Desde hoy y hasta el domingo -inclusive- se desarrolla Buenos Aires Directo de Artista (BADA), en La Rural, la primera feria presencial en abrir sus puertas al público en la ciudad en tiempos de pandemia.
BADA, que además de feria tiene también su espacio virtual, se caracteriza por permitir a los artistas vender sus obras directamente al público, sin galerías ni marchantes de por medio, por lo que las obras suelen ser más accesibles para los bolsillos.
Como en ediciones anteriores, vuelve a apostar a su promoción del coleccionismo, por lo que cada artista tendrá, además de su obra, al menos 10 obras boutique a un precio máximo de $ 8.000.
Este año, tendrá una ampliación de la superficie original de 8.000 a 18.000 metros cuadrados para que se respete la distancia recomendada por protocolo, en el que se encontrarán 280 artistas, 30 más que en la edición realizada en 2019. A continuación, algunos de los artistas que dicen presente:
Carmela Blanco
Estudió dibujo y pintura con el reconocido escultor argentino, Ricardo de la Serna. Utiza materiales que recicla, como el metal, la madera, aquello que “alguna vez fue”. Objetos que recoge del río y de volquetes y luego resignifica en sus obras. “Acopio las cosas que veo y me parecen interesantes, piezas que encuentro en el río, en el campo, a las que resignifico y le doy belleza”, dijo.
Con un libro publicado donde reúne una parte importante de su obra, el año de la pandemia inauguró en Buenos Aires su muestra A Cielo abierto en el Museo de Arte Popular Hernández, (MAP), que estuvo exhibida hasta fines de noviembre del 2020. En el exterior, expuso en la galería Sur en Punta del Este y estuvo en la Feria de ArcoMadrid.
Carmela también fue parte de la muestra de arte solidaria +ARTE+FÚTBOL, organizada por la Fundación River. Ahí la pareja de Enzo Francescoli, presentó una serie de obras de River, entre las que se incluyen: Tallado en Mi corazón, Multi Pérez y el Gran DT, piezas que estuvieron expuestas en el Museo hasta el 3 de septiembre.
En constante evolución, Carmela va a participar en la feria BADA, donde el público podrá apreciar de Un amor para siempre, Ruinas de Gaudí, La Donna y Feliz, entre algunas de las 20 piezas que ofrecerá la artista, incluída una cápsula de cerámica llamada Calí.
Violeta Capasso
Fotógrafa autodidacta, tiene publicado el fotolibro Qué queda después, seleccionado en la shortlist de la beca Women Photograph+Nikon; y en PH Museum. El año pasado, una selección fue expuesta en ArtexArte en la muestra colectiva Conozco Una Isla mientras que una foto de la serie forma parte de la selección 2019 del concurso Artes Visuales del Fondo Nacional de las Artes.
En la publicación, Capasso se sumergió en la adolescencia a través de “un recorrido para empatizar y sensibilizar sobre la fotografía y la poesía del cotidiano”, acompañando a los días después sido abusada sexualmente con “el objetivo de acompañar a todas aquellas personas que han atravesado una situación similar en soledad”.
Para la Feria seleccionó un cuerpo de obra basado en imágenes relacionadas al contacto, a la necesidad de sentir a través de la experiencia tactil, haciendo foco en la imposibilidad de realizarlo durante la pandemia. En ese sentido, sus fotos buscan revelar emociones que casi pueden palparse: la intimidad entre dos amigas o la curiosidad por el pelo rosa de una desconocida en el transporte público.
“En el contexto que estamos viviendo, tocar y compartir es peligroso, ¿cómo era antes? ¿qué es lo que más extrañaste en el encierro? ¿tocarías de vuelta flores de un puesto callejero? Mi intención al juntar estas imágenes, hacerlas convivir es poder observar cómo estamos - en conjunto, en sociedad, siendo adultos o niños - volviendo a acercarnos, utilizando nuestros sentidos nuevamente para poder vivir la experiencia completa de tocar, observar, sentir curiosidad, deseo y ese contacto del otro que durante largos largos meses tuvimos que dejar de lado”, explicó.
Capasso trabaja con temáticas como la identidad juvenil, la femineidad, lo queer y lo autobiográfico. Realizó estudios en Artes Audiovisuales y actualmente dirige varios proyectos como Suki Talleres, Club Federal de Postales y Garage Fotográfico.
Pablo Salvador Rocha
Nació en Buenos Aires pero durante su infancia se mudó a Oliva, Cordoba, y actualmente reside en el Valle de Calamuchita. Escultor autodidacta, tuvo un paso por el diseño industrial en la Universidad de Villa María. Especializado en trabajo con metales, aunque se considera un “apasionado por la arcilla” y que, dice, busca descifrar los elementos del movimiento y la expresión.
