Si existe un consenso es que el Siglo de Oro Español le brindó a la lengua no sólo poemas, sino novelas como El Quijote de Cervantes y obras de teatro que vinieron a revolucionarlo todo, de tal modo que pasarían siglos antes de un movimiento propusiera algo semejante (si es que acaso lo hubo). Entonces, ¿por qué no pensar de este modo a la revolución trans que -en el país- comenzó a fines del siglo XX y que no sólo brindó derechos sino también otras maneras de un lenguaje masivo? (Aunque, es cierto, los derechos adquiridos no han reducido el número de muertes y desapariciones, como el caso de Tehuel, un chico trans cuyo paradero se conoce desde el 11 de marzo de este año).
Así las cosas, el Siglo de Oro Trans se exhibe con esplendor en la obra Don Gil de las Calzas Verdes, con un elenco que pertenece por lo general al under y que reversiona el clásico picaresco escrito por Tirso de Molina y que se convierte en una comedia de enredos que triunfa entre las risas del público en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín.
La trama de Tirso de Molina se centra en los devenires de Doña Juana, mujer noble de Valladolid que es abandonada por su prometido Don Martín, quien cambia su nombre por el de Don Gil de Albornoz para poder comprometerse con Doña Inés, una mujer adinerada de Madrid. Pero Doña Juana no está dispuesta a dejar pasar esa traición y viaja a Madrid reconvertida en Don Gil, el de las calzas verdes, cuyo objetivo es seducir a Doña Inés y evitar el nuevo matrimonio. Obvio, Doña Inés se enamora de Don Gil sin saber que en verdad es Doña Juana. Bueno, una verdadera comedia de enredos en términos queer de hace centenares de años.
Obviamente, el elenco tiene una mayoría de actores y actrices trans, como debía haber imaginado Tirso de Molina al escribir el amor de una mujer por otra mujer pero que representa un hombre. Todo muy moderno, más moderno que todo lo moderno.
La obra, cuya trama está planteada en español rioplatense (pero barroco) fue escrita -es decir, reversionada por Gonzalo de María, dramaturgo, novelista, compositor y director, con espectáculos estrenados principalmente en Buenos Aires y en París. En 1996 se inició en el teatro musical como autor del libro de la comedia musical Nenucha, la envenenadora de Monserrat (en colaboración con Damián Dreizik), a la que siguieron Houdini y Rita la Salvaje, además de una ópera contemporánea en París, en el Thèâtre National de Chaillot, Mambo Místico. Con Alfredo Arias colaboró en Relaciones tropicales y Trois Tangos. Gonzalo Demaría adaptó para la escena nacional los musicales Chicago, Zorba y Cabaret. Sus letras musicales para esta última fueron consideradas por los autores originales Kander & Ebb entre las mejores versiones de la obra en el mundo.
Pablo Maritano dirigió la obra. Su carrera es prolífica, con más de cincuenta producciones en América y Europa. Es seguramente el director de ópera más reconocido de su generación, principalmente por su acercamiento al repertorio de los siglos XVII y XVIII, tanto como al lenguaje contemporáneo, que le ha valido numerosas distinciones y premios. Reconocido numerosas veces (Neue Musiktheater Berlin, Premio Konex, Círculo de la Crítica de Chile, Movimento Brasil, Críticos musicales de Argentina, entre otros), se destacan sus producciones de Die Soldaten, Platée, Die Entführung aus dem Serail, Carmen, Cachafaz, Le Malade Imaginaire, Norma y L’Elisir d’Amore, en Italia, España, Brasil, Argentina y Chile. La obra cuenta con música en vivo y el diseño de sonido es de Ariel Gato y Camilo Zentner, la adaptación y dirección musical son de Dolores Costoyas.
No se podría dejar de mencionar el excepcional elenco que, además, implicó que un grupo de actrices y actores trans tomen el escenario de uno de los teatros más emblemáticos de la ciudad. El elenco está integrado por Payuca, Monina Bonelli, Roberto Peloni, Ariel Pérez de María, Maiamar Abrodos, Mariano Saborido, Martina Nikolle Ansardi, Rodrigo Arena, Julián Ekar, Emiliano Figueredo, Naty Menstrual y Fabián Minelli. Este es el elenco de una obra novedosa y que debe verse para el disfrute dramatúrgico y, ¿por qué no?, queer.
*Funciones: viernes a domingos a las 20 hs. Última función: domingo 7 de noviembre. Duración: 90 minutos. Platea: 800, Pullman: $ 650
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