañó en nuestro crecimiento a varias generaciones. Pero ella fue una gran escritora, poetisa y cantautora también para los adultos. Casi en la misma proporción. Fue censurada y callada por los gobiernos militares de turno por su canción de denuncia, sus poemas metafóricos... y otros mucho más directos. Y su cancionero está tan ligado al varieté como a la canción popular”, comenta Pablo Gorlero.

“Entonces se me ocurrió crear una dramaturgia con varios de sus temas, hilvanados con textos y poemas también de María Elena y otros tantos textos míos como para terminar de construir este espectáculo conceptual. Como eje troncal de Al bárbaro le doy paz están el deseo de un mundo más justo, el amor con una pasión suavizada por hermosos versos, la ironía y su capacidad sardónica para encontrar metáforas pícaras”, concluye.

* Al bárbaro le doy paz: todos los martes a las 20 horas en El Picadero (Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, Ciudad de Buenos Aires). Las entradas se consiguen por Plateanet o en la boletería del teatro.

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