10 libros ideales para regalar en el Día de la Madre

Una guía con grandes nombres de autoras locales e internacionales en una decena de libros exquisitos y atrapantes de ficción y no ficción

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Día de la Madre: 10 libros
Día de la Madre: 10 libros

Hay una vieja frase de marketing que sugiere que un libro es un regalo ideal: no hay problemas de talles. Tampoco de géneros, porque una buena historia puede estar en cualquier género. Regalar literatura es algo más que acercar un presente: es pensar en el agasajado y elegir ese libro ideal. Lo mismo ocurre en el Día de la Madre, por eso acá presentamos una lista de textos que pueden ser los regalos perfectos. Comencemos.

Distancia de rescate, de Samanta Schweblin (Literatura Random House)

Desde que salió en 2014 hasta hoy pasaron siete años y se convirtió en un clásico. El éxito de Distancia de rescate trascendió la literatura y se convirtió en una película celebrada en los festivales de cines y en Netflix con Dolores Fonzi y María Valverde como protagonistas . La dirección es de la peruana Claudia Llosa y la adaptación del guion estuvo a cargo de la cineasta y de Samanta Schweblin, la autora de la novela, que es argentina y que desde hace años reside en Berlín.

Edición original de la novela ahora distinguida
Edición original de la novela ahora distinguida

Esta nouvelle fue muy vendida, traducida en varios idiomas y halagada por la crítica. Hay muchos elementos dando vueltas en su trama, pero sobresalen dos: la maternidad y el ecologismo, ambos como amenaza. Y la forma en que se narra la historia sumerge al lector en una profunda y magnífica tensión. El título da cuenta del hilo invisible que une a padres e hijos, la atención permanente de que no les pase nada: la distancia de rescate.

“¿Y Nina? Si todo esto realmente sucede, ¿dónde está Nina? Mi Dios, dónde está Nina”, pregunta Amanda, la protagonista. La historia es tan atrapante que puede usarse la expresión de estar “con el corazón en la boca” desde que empieza hasta que termina.

La herencia, de Vigdis Hjorth (Nórdica)

Vigdis Hjorth escribe directamente de la vida, de aquello que la mayoría de la gente y nosotros mismos podemos encontrar a nuestro alrededor”, dijo la periodista Guri Hjeltnes. La herencia es una de las novelas más importantes de la literatura noruega actual, una historia que tiene una base autobiográfica. Ha recibido los premios de los Libreros y de la Crítica. Su autora nació en Oslo en 1959 y estudió ciencias políticas, filosofía y filología.

La novela es la historia de un secreto. Son cuatro hermanos que esperan repartirse la herencia familiar y en esa disputa reaparecen los fantasmas del pasado y el secreto de un incesto, que transforma a esa familia rota en algo mucho peor. Desde su publicación fue un éxito de ventas en Noruega y generó, junto a la serie Mi lucha de Karl Ove Knausgård, un importante debate sobre la relación entre literatura y realidad.

La hija única, de Guadalupe Nettel (Anagrama)

Tres mujeres enfrentadas a la maternidad. Tres maneras de afrontarla. ¿Qué significa la familia en el mundo actual? Publicada el año pasado, La hija única es una obra que interpela lo contemporáneo. El disparador es la historia de Alina, a quien le dicen en el octavo mes de su embarazo que su bebé nacerá sin vida. Primero es la decisión de continuar con el embarazo, luego, afrontar ese nacimiento. “Una voz esencial de la nueva literatura latinoamericana”, escribió Enrique Vila­-Matas sobre la autora mexicana, mientras que Carlos Zanón avisó: “No pierdan de vista a Guadalupe Nettel”.

La edad del desconsuelo, de Jane Smiley (Sexto piso)

Esta novela breve de 1987 de la autora estadounidense se publicó en español por primera vez en 2020 por la editorial Sexto Piso. Dana y Dave tienen alrededor de 35 años, viven en una ciudad pequeña de Estados Unidos a mediados de los 80, son padres de tres nenas de entre 7 y 2 años y son dentistas. Montaron una clínica odontológica juntos y trabajan mucho: quieren vivir bien. Por un lado, el trabajo con los dientes ajenos; por otro, el ajetreo interminable con las hijitas propias: un universo de ternura, belleza y agotamiento en dosis parejas. Un día Dave cree entender que Dana está enamorada o en un amorío con alguien, da igual. En su cabeza y en su pecho la vida se desarma en un instante.

La edad del desconsuelo es breve y parece una historia chiquita, pero es mucho más que eso que parece.

Kaidú, de Paula Pérez Alonso (Tusquets)

Kaidú es un perro callejero. Su dueño es Juan y Aína, quien comienza una relación amorosa con él, queda cautivada por ese perro. Un día Juan emprende un viaje y lo deja a su cuidado. A solas con Kaidú, atrapada en una ambigüedad y una felicidad nuevas, Aína se deja llevar hasta la entrada de un mundo paralelo y encuentra una razón en la emocionalidad animal de esta relación. La novela está narrada en primera persona y tiene una intensidad única. La autora es argentina, se llama Paula Pérez Alonso, y la editorial es Tusquets.