En su obra busca transmitir un equilibrio entre el material sólido y el espacio vacío, en un juego de personajes sintetizados, que parecen no estar completos, inacabados, que expresan mediante sensaciones sutiles el estado de la vida. Su técnica comienza con un modelado en arcilla, que luego se conierte en una obra (generalmente de figuras humanas) con miles de piezas de metal recicladas y ha llegado a soldar 20.000 piezas para una pieza.
Entre otros espacios expuso en Casa de Córdoba (Buenos Aires), Congreso Internacional de la Lengua Española (Córdoba), Instituto Cervantes (Cracovia, Polonia), Museo de Arte Contemporáneo de Unquillo (Córdoba) y la Galería de Arte del Colegio de Escribanos de la Provincia (Córdoba). Creador de múltiples monumentos por comisiones públicas y privadas en Argentina.
Belén López de Carlo
“A través de mi obra busco visibilizar una sociedad anestesiada por los medios y las tecnologías contemporáneas. Creo escenografías posibles, de espacios ficcionales, donde un tiempo presente, efímero y virtual convive con uno pausado que remite a la historia de la pintura”, explica.
Licenciada en Artes Visuales, recibida de la Universidad del Museo Social Argentino, López de Carlo se formó como Realizadora Escenográfica en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón y desde el 2017 asiste al taller de cerámica de Paula Peripolli.
Estudió con artistas como Bernardo Kehoe, María Inés Tapia Vera, Marcia Schvartz, Gregorio Luis Cerrolaza y Andrés Bestard Maggio, y realizó clínica de obra con Leila Tschopp en el Programa de artistas de Fundación Cazadores en 2019. Actualmente, dicta clases de dibujo y pintura su taller, y es profesora titular de Cátedra Pintura II y Dibujo III de la Carrera Artes Visuales en EMAC.
Formó parte del Programa PAC 2020 de Galería Gachi Prieto y participó en varias muestras colectivas y salones, realizando trabajos para Biblioteca Nacional, Tecnópolis, Alto Palermo, Dársena, Galpón de Ropa y espacios privados.
Margarita Bali
Coreógrafa, videoasta, realizadora de video-instalaciones, videomapping e interactividad, Margarita Bali se presenta con una serie de “fotografías a partir de filmaciones reales de bailarines sumergidos vinculados digitalmente con especies oceánicas en una simbiosis fantasiosa.”
Pionera en la incorporación del lenguaje audiovisual y con una extensa trayectoria y producción incorporó de manera funcional los adelantos tecnológicos como herramientas para la creación sus piezas desde los ‘90. Partiendo del video monocanal, sumó diversos formatos traspasando el espacio interior hasta intervenir el espacio público.
Graduada de la Universidad de California Berkeley en Biología, fue co-directora de la compañía argentina NucleoDanza por 25 años y obtuvo la beca Guggnheim en danza 1998, la beca Antorchas 2001 con la cual realiza la obra escénica interactiva Ojo al Zoom, el premio internacional Fudación Alexander Onassis de Atenas 2000 por la obra Naufragio in Vitro, el premio Limbo Mamba 2002, entre muchos otros galardones.
En 2010 inaugura la fachada Casa Nacional del Bicentenario con video instalacion Escrito en los Pies y en 2011 el Octaedro-Icono Agua en Tecnópolis. Además, realizó muestras individuales de video instalaciones en el Centro Cultural Recoleta, participó en varios Salones Nacionales y obtuvo el Segundo Premio en la Bienal Gyula Kosice 2012 con Homo Ludens Intergaláctico.
Gaby Toledo
El collage es parte del arte desde inicios del siglo XX, como parte de los movimientos de vanguardia. Con el tiempo se fue ganando su espacio y formando parte de las pinturas, pero siempre, con mayor o menos popularidad, han persistido como objetos de arte en si mismo.
El advenimiento de las nuevas tecnologías generó una nueva modalidad de acercamiento a esta técnica, permitiendo así una aproximación diferente a la de años anteriores. Gaby Toledo es una diseñadora industrial que trabaja en el mundo de la imagen, como de la publicidad, y se especializa en temáticas de género y Derechos Humanos.
“Las obras de collage digital que produzco me construyen a diario, son el reflejo de mis búsquedas intelectuales, emocionales y políticas; combinadas con la formación diaria, la dedicación y el debate con aquellos que admiro y coexisto. El mejor feedback que podría tener sería saber que logran interpelar a quien las contempla”, comentó.
*La novena edición de BADA, del 14 al 17 de octubre de 14 a 21 en La Rural (avenida Sarmiento 2704, Ciudad de Buenos Aires), con entrada general 350 pesos.
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