La Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur llegó por segunda vez a Arabia Saudita para presentar la exposición colectiva Ecos. Un mundo entre lo analógico y lo virtual, con la participación de más de 20 artistas de Asia, África, América y Europa.
La exhibición, inaugurada el 15 de octubre, se presenta en el JAX District de Riyadh, hasta el 15 de noviembre, mientras que en el Qasr Khuzam de Jeddah se podrá recorrer hasta el 30 de diciembre. Las puestas cuentan con el apoyo del Ministerio de Cultura de Arabia Saudita.
Con curaduría de la directora artística de Bienalsur, Diana Wechsler, la propuesta reúne las producciones de Ahaad Alamoudi (SAU), Darren Almond (GBR), Daniah Alsaleh (SAU), Joël Andrianomearisoa (MDG), Hugo Aveta (ARG), Cécile Bart (FRA), Daniel Canogar (ESP), Tanja Deman (CRO), Sève Favre (CHE), Lina Gazzaz (SAU), Gabriela Golder (ARG), Valérie Jouve (FRA), Chris Larson (USA), Anaïs Lelièvre (FRA), Sujin Lim (KOR), Rafael Lozano-Hemmer (MEX), Matilde Marin (ARG), Angelika Markul (POL), Filwa Nazer (SAU), Tony Oursler (USA), Muhannad Shono (SAU), y Carola Zech (ARG).
Bajo el eje curatorial Modos de habitar / Constelaciones fluidas, la exposición toma los fenómenos acústicos del eco y la reverberación como metáforas poéticas de las formas en que nos movemos naturalmente en el mundo entre situaciones analógicas y virtuales.
“Sabemos que nuestra existencia fluye básicamente entre dos dimensiones: tiempo y espacio. Sin embargo, la forma en que solíamos experimentar estas dimensiones era cara a cara, por lo que hablábamos de realizar acciones en tiempo real y simultáneamente con el otro. Hoy nuestra experiencia es tanto presencial como virtual. Este flujo conduce a un desplazamiento espacio-temporal que instala otras formas de configurar lo real: podemos compartir situaciones ‘en tiempo real’ sin compartir espacios, o podemos realizar actividades ‘con otros’ sin compartir ni tiempo ni espacio. Esto plantea la cuestión de cómo la noción de ‘realidad’ -definible como podría ser - se crea a partir de este flujo, de estos ecos de unas experiencias en otras. En este sentido, la exposición busca trasmitir al espectador una reflexión sobre esta forma de habitar el presente. Esta variada selección de artistas y obras tiene como objetivo recrear ese flujo del individuo contemporáneo desde una dimensión poética. Las obras seleccionadas se integrarán en los espacios, produciendo así una situación de inmersión en el espectador, invitándolo a explorar espacios que no se reconocen del todo y a identificar imágenes que susciten sorpresa y reflexión”, indica el texto curatorial.
La muestra se caracteriza no solo por la diversidad de culturas y nacionalidades representadas en los distintos artistas que participan, sino que esa heterogeneidad también se refleja en los medios expresivos y formatos elegidos por ellos, que incluyen una variada gama de instalaciones, objetos interactivos, videoinstalaciones y fotografías.
La relativización del espacio es el tema que recorre los trabajos de Joël Andrianomearisoa, Cécile Bart, Daniel Canogar, Anaïs Lelièvre, Rafael Lozano-Hemmer, Muhannad Shono y Carola Zech, que encuentran un contrapunto perfecto en los de Darren Almond y Hugo Aveta, donde el tiempo también se relativiza.
La memoria, la historia y la inclusión de imaginarios pasados y presentes se revelan al público en las videoinstalaciones de Tanja Deman, Gabriela Golder, Chris Larson, Matilde Marin, Angelika Markul y Sujin Lim, las fotografías de Valérie Jouve y los objetos interactivos de Sève Favre. Como una coda, la condición del sujeto se retrata en las obras de Daniah Alsaleh y Tony Oursler.
“Un sentimiento de sorpresa y extrañeza será el motor de búsqueda en esta propuesta, que pretende infundir incertidumbre en el espectador, y de ahí el deseo de explorar y pensar creativamente sobre ella. El reto de una narrativa curatorial no sólo está relacionado con la selección de artistas y obras, sino también con la forma en que se presenta su relación en el espacio, tratando de generar una propuesta dinámica en la que el público se sienta animado a elegir diferentes caminos, y a establecer su propia relación con las obras. La idea es imaginar que cada persona siga su propio itinerario y, con él, su propia narrativa singular”, completa Wechsler.
Próximas inauguraciones
El 20 se presenta en la Ciudad de Guatemala la exposición-performance Monumento vivo, de la artista guatemalteca Marilyn Boror Bor. Con curaduría de la ítalo-estadounidense Ilaria Conti y los guatemaltecos Gustavo García Solares, Maya Juracán, B’alam García, Edith López, Awalb’iitz Pérez y Josseline Pinto, la propuesta se desarrollará en dos sedes diferentes. Mientras la muestra tendrá lugar en la Casa de la Memoria Kaji Tulam, en el marco de la II Bienal en Resistencia, la acción performática lo hará en el espacio abierto de la Plaza de la Constitución.
En Argentina, el día 23 inauguran en el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo de Luján, Provincia de Buenos Aires, dos nuevas exposiciones. Por un lado, se presenta El eterno retorno del Nuevo Mundo, un relato curatorial que reúne obras del mexicano Gabriel Garcilazo y el argentino Mauricio Poblete junto a piezas de la colección del museo pertenecientes a distintas culturas originarias; este proyecto cuenta con curaduría de los argentinos Leandro Martínez Depietri, Marina Aguerre y Florencia Qualina. Por otro lado, el Udaondo también abrirá al público Derechos de plata, de la artista italiana Elena Mazzi, con curaduría del italiano Emanuele Guidi.
Siguiendo con las aperturas en territorio bonaerense, se presenta el día 27 en el MUNTREF Museo de Artes Visuales de Caseros, la exposición Obras de la colección del Pettoruti y otras.…, con curaduría de Diana Wechsler.
El día 29 será el momento de dos nuevas muestras en la Ciudad de Buenos Aires. Al Museo Histórico Sarmiento llega Ornamental, con producciones de la argentina Débora Pierpaoli y curaduría de Florencia Qualina. En tanto, el Museo Casa de Yrurtia trae La divina anomalía, con trabajos del italiano Lorenzo Papanti, el belga Benjamin Verhoeven y los argentinos Sebastián Tedesco, Bruno Mesz, Maria Segna, Laura Focarazzo y Lena Szankay; la curaduría de esta exposición es del franco-búlgaro Anthoniy Val.
Asimismo, el día 30 se dará a conocer en el Centro Cultural de España Juan de Salazar de Asunción la iniciativa Invernadero: Arte, Política, Experimento, integrada por diez proyectos de artistas paraguayos y curada por la española Nerea Ubieto.
La tercera edición de BIENALSUR se desarrolla de julio a diciembre en más de 120 sedes en 50 ciudades de 23 países con la participación de más de 400 artistas. Funciona como una red de colaboración asociativa entre museos, centros culturales y universidades de todo el mundo, partiendo del Sur del Sur como un ejercicio de indisciplina. Llama a repensar lo que se ha instituido, buscando contribuir al surgimiento de nuevas lógicas de circulación artística y social a escala local y global. BIENALSUR construye una cartografía propia que se abre a los 5 continentes valorando lo local en lo global, la singularidad en la diversidad y la defensa del derecho a la cultura.
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