El corazón del daño, de María Negroni (Literatura Random House)

“Escribir es horrible, es tremendo, es un privilegio, es una desgracia”, dijo en una reciente entrevista la poeta y narradora argentina. Eso fue lo que vivió al concebir El corazón del daño, en el cual aborda materiales autobiográficos desde la ficción y hace estallar el lenguaje para revivir palabras calcificadas en el sentido común. La figura de la madre y la escena de la infancia están en el centro de la narración

Desde la multiplicidad de géneros, como la falsa autobiografía, la novela de aprendizaje, la poesía, la prosa poética y el breve ensayo, Negroni pone bien adelante sus intereses literarios y aborda la cuestión más singular de su trabajo: cómo se construye un escritor, de qué materiales literarios y autobiográficos está hecho, cómo suma su voz al eterno diálogo de la literatura, en qué laberintos se pierde. Por algo es una de las figuras más sobresalientes de la literatura argentina contemporánea.

Claus y Lucas, de Agota Kristof (Libros del Asteroide)

“Su escritura es seca, directa, antipoética, desadjetivada, exacta. Amoral. Neta. Perfecta. Minimal. Precisa”, escribió Gabriela Saidon. Claus y Lucas es una la trilogía sobre la crueldad y la infancia que llevó a la húngara Agota Kristof al cielo de los clásicos. Exiliada de su tierra y de su lengua, la escritora que llegó a trabajar en una fábrica de relojes suizos se las ingenió para hablar de los grandes temas de la humanidad en una obra breve e imprescindible.

Nació en 1935 en Csikvánd, Hungría, país que abandonó en 1956 cuando la Revolución húngara, que intentó sublevarse contra diez años de estalinismo y en la que participó su marido, fue vencida por las fuerzas del Pacto de Varsovia. La pareja cruzó a pie la frontera con una beba de cuatro meses, pasó a Austria y se instaló en Neuchâtel, Suiza. Allí, Kristof trabajó durante cinco años en una fábrica de relojes, al poco tiempo se separó y comenzó a escribir en francés,

Volvió a casarse, tuvo dos hijos más y tres nietos, y dejó de escribir. Murió en 2011. Su fama literaria ya se desprendió de su vida. Hoy es leída en distintas partes del mundo con fascinación. La novela El gran cuaderno le dio el gran reconocimiento y luego siguieron dos tomos más, que dialogan entre sí y narran desde distintos puntos de vista la historia de dos hermanos gemelos que quedan al cuidado de su cruel abuela en medio de una guerra sin nombre

La otra guerra, de Leila Guerriero (Anagrama)

“Nunca pierdo de vista que a esa persona le aniquilaron un hermano, un hijo en una guerra”, dijo Leila Guerriero en una reciente entrevista con Infobae Cultura. Es que para escribir su breve pero intenso libro sobre Malvinas dialogó con muchísimas mujeres que tras el paso de los años no pudieron suturar del todo esa dolorosa herida que les dejó la Guerra de Malvinas, pero también la estela de eso: el dolor de la ausencia y los malentendidos que dividen a las familias.

En el libro hay una frase que quizás resuma toda su potencia. Es la sobrina de un caído la que habla, y se refiere a Elda, su abuela, es decir, la madre del muchacho asesinado en combate: “Un día empezó a llamar a la policía diciendo que estaban los ingleses arriba del techo y que venían a buscar a los hijos que le quedaban”.

Todos los universos posibles, de Ana María Shua (Emecé)

Mil páginas publicadas bajo el título Todos los universos posibles. Ahí ya hay una pista: se trata de la compilación de cerca de mil microrrelatos que indagan en una gran diversidad de tópicos, que incluyen desde la muerte y el deseo hasta lo extraño y lo deforme. Any Shua es la maestra del texto breve y este volumen es la prueba de ese talento.

En ese libro, escribió Claudia Lorenzón, “Ana María Shua aborda una construcción narrativa que cultiva la brevedad y la profundidad semántica, y que en la Argentina tuvo sus exponentes en versiones de Borges, Bioy Casares, Silvina Ocampo, Cortázar, Isidoro Blaistein y Marco Denevi.

Las pequeñas virtudes, de Natalia Ginzburg (Acantilado)

Publicado en 1962, el libro de la gran Natalia Ginzburg está a medio camino entre el ensayo y la autobiografía. Las pequeñas virtudes reúne once textos de tema diverso que comparten una escritura instintiva, radical, una mirada comprometida llana y conclusivamente humana. “Uno de sus mejores libros… La irónica, perspicaz, delicada y detallista observadora; el consciente y lúcido testigo de su época”, escribió Mercedes Monmany en ABC.

“La guerra y su mordedura atroz de miedo y pobreza, el recuerdo estremecedor y bellamente sostenido de Cesare Pavese y la experiencia intrincada de ser mujer y madre son algunas de las historias de una historia –personal y colectiva– que Ginzburg ensambla magistralmente, en estas páginas de turbadora belleza, con una reflexión sagaz siempre atenta al otro, arco vital y testimonio del oficio –vocación irrenunciable, orgánica– de escribir”, se lee en la contratapa de la nueva edición del sello Acantilado.

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